28A | Elecciones generales

Los líderes autonómicos de Podemos respaldan que Iglesias pida a Sánchez entrar en el Gobierno

Pese a que el PSOE no parece muy por la labor, Unidas Podemos redobla su apuesta por una coalición entre ambos partidos para conformar el próximo Gobierno. Ese fue el principal mensaje que transmitió este lunes el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en en el análisis de los resultados electorales que realizó ante la dirección de la formación morada, donde la mayor parte de sus líderes autonómicos avalaron la estrategia. Unos resultados que, según señaló, lejos de ser una "debacle", dan a Unidas Podemos la "fuerza suficiente para el objetivo de construir un Gobierno parlamentariamente estable y de izquierdas".

Iglesias realizó su análisis este lunes ante el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos –su máximo órgano entre congresos–, donde insistió en la misma valoración que ya hizo en la noche electoral y en la propia campaña. El líder de Unidas Podemos volvió a insistir en que el tiempo de los Ejecutivos de un solo partido ha terminado y en que, "incluso desde una posición modesta", su formación quiere entrar en el Gobierno porque es allí donde hay realmente "posibilidades de cambio".

Según confirmaron fuentes presentes en la reunión, la mayor parte de los secretarios generales autonómicos de Podemos apoyaron la tesis de Iglesias, que considera fundamental para el futuro de Unidas Podemos acceder al Ejecutivo. Con mayor o menor intensidad, los barones se muestran proclives a pactar con el PSOE, si bien un secretario general autonómico advierte de que una entrada al Gobierno de Sánchez no puede ser "simbólica" o limitarse a puestos técnicos. Si Unidas Podemos entra al Gobierno, sostiene este dirigente, tiene que ser en cargos de importancia, algo que le ayudaría a evitar quedar como un mero apoyo del PSOE.

Las fuentes consultadas explican que la única dirección territorial que se opuso frontalmente a un pacto con los socialistas fue la andaluza, comandada por Teresa Rodríguez, quien ya en la mañana del lunes criticó públicamente la pretensión de forjar una coalición con Sánchez. De hecho, en su discurso inicial, el propio Iglesias lanzó un mensaje dirigido a esos críticos. "Si no se pudieran cambiar las cosas desde el Gobierno, ¿cómo es posible que los principales bancos a nivel internacional estén diciendo al PSOE que no gobierne con nosotros?", se preguntó retóricamente.

Iglesias se reúne con Sánchez

Tras recibir el aval de los líderes territoriales de Podemos, Iglesias planteará de nuevo su pretensión al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión que mantendrán ambos este martes en la Moncloa. En este sentido, Iglesias avanzó a la dirección de su partido este mismo lunes su voluntad de "ceder, escuchar, empatizar" y negociar "sin lineas rojas, sin ultimátums" y "sin arrogancias", sabiendo que "la iniciativa le toca tomarla al PSOE", pero también reafirmándose en que "desde la reunión de mañana" Unidas Podemos va a plantear formalmente la formación de un "Gobierno con base parlamentaria amplia".

En este sentido, además de para su organización, Iglesias quiso transmitir el mensaje de que un Ejecutivo conjunto sería bueno para el país. "Es nuestra obligación convencer al PSOE de que la estabilidad es buena para España", y esa estabilidad solo será posible conseguirla si Sánchez tiene el apoyo asegurado de los 165 diputados que tienen conjuntamente los socialistas y Unidas Podemos, ya que "un Gobierno sostenido solo por los 123 escaños del PSOE tendría enfrente, como poco, los 149 escaños de la derecha estatal", aseguró Iglesias. Los socialistas "deben liderar" el Ejecutivo, "pero no pueden caminar solos como en otras épocas", zanjó.

Así las cosas, el líder de Podemos pidió "inaugurar una nueva época de colaboración y confianza" entre ambas formaciones. "Es vergonzoso ver que tenemos tantos recelos y desconfianzas", lamentó en este sentido Iglesias, pese a que apenas unos segundos antes había alertado contra los "elementos" dentro del PSOE que buscan que Sánchez "se apoye en la derecha" a la hora de poner en práctica políticas económicas. "Pero también puede haber sectores en el PSOE que quizá no vean con malos ojos hacer un Gobierno con nosotros en la proporción que dan los votos, pero que desconfían de nosotros y les preocupan las dificultades de hacer algo que es común en Europa" pero "que nunca se ha hecho a nivel estatal", y ante eso "nos toca demostrar madurez, tranquilidad, firmeza en nuestras convicciones y capacidad de dialogo", planteó.

Una autocrítica de baja intensidad

Y si Iglesias no se movió en lo relativo a los pactos y repitió el mismo discurso que lleva manteniendo desde la campaña electoral, tampoco hubo novedades en el análisis del resultado de Unidas Podemos, que ha pasado de 71 a 42 diputados en las últimas elecciones. El líder de la coalición morada aseguró que es hora de hacer "autocrítica" para entender esos resultados, pero lo cierto es que, de los tres motivos que expuso para justificar su caída en votos –la gestión de los conflictos internos, las "cloacas del Estado" y el problema territorial"–, solo el primero puede considerarse como tal.

"Nuestras disputas internas no se han circunscrito a los periodos asmablearios, sino que han sido permanenetes, y las hemos gestionado de forma vergonzosa" y eso ha producido una "imagen de pérdida de frescura" en Podemos, afirmó Iglesias en la misma línea en la que lo hizo la misma noche electoral. "Pero sería ingenuo no valorar otros elementos", planteó: "las cloacas", "años de montajes" que "han tenido efectos" perjudiciales contra Podemos, y "la excepcionalidad catalana" y la aparición de Vox, que –según Iglesias– "ha podido empujar a alguna gente" que votó a Unidos Podemos en el pasado a elegir la papeleta de partidos nacionalistas o del PSOE.

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