El PSOE se reafirma en su apuesta por la amnistía entre los ataques a sus sedes y las largas de Puigdemont

“Hay más tensión, pero también recibimos más cariño”. Así se expresa un miembro socialista del Gobierno en funciones en estas horas marcadas por las protestas violentas frente a la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz y en casas de pueblo en toda España. Son días trascendentales en los que intentan atar la investidura con un clima social muy caldeado por las derechas y en los que todavía Carles Puigdemont da largas al ‘sí’.

Muchos socialistas califican de “agonía” este tiempo, pero a la vez expresan que los ataques e insultos han hecho que se reafirmen en su voluntad de seguir adelante con la investidura y de sacar la polémica ley de amnistía de la mano de sus socios. Lejos de que se produzca una ruptura interna, la mayoría de cargos y militantes apelan durante estas horas al “orgullo” de partido.

“Nos ha unido más todavía”, confiesa un barón del partido. Y es que también muchos están compartiendo en privado las situaciones tensas que están viviendo en sus ciudades, donde son insultados muchas veces, junto a sus familias, por la calle por simpatizantes de las derechas. 

El PSOE se une para aguantar la presión

Esto podría provocar vértigo en muchos de ellos o sentirse amedrentados, pero en el PSOE, como confiesan cargos y parlamentarios, está sirviendo de hecho para reforzar la idea de intentar la investidura y conformar un Ejecutivo progresista. “Viendo lo que hay al otro lado, hay que intentar mantener el Gobierno”, sostiene un diputado. La idea, además, que se ha extendido entre los socialistas es que no son meras protestas por la medida de gracia, sino que se trata de una operación para que no exista otra coalición de izquierdas.

Por eso, muchos cargos del PSOE dicen que tienen que ser más fuertes que nunca y aguantar estos días hasta que llegue el pacto final. El partido vive una situación similar en muchas provincias y se intercambian imágenes de pintadas, de Marbella a León o Canarias, con insultos como “traidores” en las puertas.

Los socialistas están compartiendo estas sensaciones también en redes sociales, donde muchos están colgando el logo del partido o mostrando fotos con el pin puesto del puño y de la rosa para dejar el mensaje de que van a aguantar pese a los intentos de las derechas de que no haya investidura. Además, en todas las conversaciones del PSOE se critica mucho la injerencia del Consejo General del Poder Judicial de hacer una declaración sobre una futura ley de amnistía.

"No quebrarán al PSOE"

En el PSOE apuntan directamente al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por su posición durante estos días, y consideran que su condena de los actos violentos ha llegado “tarde” y ha sido “corta”. Asimismo, altos cargos del PSOE recriminan a los populares que esa activación extrema de la calle está originada por palabras como las de José María Aznar de que hay que “actuar” contra el "peligro" de Pedro Sánchez.

“No quebrarán al PSOE”. Este fue el mensaje que mandó por la noche el martes el presidente en funciones en la red social X mientras España seguía por televisión las protestas violentas en la calle Ferraz, donde se escucharon gritos como: “Pedro Sánchez, hijo de puta”, “Marlaska maricón”, “Viva Franco” y “Puigdemont a prisión”. Y toda la concentración presidida por una enorme pancarta en la que se podía leer: “La Constitución destruye la nación”.

La orden del PSOE es de máxima precaución en sus sedes estos días. Sánchez, consciente del peso del partido en estos momentos, quiso el miércoles por la mañana ir a la sede de Ferraz para estar junto a los trabajadores. Allí recordó que él mismo estuvo unos años empleado en esas oficinas: “Es difícil expresar con palabras todos los sentimientos. Primero, de indignación al ver las imágenes, las proclamas, las cosas que se dicen y cómo se dicen, la violencia que se utiliza. El objetivo es intimidar a una organización política que defiende con principios democráticos su proyecto”.

“Te llena de indignación y de una enorme solidaridad con aquellos que estáis en las casas del pueblo en Madrid y en toda España”, subrayó el jefe del Ejecutivo en funciones, a la vez que sentenció que esto lleva a todo el partido a “reafirmar sus compromiso con sus valores”. “Si algo demuestran estos días tan aciagos y frustrantes, es la necesidad de que salga adelante la investidura y que este país sea gobernado por el PSOE desde la razón y los principios de libertad, democracia, derechos y convivencia”. Con la conclusión final: “Podrán decir y hacer, pero no nos intimidan y vamos a gobernar cuatro años más”.

Ferraz ve la investidura ya la semana que viene

Los socialistas son conscientes de que quedan todavía días difíciles y que la presión en la calle por parte de las derechas continuarán. El domingo se han convocado concentraciones por parte del PP en toda España para protestar contra la ley de amnistía, con el propio Núñez Feijóo acudiendo a la Puerta del Sol. Y en el PSOE siguen exigiendo más contundencia al líder popular.

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"Agradeceríamos que no se justificara y que, cuando se condenen, no se haga con la boca pequeña para quedar bien con los ultras; agradeceríamos que la gente sensata, que la gente responsable, diferencie bien claro lo que son comportamientos violentos inaceptables con lo que son comportamientos democráticos", lanzó también este miércoles el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños.

Además, toca aguantar todavía unos días más el suspense. Los socialistas y Junts no terminan de cerrar el pacto para la investidura. Las dos delegaciones siguen intercambiando papeles en Bruselas. Fuentes del PSOE deslizan: “Somos optimistas, va bien”. Pero la fecha de la investidura ya la sitúan la semana que viene (su idea antes de las complicaciones era hacerla esta semana). No obstante, los de Pedro Sánchez aspiran a cerrar el acuerdo esta misma semana antes de que se convoque el Pleno. El plazo máximo es el 27 de noviembre, tope para no tener que repetir elecciones el próximo 14 de enero.

Los socialistas durante este jueves también trataron de que el Senado aprobara una declaración institucional condenando las protestas violentas en las sedes del PSOE, pero el Partido Popular se negó a apoyar el texto e intentó modificarlo para incluir sólo una alusión genérica a todos los partidos políticos. Y la vista estuvo también puesta en el papel de Vox, cuyas parlamentarias Pepa Milán y Rocío de Meer estuvieron el martes en Ferraz, La ministra de Defensa, Margarita Robles, indicó que estas protestas también han servido para que la ciudadanía "conozca perfectamente lo que es Vox, lo que Vox significa, lo que Vox representa de legitimación de la violencia y cómo Vox está detrás de esas manifestaciones".

“Hay más tensión, pero también recibimos más cariño”. Así se expresa un miembro socialista del Gobierno en funciones en estas horas marcadas por las protestas violentas frente a la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz y en casas de pueblo en toda España. Son días trascendentales en los que intentan atar la investidura con un clima social muy caldeado por las derechas y en los que todavía Carles Puigdemont da largas al ‘sí’.

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