Galicia revalida el Gobierno del PP y salva a Feijóo

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El PP ha conseguido este domingo revalidar su mayoría absoluta en Galicia por quinta vez consecutiva. Y lo ha hecho a pesar del escenario agónico que dibujaban las encuestas salvando, de paso, el liderazgo de su presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, cuyo futuro político estaba indisolublemente vinculado a conservar del Gobierno de la Xunta que él presidió trece de los últimos quince años.

Feijóo, volcado en la campaña, ha conseguido que su partido resista mejor de lo esperado a pesar de los errores cometidos en los últimos días, entre los que destaca la revelación de que es partidario de una solución política para Cataluña (el PP defiende oficialmente lo contrario) y de la el bajo perfil de su sucesor, el pontevedrés Alfonso Rueda, que ni siquiera acudió a dos de los tres debates organizados durante la campaña.

Los 40 diputados del PP (dos más de los que necesita para disfrutar de mayoría absoluta) son dos menos que los conseguidos en 2020 (uno por A Coruña y otro por Lugo), pero permitirán a Feijóo superar con éxito cualquier crítica interna por la forma en la que ha llevado la campaña y mantener el timón de la estrategia de la derecha de cara a las elecciones que vienen: las que se celebran en los próximos meses en el País Vasco y la que tendrán lugar en junio al Parlamento Europeo.

La mayoría absoluta alcanzada tiene más mérito que otras del pasado teniendo en cuenta que la ha conseguido a pesar de que Democracia Ourensana (DO), su socio natural en esta provincia, también ha conseguido un escaño (8,87% en su circunscripción) y de que la ultraderecha de Vox le restó un 2,19% de los sufragios. Sin olvidar que ha tenido lugar en un escenario de enorme esfuerzo de movilización protagonizado por la izquierda. DO, sin embargo, ha perdido la oportunidad de ser la llave de la mayoría del PP, que es lo que esperaba para forzar un incremento de inversiones en Ourense.

Al final, la candidatura del PP ha alcanzado un 47,36% de los votos, a falta del escrutinio del voto del exterior, que no comenzará hasta el próximo lunes, al mismo nivel que Feijóo en 2020 y por encima de él en número de votos (700.491).

El éxito del BNG, el fracaso del PSOE

El gran avance del BNG (25 escaños, seis más que en 2020, dos por A Coruña y Pontevedra y uno por Lugo y Ourense, gracias a un potente 31,57%), con Ana Pontón a la cabeza, pulveriza el techo histórico de votos y escaños del nacionalismo gallego, pero ha acabado siendo insuficiente para compensar el derrumbe del voto socialista. El PSdeG-PSOE de José Ramón Gómez Besteiro (9 escaños, cinco menos que hace cuatro años, apenas un 14,04%) ha quedado muy por debajo de lo que esperaba la dirección de Ferraz, confirmando los vasos comunicantes que mueven el voto de la izquierda favor del Bloque o del PSOE en función de la convocatoria de que se trate.

Mucho peor le ha ido a Sumar (1,9%), la formación de Yolanda Díaz, con Marta Lois como candidata, y a Podemos, que presentaba a Isabel Faraldo (0,26%). Ninguna de las dos formaciones ha estado cerca siquiera del 5% que la ley electoral gallega exige para optar al reparto de escaños. Como consecuencia de ello, su porcentaje de voto ni siquiera ha contado para la distribución de diputados.

Este desenlace permitirá a Feijóo redoblar su estrategia en contra de Sánchez con la vista puesta en las elecciones de este año, especialmente las europeas. Su objetivo sigue siendo deslegitimar el objetivo del Gobierno de sacar adelante la ley de amnistía.

El líder del PSOE, por su parte, afronta el peor resultado de la historia del socialismo en Galicia, no tanto por culpa del PP como del BNG, que ha sabido sintonizar mucho mejor con la izquierda gallega. El PSdeG-PSOE, deshecho tras las luchas internas que se desencadenaron tras la derrota de Emilio Pérez Touriño y sometido a los vaivenes de liderazgos frágiles —desde 2009 han pasado por la secretaría general cinco personas— sigue siendo incapaz de hallar su sitio en Galicia.

Galicia decide su futuro (y el de Feijóo)

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La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, asumió la celebración de Génova ante los medios en una rueda de prensa en la que sentó las coordenadas en las que Feijóo planea situar el resultado. Espera, subrayó, que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, haya “aprendido la lección” tras el castigo que ha sufrido el PSOE. El Partido Socialista tiene que hacer “una reflexión profunda” tras lo ocurrido en esta campaña porque, a su juicio, ha logrado “el peor resultado de su historia” al “abandonar sus principios”. “Esperemos que hayan aprendido la lección que el 18 de febrero deja al Partido Socialista en Galicia y a Pedro Sánchez”, remarcó.

En una comparecencia en la sede del PP, Gamarra señaló que este resultado evidencia “la fortaleza del PP”. “Este es un gran día, un gran día para nuestro país. España se jugaba mucho en Galicia y los gallegos han sabido responder a favor de Galicia y a favor de España y han respondido como ellos saben hacerlo, con la participación más alta de los últimos 16 años en unas elecciones autonómicas”.

Alfonso Rueda cerró la noche electoral ante los seguidores del PP. Allí combinó su agradecimiento a la militancia, a Mariano Rajoy y, en particular, a Alberto Núñez Feijóo, con reproches por los ataques que, dijo, recibieron en campaña él su familia, censuras a quienes “se arrogaron” la dignidad de Galicia y recriminaciones a “alguno o alguna” que “no tienen claro” que “nos sentimos tan orgullosos de ser gallegos como españoles”. “Hoy Galicia votó por el ‘sentidiño’. La decisión correcta para Galicia y para España”. 

El PP ha conseguido este domingo revalidar su mayoría absoluta en Galicia por quinta vez consecutiva. Y lo ha hecho a pesar del escenario agónico que dibujaban las encuestas salvando, de paso, el liderazgo de su presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, cuyo futuro político estaba indisolublemente vinculado a conservar del Gobierno de la Xunta que él presidió trece de los últimos quince años.

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