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Conferencia política del PP

El PP propone copiar el modelo de Grecia para facilitar que sea presidente del Gobierno el candidato más votado

El PP propone que el presidente del Gobierno sea el candidato de la lista más votada

El Partido Popular extiende su propuesta para que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada a las comunidades autónomas y, lo que es más importante, al Gobierno de España. Una "prima de gobernabilidad" que dote de "estabilidad" al partido que más sufragios obtenga en las elecciones. 

Esta es una de las propuestas lanzadas este viernes en la conferencia política que los conservadores celebran en Madrid y que tiene todos los visos de pasar a integrar el programa electoral con el que Rajoy concurrirá a las generales de otoño. El encargado de hacer la propuesta fue el diputado José Antonio Bermúdez de Castro, miembro de la dirección del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados.

Los conservadores reactivan este debate, que ya agitaron el pasado verano, después de haber visto cómo los pactos entre fuerzas de la izquierda les hacían perder todas las mayorías absolutas en las comunidades autónomas y cómo se les iban de las manos ayuntamientos clave como el de Madrid o el de Valencia.

Como ejemplo de lo que se pretendería, el parlamentario conservador puso como ejemplo el sistema griego o la reforma impulsada por Renzi en Italia. Se trataría de otorgar una "prima de gobernabilidad" a la lista más votada. "¿Por qué lo que vale en Grecia o en Italia no vale en España? ¿Porque lo propone el PP", se preguntó Bermúdez de Castro.

"¿Por qué cuando gana Syriza hace seis meses y le dan 50 escaños de prima por mayoría, los dirigentes de izquierda empiezan a decir que había llegado la esperanza del cambio a Europa, y cuando proponemos lo mismo para las elecciones locales nos dicen que queremos dar un golpe de estado institucional?", se lamentó. 

Fuentes de la dirección del PP explicaron que, a grandes rasgos, sus apuestas en materia electoral pretenden más cercanía a los ciudadanos, mejor representatividad y dar más estabilidad a las instituciones.

Para negociar la reforma de la Ley Electoral que sería necesaria para implementar este tipo de iniciativas, el PP estaría dispuesto a aceptar la segunda vuelta en los casos en los que la fuerza más votada no lograse un porcentaje determinado de voto. Se trata de uno de los requisitos que el PSOE exigió a los conservadores cuando, el pasado verano, intentaron reformar la ley para que en los ayuntamientos gobernase la lista más votada.

Fórmula concreta

Para las generales y autonómicas, de momento, sólo hay líneas generales. La propuesta para las elecciones locales está algo más madura. Bermúdez de Castro explicó la iniciativa concreta que pretende lanzar su partido. La formación que recibiese el 35% de los sufragios y mantuviese una distancia respecto a la segunda fuerza de, al menos, cinco puntos, recibiría una prima que le supondría ubicarse en la mayoría absoluta.

Si no se dan estas circunstancias, se pasa a una segunda vuelta. A ésta, llegarían las formaciones que hubiesen obtenido el 15% de los votos. Y aquí, el listón está puesto en el 40% de los votos, con una distancia de siete escaños respecto a la segunda fuerza.

Mayor participación interna

En el mismo foro en el que participó Bermúdez de Castro antes se había hablado de democracia interna. El encargado había sido Juan Manuel Moreno, presidente del PP de Andalucía. 

Moreno abogó porque los congresos del partido, todos, "sean asamblearios" y con mayor participación de los afiliados. En definitiva, que los militantes del partido elijan de forma directa a su jefe de filas.

¿Cuál es el sistema actual? En el apartado “Democracia interna y procedimiento electoral” de los estatutos del PP se garantiza el “derecho de sufragio" de todos los afiliados. “Todos los militantes del Partido Popular tienen derecho a elegir al presidente nacional y a los presidentes autonómicos, provinciales e insulares del partido por sufragio universal libre, igual y secreto, de acuerdo con el sistema que se especifica en estos estatutos”, sostiene el artículo 31. Más adelante se precisa el sistema: “La elección del presidente nacional y de los presidentes autonómicos, provinciales e insulares del PP se llevará a cabo mediante compromisarios elegidos en listas abiertas”. Es decir, que a día de hoy los militantes sí votan pero no directamente a los candidatos, sino a los compromisarios. Estos son, a su vez, los que acuden a los congresos a votar.

Este sistema fue introducido en los estatutos del XVI congreso de 2008 y todavía sigue vigente.

Además, el presidente del Gobierno y del PP es candidato a las generales desde febrero de 2012, desde el XVII Congreso Nacional, el último celebrado hasta la fecha. “El presidente nacional del Partido Popular, elegido por el congreso, será el candidato del partido a la Presidencia del Gobierno. En los supuestos de dimisión, fallecimiento o incapacidad del presidente nacional, la Junta Directiva Nacional, a propuesta del Comité Ejecutivo Nacional, designará al candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno cuando no pudiera celebrarse un Congreso Nacional”, recogen los estatutos.

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Limitación de mandatos

Además, Moreno se mostró partidario de la limitación de mandatos a ocho años tanto en los cargos del partido como en los cargos electos. Y de la no acumulación de puestos dentro del partido: "una responsabilidad institucional, una responsabilidad orgánica", sostuvo. No más.

En el momento del debate, se desató una batalla dialéctica entre los partidarios de primarias y los que tienen reservas, sobre todo a la denominación de "primarias". Del primer bloque, destacó la intervención de Íñigo Henríquez de Luna, el hombre fuerte de Esperanza Aguirre que llevó esta forma de elección de líderes y candidatos a los dos últimos congresos que ha celebrado el partido. La diputada Cayetana Álvarez de Toledo salió en su defensa.

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