Entrevista a José Manuel López

“Podemos no se está moderando, estamos pasando del diagnóstico a las propuestas”

“Podemos no se está moderando, estamos pasando del diagnóstico a las propuestas”

José Manuel López Rodrigo (Madrid, 1966) comienza la entrevista con prisa: la campaña electoral se acerca y el candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid va de un acto a otro inmerso en la vorágine de la precampaña. Esa misma tarde, el propio López presentó junto al líder del partido, Pablo Iglesias, y otros candidatos autonómicos el programa marco de Podemos para las elecciones del 24 de mayo. Su responsable de prensa avisa: el aspirante tiene sólo alrededor de media hora para responder sobre propuestas, posibles pactos y la discusión sobre el modelo de Podemos, un tiempo en el que desglosará los puntos fundamentales de su programa.

PREGUNTA: ¿Cómo se definiría ideológicamente? ¿Es socialdemócrata, socialista, bolivariano?

RESPUESTA: Yo soy una persona muy comprometida desde siempre con los temas de la justicia social y una persona progresista, pero muy centrado en las desigualdades y la justicia social.

P.: Las últimas encuestas sitúan a Podemos en la Comunidad de Madrid en el cuarto lugar, muy cerca del segundo y el tercero. ¿Ese resultado sería un fracaso para Podemos?

R: Podemos no nace como una fuerza de oposición, sino como una fuerza de Gobierno, y en eso estamos trabajando, en la idea del cambio. Algo que indica que el cambio ya es seguro es que cuatro de cada diez personas que van a votar no han decidido a quién, y eso no había pasado desde la Transición. De lo que se trata ahora es de ver cómo esas personas deciden a quién votar. Nosotros estamos pasando a una nueva fase: hemos sido capaces de hacer un muy buen diagnóstico y lo que estamos haciendo ahora es pasar esa foto a propuestas, y creemos que esas propuestas nos van a ayudar a ganar gente para empezar a generar el cambio, porque nos estamos jugando si hay cambio o hay alternancia. La alternancia ya la conocemos, y hay que trabajar sobre el cambio, sabiendo que nadie va a gobernar con mayoría absoluta.

P.: Se ha escapado como los políticos profesionales. ¿Quedar cuarto sería un fracaso?

R.: Nosotros estamos pensando en gobernar, lo digo sinceramente, no estamos haciendo cálculos de plan b o plan c. Nuestra idea es gobernar, estamos trabajando en un proyecto de Gobierno y a partir del día 25 ya veremos lo que pasa. Ahora mismo lo que hay es un empate técnico, aunque Podemos tiene una intención de voto directo más alta que el resto, pero las encuestas no son relevantes ni cuando te van bien ni cuando te van mal. Lo que hay es un cambio en el bipartidismo, y hay que trabajar en esa dirección.

P.: Cuatro de cada diez ciudadanos no saben a quién votar. ¿Qué se plantea Podemos para convencerlos?

R.: Lo que estamos haciendo es poner las propuestas encima de la mesa, que es la clave. Esta tarde [por el martes] se plantea el programa marco y a partir de mañana estaremos contando cosas: ya empezamos la semana pasada con el banco del agua, y mañana [por el miércoles] tenemos un acto para explicar cómo resolver el tema de la vivienda haciendo evolucionar el IVIMA a una agencia pública de alquiler. Y en esas estamos, poniendo encima de la mesa las propuestas que van a llevar al cambio.

P.: Insiste en la idea de cambio y entiendo que eso pasa por que el PP no siga gobernando en la Comunidad de Madrid. ¿Podemos estaría dispuesto a apoyar al PSOE para que haya un cambio de Gobierno?

R.: Una prioridad es que el PP deje de gobernar la Comunidad de Madrid porque la ha arruinado y ha generado un sistema muy desigual. Madrid es rica porque es Madrid, y va a seguir llegando el movimiento a la economía, pero es muy desigual. Pero estamos hablando del cambio: el otro día me planteaba un candidato que estaban dispuestos a liderar los pactos y yo le decía “perfecto, nosotros estamos dispuestos a liderar el cambio”. Si hay cambio y hay una propuesta diferente pactaremos, pero es importante que haya cambio, porque los pactos ya los conocemos. Se ha pactado para muchas cosas, desde cambiar el artículo 135 de la Constitución hasta implantar una bonificación del impuesto de patrimonio en la Comunidad de Madrid. El pacto es una herramienta pero no tiene valor en sí: lo importante es que la ciudadanía está planteando un cambio diferente, y sobre eso hablaremos con quien sea.

P.: Pero “con quien sea” es PSOE e IU, ¿no?

R.: Sería muy difícil que con el PP, que ha arruinado la Comunidad, trabajáramos, pero para pactar con nosotros algunos tienen que cambiar mucho las políticas.

P.: ¿El PSOE?

R.: Los que se pongan delante de nosotros tendrán que cambiar mucho las políticas, porque hay políticas que están planteando que son complejas. Hay partidos que tenían candidatos en primarias y ahora no están porque no eran ganadores aunque estaban legitimados, entonces bueno… Si vamos a hablar de regeneración democrática, vamos a hablar con seriedad y con una forma de hacer diferente.

P: ¿Ciudadanos le está comiendo el terreno a Podemos?

R.: Hay dos ejes fundamentales. Uno es la regeneración del sistema político y la corrupción, que es una de las claves que la sociedad española no sostiene. El otro es la desigualdad: lo que nos estamos jugando es salir de la crisis con menos desigualdad, porque podríamos llegar a salir con más desigualdad que antes, con la gente rica más rica y la mayoría social empobrecida. Nosotros ponemos esos dos ejes: para hablar sobre la transparencia y la corrupción, bienvenido todo el mundo, porque necesitamos una regeneración; pero también es importante la desigualdad, y en esa lógica no se puede estar a la vez con el que desahucia y con el desahuciado. Nosotros tenemos claro con quién estamos, y hay que pedirle al resto de fuerzas que se mojen en esos dos ámbitos.

P.: ¿La dimisión de Juan Carlos Monedero le puede hacer daño electoralmente a Podemos?dimisión de Juan Carlos Monedero

R.: No lo creo, somos un partido bastante abierto y nuestras dinámicas. Juan Carlos lleva ya meses pensando que su dinámica de articulación no era la que le interesaba personalmente. Él ha coordinado un programa, y eso es algo que requiere un papel, una dinámica, un trabajo, y Juan Carlos es más un intelectual que aporta muchísimas cosas al proyecto de Podemos. Esa tensión, sumada a la tensión provocada por el hecho de haber estado en el centro de la vida pública, y que no podía dar un paso sin que alguien le dijera algo, le ha generado mucho cansancio. Cuando a Juan Carlos le ocurrió lo de su declaración se nos decía “Monedero hace daño dentro”, y ahora se dice “Monedero hace daño fuera”. Yo creo que ni antes hacía daño ni ahora tampoco; obviamente ha sido un tema de agenda estos tres días, pero ahora estamos con otra agenda.

P.: El posible daño electoral no es por Juan Carlos Monedero como persona, sino porque en general cuando se transmite idea de división dentro de los partidos los electores la suelen castigar.

R.: Dentro de Podemos no hay una división, no hay dos almas, en Podemos hay mil almas. Si uno ve cómo se ha construido el programa… en la Comunidad de Madrid hemos tenido más de 250 reuniones y al final lo que tenías eran 500 hojas de cosas muy concretas. Y el problema no era de debate interno político, sino de cómo traducimos esas 500 hojas a 200, esas 200 a 150 y esas 150 a 80 sin que nadie se sintiese dolido. Y poner en marcha todo un sistema desde una lectura más parcial a una más global ha costado mucho. Pero la ventaja es que somos muy transparentes, todas las discusiones son discusiones y no hay que esconderlas.

P.: Entonces no cree que Podemos se esté moderando.

R.: No, estamos pasando de la fase del diagnóstico a la de las propuestas. Pero nuestras propuestas tienen que ver con el diagnóstico, y si hemos hablado de desahucios lo que estamos dando es una propuesta para resolver ese tema. Si estamos hablando de que nos han robado Bankia, estamos dando una solución a tener un banco que nos permita otro tipo de cuestiones a partir de nuestro diagnóstico. Hemos pasado tres fases: primero estar en las plazas indignados, cuando se nos dijo que así no se hacía la política y que había que hacer un partido –alguno igual se arrepiente de esas palabras-, luego hacer un partido y dar el diagnóstico, y ahora presentar las propuestas. Y esas tres fases no las quemamos, sino que las acumulamos. Lo que queremos es recuperar las plazas, ya no para protestar sino para vivir, y por eso necesitamos un sistema de diagnóstico permanente. Parte de lo que ha hecho Podemos es asegurar que la política está en el bar, donde ya no sólo se habla de fútbol sino que también se habla de política: hay que mantener esa dinámica y que la ciudadanía vuelva a empoderarse.

P.: ¿Y los círculos siguen manteniendo el poder del principio?

R.: El programa se ha escrito en un trabajo muy complejo con los círculos, porque hay círculos temáticos y territoriales. Recogimos las propuestas de los temáticos, les dimos una vuelta, se las devolvimos a los territoriales con una metodología para que pudiesen participar… Además, el Consejo Ciudadano de Madrid y la gente de la lista a la Asamblea se repartió entre los círculos y estuvieron dos días trabajando con ellos… Los procesos participativos son lentos pero son muy interesantes, y en una organización tan grande como Podemos en términos de participación hay que resolverlos así. El programa no ha estado listo antes porque los círculos tenían que participar, pero así está mucho más legitimado y tenemos mucha seguridad en lo que estamos diciendo.

P.: Han comentado desde el principio, y no sólo a nivel de Madrid sino a nivel estatal, que una de sus grandes propuestas es la auditoría de la deuda pública. ¿En qué consistiría esa auditoría y cuáles serían sus fines?

R.: Nosotros tenemos un problema serio, y es que toda la red clientelar que se ha generado en Madrid para llevar a cabo las grandes obras es lo que nos ha endeudado. Y eso lleva a dos problemas: uno es la corrupción, donde hay gente que se ha llevado dinero o que tiene un ático, pero el otro es cómo nos endeudamos: estamos hablando de las radiales, del hecho de tener ocho hospitales que no necesitábamos y que nos van a costar 3.500 millones… y esas cosas son legales. Entonces, ¿qué vamos a hacer? Según lleguemos, una de las primeras medidas que tendremos que tomar es montar una comisión en la Asamblea de Madrid sobre la deuda y analizar cómo se ha contraído. Si hay alguna cosa irregular va a ir a los tribunales. Aguirre decía el otro día que quería montar “oficinas contra la corrupción”, pero esas oficinas se llaman tribunales y lo que necesitan son medios y personas para funcionar, no Ciudades de la Justicia. Lo que no puede ser es que tengamos 25.000 millones de deuda cuando en 2008 teníamos 10.000. Se han construido instalaciones que los madrileños no necesitaban, como la Caja Mágica, la Ciudad de la Justicia o seguramente esos ocho hospitales, porque ahora tenemos menos camas que antes y hospitales con plantas enteras clausuradas.

P.: ¿Se plantean cerrar algunas de estas instalaciones o, ya que están construidas, van a utilizarlas?

R.: Una vez que están construidas tenemos que saber aprovecharlas. No se trata de darle al reset, eso no tiene sentido, pero hay que reorganizarlo. Por ejemplo, en el caso de los hospitales se construyeron ocho hospitales en zonas donde el PP perdió las elecciones cuando en la sierra norte, que es un sitio necesitado de centros, no haya nada porque hay muy pocos votantes. Pero esos hospitales no tienen casi recursos, así que hay que replanificar todo el sistema sanitario aprovechando lo que tenemos. Y hay que eliminar el tema de las externalizaciones: no solamente es que haya plantas clausuradas, sino que también hay aparatos inutilizados mientras hay pruebas que se externalizan a la sanidad privada. Con nosotros eso se va a acabar desde el primer día, porque las externalizaciones sanitarias se acaban con una decisión, y vamos a recontratar a parte del personal y vamos a poner a funcionar los recursos públicos, que son más baratos y están ahí.

Además, tenemos que volver a la sanidad de atención primaria, que ahora mismo está descuidada, lo que significa que mucha gente no pide hora para ella, porque como te la dan para cuatro o cinco días después ya no te renta. Al final la gente, cuando está mal, lo que hace es irse a urgencias, lo que es muchísimo más caro y colapsa el sistema. Hay que volver a lo transversal: metamos recursos en atención primaria y que el hospital sólo sea un paso en el proceso sanitario.

P.:En cuanto a estos ocho hospitales de gestión mixta –los servicios sanitarios son públicos, pero otros como la cafetería son privados–, ¿se plantean hacerlos totalmente públicos?

R.: Vamos a ver primero cómo están los contratos: lo primero es que se tienen que cumplir, y ahora mismo sabemos que no se están cumpliendo. Nosotros estamos pensando en un cambio: ya no estamos defendiendo la sanidad pública, ahora estamos construyendo la nueva sanidad pública. No vamos a estar todo el día removiendo los problemas, aunque vamos a hacerlo, sino que vamos a ver cómo construimos, y para construir vamos a eliminar primero las externalizaciones y vamos a ir a las cosas clave.

P.: ¿Cuál es su modelo alternativo al modelo del ladrillo que critican?

R.: El modelo del ladrillo ha generado mucho endeudamiento y un paro estructural. Gran parte de la gente que está ahora en paro es gente que con 16 años salió del sistema formativo, ha vuelto con 32 años, le quedan treinta y tantos años de vida profesional por delante y no tiene formación. Tenemos que trabajar con esta gente y es lo que vamos a hacer. Vamos a mirar a la UE, que nos está planteando cinco grandes objetivos, dos de ellos claves en términos económicos: el i+D+i y la eficiencia energética. A partir de ellos vamos a promover un proceso de reindustrialización basado en paneles solares, energías renovables, rehabilitación de edificios, sensorización… todos estos elementos podrían ser útiles para reorientar a mucha gente que viene del sector de la construcción y que con poca formación podría incorporarse al mercado del empleo. Y como la Comunidad de Madrid es un mercado muy grande, más que Finlandia o Noruega, eso nos permitiría trabajar internamente para luego exportar.

Un ejemplo muy claro: la sede de Podemos está alquilada a una empresa que se dedicaba a hacer paneles solares en Madrid. Ahora los producen en Alemania y aquí viven de alquilarnos a nosotros la sede. ¿Qué tenemos que hacer? Generemos un sistema de paneles para que en 15 o 20 años toda la energía doméstica venga de paneles solares, lo que permitiría –con una amortización en 6 u 8 años– que las familias no tuvieran que pagar la luz, generaría mucha industria y además a medio plazo se aumentaría la renta disponible de la gente. La UE nos dice que si entramos en la lógica de la transición energética nos va a dar fondos, pero si lo que vamos a hacer es poner más ladrillos no.

P.: ¿Qué tipo de reformas plantean para reducir la desigualdad?

R.: Lo que ocurre ahora mismo es que con las privatizaciones un pequeño grupo accede a todo y un gran grupo no puede: en Sanidad, por ejemplo, prácticamente no se puede acceder porque las consultas tardan cinco días, porque las familias no tienen dinero para comprar las medicinas… Hay dos tercios de los madrileños en una situación de bajada. Nosotros vamos a cambiar la fiscalidad en aspectos clave, como el impuesto de patrimonio: Madrid es la única comunidad que lo tiene bonificado, y aquí son 14.300 personas las que dejan de pagar 602 millones de euros, que es casi el 4% del presupuesto de la Comunidad de Madrid. También vamos a articular el resto de comunidades una armonización fiscal en el impuesto de sucesiones: ahora hay gente que cambia su residencia cuando va a morir para no pagar, así que lo que planteamos es un impuesto de sucesiones conjunto para el Estado, y que sea progresivo. Y también vamos a reducir algunas bonificaciones del IRPF que no tienen mucho sentido, una de las cuales tiene que ver con la educación privada: es lícito que la gente vaya a la educación privada, pero no lo es que se la pueda desgravar, y son casi 30 millones de euros los que se están bonificando a este 5,4% de los madrileños que llevan a sus hijos a la privada. Nosotros vamos a meter directamente ese dinero a la educación pública.

Además, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dice que la Comunidad de Madrid estaría perdiendo unos 1.000 millones de euros por sus sistemas de contratación. Nosotros proponemos hacer cada año una jornada de transparencia en enero, una vez aprobados los presupuestos autonómicos: convocamos a todas las empresas y les contamos cuáles son los procesos de licitación y contratos que van a salir a lo largo del año, de manera que todo el mundo pueda prepararse para aquel contrato que quiera. Eso nos va a permitir ahorrar 1.000 millones en contratos poco claros.

P.: ¿Cómo plantean armonizar los impuestos con comunidades que estén gobernadas por otros partidos?

R.: La armonización habría que plantearla a nivel estatal y se hará para las elecciones de noviembre: nosotros ahora estamos intentando ir con las 13 candidaturas de Podemos a las autonómicas en los mismos términos.

P.: ¿Cómo se traduciría la propuesta de renta mínima a Madrid?

R.: La renta mínima en Madrid es un problema ahora mismo porque se tarda casi 18 meses en conseguirla, y cuando tú tienes esa renta y te sale un trabajo no lo coges porque sabes que cuando salgas de ese trabajo y quieras volver a cobrar la renta no vas a poder hacerlo. En algunos casos, esta renta está anulando la capacidad laboral. Nosotros planteamos una renta mínima mayor que acoja a más gente, y que pueda cobrarse de forma rápida y mientras tanto el perceptor pueda trabajar. De esta forma, si en el trabajo que te sale te pagan menos de lo que cobras por la renta te va a compensar: si tú cobras 600 euros y te sale un trabajo de 400 euros, se te retira menos de esa cantidad. Buscamos que la gente que está en la desigualdad y no tiene capacidad de engancharse al sistema lo haga. Por ejemplo: todo el tema de eficiencia energética que planteamos va a apoyarse en la financiación pública, por eso vamos a enganchar a la gente que cobre la renta mínima con la formación para empezar a generar pequeñas empresas en esa dirección.

P.: ¿En qué cambios legales piensan para Telemadrid?

R.: Nosotros planteamos Telemadrid como la BBC madrileña. Telemadrid debe ser plural, lo que significa que debe tener un gobierno organizado por la sociedad madrileña con un patronato que se cambie cada cuatro años y en el intermedio de los años electorales, para que no coincida con las elecciones: tiene que haber estabilidad institucional. También debe ser diversa en términos territoriales: ahora mismo Telemadrid sólo tiene espacios de interés en aquellos sitios interesante electoralmente para el PP, que son Madrid, el corredor del Henares y el sur: no existe la sierra norte, no existe el Alberche, no existe Aranjuez… Y un tercer tema es que debe ser de calidad, una televisión que ven el 3,5% de los madrileños es que no les interesa.

Esto está vinculado a la cultura, cuya potenciación no está sólo vinculada a dar subvenciones, sino que pasa por generar un espacio donde la cultura madrileña (la música, el cine, los cortos, las producciones televisivas) se pueda desarrollar. Es mucho más interesante poner películas de Madrid que películas de vaqueros que algún productor muy cercano a la Comunidad ha vendido por 230 millones de euros a Telemadrid.

P.:Pero la independencia informativa, ¿cómo debe asegurarse?

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R.: Tú tienes que asegurarte de que eso sale de tu ámbito de decisión, y si esta mayoría elige al director y no cumple con las líneas que plantea el patronato, ese patronato debe fulminarlo. Vamos a intentar sacar la institucionalidad de este mundo, que tú no puedas estar decidiendo sobre ello.

P: ¿Por qué es tan emblemático para Podemos el Canal de Isabel II y que quieren hacer con él?

R.: En Madrid había dos grandes instituciones: el Canal y la caja de ahorros. La caja de ahorros era la confianza y la han roto, uno sólo entiende las preferentes porque la gente mayor lo último que iba a pensar es que aquella caja donde ponía una cartilla a sus hijos nada más inscribirlos en el registro civil le iba a traicionar su confianza. Eso ya se ha perdido, y el Canal han intentado privatizarlo mientras que nosotros queremos que empiece a ser el elemento clave del desarrollo. Vamos a recuperar el agua y a crear un banco del agua que sirva para impulsar el nuevo modelo productivo dando crédito a las universidades y centros de investigación, que ahora mismo investigan a veces sin saber para qué va a servir. Con este banco podemos conseguir financiación del Banco Europeo de Inversiones, que en otras comunidades ha puesto 1.200 millones de euros, y también queremos recuperar las inversiones del Canal en el extranjero, lo que supondría recuperar 500 millones.

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