Francina Armengol, el nuevo objetivo del PP para desgastar las instituciones

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Objetivo: Francina Armengol. El Partido Popular está desplegando una ofensiva contra la nueva presidenta del Congreso en los últimos días para cuestionar su papel al frente de la institución y situar su acción como ‘de parte’ en plenas negociaciones de investidura de Pedro Sánchez.

Los populares han abierto en las últimas horas varios frentes que ponen en el disparadero a Armengol: la acusación de fijar una fecha para la investidura para Feijóo contraria al PP, no concretar ahora un día para Pedro Sánchez y el cuestionamiento del voto nulo del diputado Eduardo Pujol (Junts) en la sesión de la semana pasada. Esto se une a las críticas que ya lanzaron al arranque de la legislatura por permitir el uso de las lenguas cooficiales en la sesión para aprobar la reforma del reglamento para hablar catalán, gallego y euskera en la Carrera de San Jerónimo.

El propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha puesto a la cabeza de estas críticas contra Armengol. Su acusación contra ella, hecha en una entrevista en Onda Cero, es que la fecha de su fallida investidura (26 y 27 de septiembre) se la impuso la presidenta del Congreso y fue pactada con La Moncloa. Para el conservador, ella está actuando como una “militante del PSOE” y no como la representante de todo el arco parlamentario.

La carta de Feijóo que desmiente a Feijóo

Feijóo dice ahora que pidió sólo ocho días a Armengol, algo que choca con lo que entonces manifestó el PP, que solicitaba tiempo a la presidenta del Congreso para esa sesión. La versión del líder popular se cae por las propias misivas que envió a la socialista en las que solicitaba un “tiempo prudencial” y tiraba de antecedentes: "Me permito recordarle los precedentes, muy especialmente los de las últimas legislaturas (XII, XIII y XIV) en las que entre la primera propuesta de candidato formulada por SM el Rey y la celebración del Pleno de investidura transcurrieron 33, 46 y 24 días respectivamente".

Armengol siempre defendió que la fecha fue consensuada con el propio Feijóo. De hecho, el criterio de la presidenta del Congreso no fue del agrado de la mayoría de grupos de izquierdas, que querían que el intento fallido del popular se produjera lo antes posible. Ella puso esa fecha para darle el tiempo que pedía, evitar un choque institucional y esquivar también que una repetición electoral pudiera producirse durante las vacaciones de Navidad.

La presidenta del Congreso está muy sorprendida estos días por la actitud del líder del Partido Popular, al que conoce mucho de su época como presidentes de Baleares y de Galicia y con quien mantenía una buena relación. No obstante, Armengol no quiere entrar en el enfrentamiento directo.

A la espera de fecha para Sánchez

La convocatoria del Pleno de investidura compete únicamente a la Presidencia del Congreso, según fija el artículo 170 del reglamento de la Cámara Baja. La costumbre es pactarlo con el aspirante, a pesar de no ser un requisito obligatorio. No se pone ningún plazo. ¿Y por qué todavía no hay fecha para la de Sánchez? Esta es una dinámica que ya siguió el hoy presidente en las dos investiduras anteriores a raíz de las elecciones de 2019. 

Tras ver al rey en el Palacio de la Zarzuela el pasado martes, Armengol convocó a la prensa en la Cámara Baja para trasladar la decisión del monarca de designar candidato a Pedro Sánchez. Sobre el día, la presidenta del Congreso subrayó entonces que la fijaría cuando la opción estuviera “suficientemente madura”. Fuentes de Ferraz indican que no era necesario poner la fecha porque esta negociación sí es “en serio” y hay que ir al Pleno cuando pueda salir adelante. Además, ahora sí ya el reloj se ha puesto en marcha y hay un plazo máximo para intentarlo: el 27 de noviembre (dos meses después de la primera votación fallida). Los socialistas evitan hablar de una semana en concreto, pero se han emplazado a llegar a un acuerdo en octubre con Sumar, por lo que le horizonte se desplaza hacia noviembre para el Pleno.

La presión sobre Armengol se acrecentó este jueves por parte de Cuca Gamarra, número dos del Partido Popular. En una rueda de prensa en la Cámara Baja criticó duramente a la socialista: "La presidenta del Congreso no puede ser una marioneta del Gobierno haciendo que el Legislativo no sea un poder independiente, y muchísimo menos puede ser la marioneta de un prófugo de la justicia como es Puigdemont". Para la popular: "No tiene sentido que ahora no se haya fijado ya la fecha en las 48 horas siguientes al encargo del rey”. La palabras de la portavoz de PP causaron estupor en la sede del PSOE en Ferraz, tanto por sus apelaciones a Armengol como por dar aire al bulo de que Félix Bolaños y José Manuel Albares se reunieron con Puigdemont en la embajada de Colombia en Bruselas: “Ante la ausencia de sentido de Estado en el PP, sería bueno algo de sentido del ridículo”.

El PP lucha por un voto de Junts

Los populares también quieren poner contra las cuerdas a Armengol por dar como nulo el voto de Eduard Pujol (Junts) en la investidura de Alberto Núñez Feijóo. De hecho, hasta el líder conservador ahora se suma un ‘sí’ y dijo, tras ver al rey, que se quedó solo a tres votos de ganar la investidura (en vez de cuatro). El grupo del PP ha registrado un escrito para que se reconsidere esta “arbitraria” decisión. Fuentes socialistas, en cambio, recriminan al PP que les ataquen cuando incluso Armengol decidió que fuera nulo frente al criterio que tenían otros miembros del PSOE en la Mesa que sostenían que había que considerarlo un ‘no’.

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Armengol ha movido ficha ante esta polémica y ha propuesto a la Mesa de la Cámara un protocolo con pautas para casos de errores en votaciones públicas por llamamiento y evitar en el futuro controversias. Su idea es que, en caso de error en el sentido del voto expresado de viva voz, el diputado pueda corregirlo, siempre y cuando lo haga "de manera inmediata y sin solución de continuidad". Advertida esta circunstancia, el secretario encargado en ese momento de repetir el voto interrumpiría el llamamiento y solicitaría al diputado que exprese nuevamente el sentido del mismo, "considerándose entonces el voto definitivo y válidamente emitido".

En el PSOE hay malestar por la actitud del PP y están convencidos de que los populares buscan dañar la imagen de Armengol y que se le señale como “de parte”. Esto es otro paso, para fuentes socialistas, en el intento del Partido Popular de desgastar las instituciones y extender la imagen, como llevan haciendo estos años, de que Pedro Sánchez utiliza todos los poderes. Frente a esto, se critica que los populares continúen casi cinco años impidiendo la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

El presidente del Gobierno en funciones, dentro de su ronda de contactos para la investidura, prevé reunirse con Alberto Núñez Feijóo (o quien designe el PP). No va a pedirle su apoyo, pero sí quiere reclamarle que se pacte un nuevo Poder Judicial y que se rebaje la tensión en el Congreso. Los socialistas prevén una legislatura muy crispada por parte de la oposición si logran sacar la investidura y siguen exigiendo que dimita Miguel Tellado, diputado y mano derecha de Feijóo, por apoyar al acosar de Óscar Puente en el AVE.

Objetivo: Francina Armengol. El Partido Popular está desplegando una ofensiva contra la nueva presidenta del Congreso en los últimos días para cuestionar su papel al frente de la institución y situar su acción como ‘de parte’ en plenas negociaciones de investidura de Pedro Sánchez.

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