4M | Elecciones en la Comunidad de Madrid
Mónica García se consolida como líder de la izquierda y convierte a Más Madrid en segunda fuerza en la Asamblea
En el ático del número 30 de la Gran Vía el sabor de la noche electoral ha resultado agridulce. La victoria arrolladora de Ayuso supone en sí misma un fracaso electoral sin paliativos, uno más, del conjunto de la izquierda madrileña. Sin embargo, en medio de las tinieblas progresistas emerge la figura de Mónica García como líder de la oposición al Partido Popular, un título que seguramente ya muchos le otorgaban por su trabajo parlamentario durante la gestión de la pandemia. La diferencia es que ahora, además, lo convalida en las urnas.
Más Madrid se convierte en segunda fuerza política en la Asamblea de Vallecas. Iguala en escaños al hundido partido socialista de Ángel Gabilondo pero lo supera en 4.500 votos tras alcanzar la cifra de 616.660 papeletas, un 16.97% del total. El resultado supone un ascenso notable: más de dos puntos, cuatro escaños y casi 140.000 votos por encima de lo obtenido en 2019 por la candidatura de Íñigo Errejón, fundador del partido.
En rueda de prensa posterior al escrutinio, la propia Mónica García ha huido de triunfalismos destacando que “hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos, pero no ha sido suficiente". Ha añadido que “asume el compromiso liderar la alternativa y el cambio en la Comunidad de Madrid. Esta noche se demuestra que hay un espacio político verde, feminista y madrileño, que no solo se consolida, sino que tiene un amplio margen de crecimiento".
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Tras alternar la labor de oposición a Isabel Díaz Ayuso con su trabajo como médica en el Hospital 12 de Octubre, Mónica García lanzó al inicio de la precampaña electoral una dura crítica a Pablo Iglesias por su propuesta de lista unitaria de la izquierda cuando anunció que él también se presentaba a las elecciones. La candidata de Más Madrid zanjó pronto el debate: “Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que luego en los momentos históricos nos aparten”.
A partir de ahí, su campaña ha consistido en “huir del ruido” a toda costa para priorizar “lo que de verdad importa”, frase que acabaría convertida en lema. “Frente al ruido o las ocurrencias, me he dejado la piel en una política dirigida a las buenas ideas y al respeto a las cosas que importan”, ha dicho este martes en su comparecencia.
Ser el azote de Ayuso en la gestión de la pandemia y mantener un discurso firme pero calculadamente antihistriónico la han acabado catapultando hasta donde pocos hubieran imaginado hace solo unos meses, cuando los niveles de conocimiento por parte del electorado de la candidata de Más Madrid eran muy bajos. Durante la campaña, García y Más Madrid han conseguido consolidar la candidatura de una formación modesta, con apenas un par de representantes a nivel estatal en el Congreso de los Diputados, en la punta de lanza de la oposición al PP.
