Un 'lobby' alimentario se organiza para 'lavarle la cara' al aceite de palma

La bollería industrial, los chocolates y mantequillas, y en general los alimentos precocinados tienen entre sus ingredientes habituales  el aceite de palma. Ahora, un grupo de empresas del sector alimentario han creado un lobby cuyo objetivo es lavarle la cara al tan denostado ingrediente, no solo por sus más que cuestionables valores nutricionales, sino por el castigo al que somete desde el punto de vista medioambiental a países como Indonesia.

El lobby se ha puesto el nombre de Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible y se presenta como una organización sin ánimo de lucro que agrupa a las compañías comprometidas con la utilización del aceite de palma "100% sostenible".

El aceite de palma se obtiene de una planta conocida como palma africana. Más allá de uso alimentario, este tipo de aceite se utiliza en otros productos cosméticos como cremas o pasta de dientes, y en la producción de biodiesel. Su uso masivo se justifica principalmente por lo económico que es comparado con otras grasas o aceites con otro origen que podrían sustituirlo. Por otra parte, su perfil de ácidos grasos saturados es poco saludable.

A esta nueva entidad nacida para defender al aceite de palma pertenecen gigantes empresariales que quizá no le suenen al consumidor. A ella pertenecen multitud de compañías como Unilever, que fabrica y vende productos de nada menos que 400 marcas de todo el mundo, desde los desodorantes Axe y Rexona, pasando por la pasta dentífrica Signal, los productos de limpieza Cif o Skip, hasta llegar a Knorr, Hellman's o Maizena, y que ha sido señalada en varias ocasiones por su desprecio hacia la forma de obtener el aceite de palma.

También forman parte de la entidad Ferrero, fabricante de los famosos bombones y la Nutella; Natra, que produce ingredientes para alimentos industriales; Lipsa, que elabora productos alimenticios humanos y animales; y Gracomsa y Vandemoortele, ambas productoras de margarinas y aceites.

La fundación pretende participar en el debate surgido a raíz la polémica suscitada en los últimos meses, desde que a principios de abril las principales cadenas de supermercados de España comenzaran a reclamar a los proveedores que dejasen de utilizar aceite de palma en la medida de lo posible. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria también manifestó sus dudas al detectar compuestos carcinógenos cuando este tipo de aceite se cocina a más de 200 grados.

Según ha podido saber infoLibre, el asesor de esta nueva entidad es Horacio González, exdirector general de la patronal de la industria alimentaria española, que sostiene que los distribuidores solo han hablado "con los fabricantes" y que la fundación aportará "evidencias científicas".

No obstante, el aceite de palma no es polémico solo desde le punto de vista nutricional. Aministía Internacional denunció el pasado diciembre que el aceite de palma produce trabajo infantil y forzoso, además del impacto negativo sobre el medio ambiente, especialmente en Malasia e Indonesia, los dos países productores de este tipo de aceite. 

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Sin embargo, González sostiene que el aceite de palma es un ingrediente "muy versátil" y asegura que "da consistencia y permite que los productos se conserven mejor", además de que la fundación exige a sus miembros "que usen aceite de palma sostenible o que estén en proceso de conseguirlo". 

Con la vista fija en 2020, aseguran, se han marcado como objetivo que todas la empresas de España que utilicen aceite de palma en la elaboración de sus productos pasen a utilizar aceite sostenible.

Asimismo, la fundación colaborará con la European Palm Oil Alliance y otras iniciativas europeas para combatir la "desinformación" en torno al polémico ingrediente.

La bollería industrial, los chocolates y mantequillas, y en general los alimentos precocinados tienen entre sus ingredientes habituales  el aceite de palma. Ahora, un grupo de empresas del sector alimentario han creado un lobby cuyo objetivo es lavarle la cara al tan denostado ingrediente, no solo por sus más que cuestionables valores nutricionales, sino por el castigo al que somete desde el punto de vista medioambiental a países como Indonesia.

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