Elecciones autonómicas

Gabilondo se estrena como candidato sin descartar pactos con la derecha ni con la izquierda

Ángel Gabilondo, durante su primera rueda de prensa como candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, este 22 de febrero de 2015.

Ángel Gabilondo compareció por primera vez como candidato socialista a la Comunidad de Madrid haciendo justicia a su retrato tan trillado en los últimos días: su perfil de hombre dialogante, amante de los pactos, con buen humor, con escaso colmillo hacia sus adversarios, nada dado a las descalificaciones del contrario. Lo demostró, también, no cerrando puertas a ningún tipo de pacto tras las elecciones del 24 de mayo para las que fue elegido como cabeza de lista tras una operación de asalto del partido en Madrid decidida por Pedro Sánchez. Lo que persigue es un "proyecto de mayorías, de dimensión social, de políticas públicas", y todo aquel que lo comparta estará convocado a participar con él, "esté donde esté". El pacto, dijo, es "con los ciudadanos". 

Sólo 24 horas después de su proclamación oficial como nuevo candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno regional, Gabilondo ofreció su primera rueda de prensa para oficializar su "sí, sin condiciones y con convicciones" a la propuesta del partido y de los militantes, que le apoyaron masivamente como el sustituto de Tomás Gómez. Lo hizo en un espacio poco frecuente. Fuera de Ferraz, la sede federal, y de Callao, la sede regional (por ahora). Escogió la Fundación Diario Madrid, cerca de la glorieta de Bilbao de la capital, en un escenario desnudo, con un atril y una pantalla de metacrilato que sólo lucían las siglas PSOE. No PSM. En las primeras filas, no obstante, sí estaban sentados algunos de los miembros de la gestora que dirige la federación madrileña, como su presidente, Rafael Simancas

Gabilondo (San Sebastián, 1 de marzo de 1949) no ocultó que el reto que le espera es muy complicado, que nada está ganado y que el PSOE parte enormemente debilitado. "Este gesto aparentemente insensato es bien consciente y decidido, es una respuesta, un gesto afirmativo contra la resignación". Su , que no lo dio hasta ayer sábado a mediodía, cuando Simancas le informó de los resultados de la consulta a las bases (el aval del 94,6%), no se produce "ni en la mejor de las coyunturas, ni es fácil ni es cómodo" para él "ni para nadie". "Pero en el corazón de tantas complejidades es un privilegio, un extraño privilegio, tratar de articular una propuesta consistente, abierta y comprometida para Madrid", comunidad en la que vive desde hace 40 años, donde han crecido sus dos hijos y donde ha seguido la mayor parte de su trayectoria profesional, como catedrático de Metafísica en la Universidad Autónoma de Madrid.

Su compromiso, además, no es flor de un día. Subrayó que, pase lo que pase el 24 de mayo, se quedará "orgullosísimo" en su escaño en la Asamblea de Madrid y no se irá, "siempre que quiera el PSOE". Estará, pues, donde le ubiquen los madrileños, "con mucha determinación". Sí insistió en que no es militante y no lo será porque entiende que existen "espacios" donde los ciudadanos comprometidos pueden "trabajar" sin tener carné. Y no se quiere afiliar porque le parece "horrible" hacerlo para aspirar "a un cargo", no lo ve necesario y el PSOE tampoco. "Pero ser independiente no es ser indiferente –recalcó, como ya hizo hace unos días–. Tengo profundísimas convicciones que están muy arraigadas a la SS, que está en las siglas de este partido, que para siempre orienta a lo social y la sociedad". 

Gabilondo tendió asimismo la mano a su oponente en esta consulta a las bases, al edil Pedro Zerolo. A él se refirió en sus primeras palabras, y lo reconoció como un "referente" al que tiene voluntad de incorporar en su lista. Ambos hablaron cuando concluyó el proceso interno y su conversación de lo más "amigable" y con "altura de miras". Pero antes que las listas, enfatizó, está armar una propuesta "concreta, solvente y viable".

"A mí me han llamado, yo no he llamado"

"Digo ". Con esta etiqueta regó su intervención [consúltala aquí en PDF] y toda su comparecencia, de casi una hora de reloj y que, al contrario que en los usos del PSOE, comenzó puntualísima. Como tampoco es convencional en la política su tono, su modo de hablar y sus respuestas. 

Explicó cómo se había gestado su fichaje y su decisión. Tiempo atrás, y "nunca institucionalmente y desde puestos de máxima responsabilidad", se le había planteado si podría aceptar una candidatura. Pero ya "a muy última hora" se le hizo explícita la propuesta, y salió de la boca de Pedro Sánchez, que le comunicó que iba a intentar persuadir a Tomás Gómez para que desistiera de su idea de concurrir como cabeza de lista a la Comunidad, pero creía que iba a encontrar una solución pactada. Pero no la hubo.

"Y estando en México DF, camino de León de Guanajato, tuve noticia de que había habido una intervención directa del PSM y se decía que yo había aceptado, y la historia me produjo cierta inquietud –relató con humor, recordando que la decapitación de Gómez le pilló de viaje en México–. A continuación sí hablé por teléfono con el secretario general, a quien dije que no daría una respuesta hasta que no hubiera una propuesta consistente que incluyera la posición del PSOE y de sus militantes en Madrid, y cuando hubiera esa propuesta, me reservaba el derecho de considerarla. Y no dije sí hasta ayer [sábado] a las 12 de la mañana". La víspera también habló con Sánchez, donde le anticipó que le comunicarían los resultados, y ahí vio que tenía un "margen de decisión" estrecho, porque las bases le habían aclamado como su cabeza de cartel y por la "respuesta ciudadana". Gabilondo también precisó que no había hablado previamente con la gestora, hasta este sábado, cosa que agradeció. 

En resumidas cuentas, el sí definitivo se produjo el sábado, nunca antes aceptó el reto "en ninguna conversación privada ni pública, ni con militantes ni con familiares". También admitió que había "cierta inquietud" dentro del partido por lo que él podría responder. "A mí me han llamado, yo no he llamado. Nunca me habían hecho una propuesta explícita hasta que se produjo en Madrid un cambio de la situación por la Secretaría General", agregó. Ni él puso condiciones ni tampoco se las han puesto. 

"Sabremos leer" el mensaje de los ciudadanos

Pero también dijo porque se siente obligado a no "eludir el desafío" que supone poner en marcha un "proyecto inclusivo y sostenible" que piense en quienes están en situación de pobreza, los que han perdido su trabajo o su hogar, o la situación de la sanidad, la educación, la investigación, la universidad, las políticas sociales, la cultura y en especial "el doloroso e implacable" empleo "o subempleo". 

A Gabilondo se le preguntó insistentemente por los pactos. Muy a cuento tras la última encuesta, la de Metroscopia para El País, publicada este domingo, que, como otras anteriores, siguen situando al PSM como tercera fuerza (17%, 23 escaños), por detrás del PP (28%, 38 actas) y de Podemos (24,6%, 34 diputados en una Asamblea de 129 asientos). El exministro de Educación reconoció que el panorama es "difícil", pero la palabra "pactar" no le "desagrada". "Soy un gran defensor de los acuerdos y de los consensos". Pero estos deben forjarse sobre las "propuestas" y los contenidos. Lo que quiere es un "proyecto de mayorías, de dimensión social, de políticas públicas, de preocupación por instituciones justas y por reconstruir la democracia, y de atender a los que están en situación de mayor vulnerabilidad". Así que "todo el que quiera participar en este proyecto, está convocado, esté donde esté, en este partido o en otro o en ninguno". "Si los ciudadanos mandan un mensaje claro, lo sabremos leer", aseveró. 

"Pacto para reconstituir la democracia en Madrid"

Gabilondo anticipó que no descalificará "a ninguna formación, ni al PP ni a Podemos, ni a Ciudadanos ni a nadie". "Sí disentiremos en algunos puntos", añadió. Con Podemos comparte el "análisis" sobre ciertos aspectos, como el desgaste de las instituciones o las lagunas de participación, pero discrepa de su voluntad de ruptura del régimen de 1978 o la división entre casta y ciudadanos. Incluso tiene "amistad personal" con algunos de los dirigentes de la formación de Pablo Iglesias, a los que conoce del mundo universitario. A su vez, la derecha "es muy plural". Con los "neoliberales" él se lleva "peor", pero otros, a su juicio, sí tienen más "inquietud social", y "con estos igual se puede hablar". Aunque marcó líneas rojas: "Quienes tengan una visión depredadora de la sociedad no encontrarán aquí acomodo", tampoco los de la "dinerología", sí los que crean en la "equidad" y la "mejora del bienestar". "Pero, repito, ningún pacto de entrada, sino voluntad de mayorías". El exministro también se dirige a los que no tienen carné de partido. A todos se dirige y a todos convoca, porque lo importante es un "pacto social para reconstituir y fortalecer la democracia en Madrid". "Por eso perdonen que no pacte esta tarde con nadie", bromeó. 

¿Será su proyecto distinto del de Gómez?, se le preguntó. Porque el exlíder del PSM sí reiteraba que jamás pactaría con el PP, y de hecho culpó en su despedida a Sánchez de haberse "subido al caballo" del desgaste que iniciaron los conservadores en su contra. Gabilondo subrayó que no pretende "combatir" la gestión hecha por el anterior secretario general, ni tratará de tomar "distancia" con él, por quien profesa "respeto" y con quien mantiene "una buena relación". Insistió en que se siente "legitimado" por el apoyo de las asambleas, y que la decisión de haber hecho o no primarias era de la gestora, no suya. No obstante, sí manifestó que, a menos de cien días de los comicios, "es hora" de que se mire a los ciudadanos y se dé carpetazo a "historias orgánicas e internas". De modo que no considera que comparezca a las urnas con el "pecado original" de no haber sido aupado en primarias, aunque sí consciente del reto, que no es lo más "cómodo" que ha soñado en su vida. "Si hay ventajas, voy a tardar un ratito en verlas", ironizó. 

Sí a los debates

Su hermano Iñaki Gabilondo le aconsejó, nada más ser defenestrado Tomás Gómez, que no se metiera "en la boca del lobo", en un partido tan complejo como el PSM. "No se fíen, igual soy yo la boca del lobo", respondió, haciendo chanza. Su objetivo es "no interferir, no molestar" en cuestiones internas, no creerse que lo sabe todo cuando acaba de aterrizar, así que se comportará, prometió, "como un buen primerizo". No teme que se impugne el proceso. Él quiere seguir hasta el final pero si se trunca porque prosperen los recursos, ya sabe qué hacer, seguir su vida como "modesto profesor" de Filosofía: "Yo con Aristóteles, Platón, Kant, Hegel y Nietzsche suelo pasar algunos días de mi vida". Otra cucharada de humor y risas en la sala.

"Sólo tengo una obsesión: los ciudadanos de Madrid y la resolución de sus problemas, y si no somos capaces de eso, el PSOE el 24 de mayo estará peor que ahora, por lo que tendré que trabajar mucho", reconoció con modestia. Ni siquiera se le ha pasado por la cabeza el "quiero ser presidente". Por ahora, se siente legitimado para ser "candidato". Ya vendrán las urnas. No rehúye los debates electorales entre aspirantes. Los juzga "indispensables" y no tiene "inconveniente" en el formato, sea más abierto o con más contrincantes. 

Gabilondo dijo no sentirse "perjudicado" por haber pertenecido al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, del que fue ministro de Educación entre 2009 y 2011. Más bien al contrario, lo asume con "orgullo". Ni tampoco quiso entrar en la buena valoración que le dan las encuestas. Confesó sospechar de quienes se proclaman líderes, cuando "son los demás los que te eligen". 

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El candidato exhibió aplomo, diálogo y humor en su hora de comparecencia, el arranque de su carrera hacia el 24 de mayo. Eso en Madrid. Desde León, donde presentaba al aspirante autonómico, Luis Tudanca, Pedro Sánchez enhebró una breve defensa de su elegido para desplazar a Gómez: "Va a ser el mejor presidente de la Comunidad de Madrid, es un orgullo, ser independiente no está reñido con el compromiso político ni con la política limpia". Era la primera vez que Sánchez se refería a él. El líder socialista ha intentado pasar en este viaje de perfil, sin prodigarse en declaraciones públicas –las han hecho su número dos, César Luena, y el jefe de la gestora, Rafael Simancas–, pese a que la decisión fue suya y por la que se le pedirán resultados

Le felicitó igualmente la presidenta andaluza, Susana Díaz, a quien Gabilondo llamó este sábado, según contó ella misma: "Con todo el cariño y el afecto que le tengo, le trasladé mucho ánimo e ilusión para el camino que tiene por delante, porque tiene que recuperar la confianza de los ciudadanos de Madrid". Díaz no se quiso pronunciar sobre la fórmula elegida por el secretario general, porque quiere centrar toda su energía en su propia campaña, en sus elecciones del 22 de marzo.

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