El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dedicó el día posterior al 1-O a dos de los asuntos que más le preocupan de cara a intentar reconducir la grave crisis en Cataluña: a intentar conservar el apoyo que en este proceso ha tenido del PSOE y Ciudadanos y a hacer hincapié en los apoyos recibidos de líderes europeos "al orden constitucional español". Esto último, obviando que algunos líderes europeos y de fuera de Europa le han sacado los colores por la actuación policial durante el referéndum.
Consciente de la fragilidad de la alianza PP-PSOE-Ciudadanos, el primer encuentro de Rajoy con Pedro Sánchez y Albert Rivera tras el 1-O fue llevado por el Gobierno con suma prudencia. Sin comparecencias de por medio, la Presidencia del Ejecutivo remitió una nota de prensa al término de las dos reuniones en las que se informaba de su "disposición a estudiar con responsabilidad y lealtad las propuestas que el resto de fuerzas políticas quieran formular, en el bien entendido de que sólo están animadas por la búsqueda del bien común y la defensa de nuestro sistema democrático".
Esto, sobre el papel. Porque descendiendo a la letra pequeña de las demandas que le hicieron Sánchez y Rivera, al Gobierno se le plantean algunos obstáculos.
De un lado, el líder socialista reclamó al presidente "que reestablezca el contacto" y "abra una negociación de forma inmediata con el president de la Generalitat para establecer un dialogo". No pasa inadvertido que el Gobierno ya indicó el pasado viernes de que, a partir del 1-O, Carles Puigdemont quedaba "invalidado" como interlocutor.
De otro, Albert Rivera propuso que se active ya la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el que posibilita la suspensión de la autonomía, para que, a su vez, se convoquen elecciones autonómicas en Cataluña. El líder de la formación naranja aseguró que Rajoy le contestó que en el Gobierno "están estudiando cuáles son las vías para frenar esa declaración unilateral de independencia".
Efectivamente, en la Moncloa aseguran que tienen sobre la mesa "todos los escenarios posibles" y que están estudiando soluciones para todos ellos. Pero la tesis del equipo más cercano de colaboradores de Rajoy es esperar antes de reaccionar. Es decir, aguardar a que la declaración unilateral de independencia sea ya un hecho.
División sobre el artículo 155
En todo caso, sí hay sectores del PP más alineados con la tesis de Rivera que sostienen que cuanto antes se actúe, mejor. Lo justifican en la complejidad de aplicar por primera vez este artículo de la Constitución.
Antes del 1-O, fuentes de la Presidencia del Gobierno habían calculado que podía ponerse en marcha en cinco días. "Seguramente estamos a 72 horas de que a mí, a los catalanes, nos quiten nuestros derechos, nuestras libertades... y no estoy dispuesto a eso", advirtió Rivera.
Respecto al artículo 155, horas antes de la reunión entre Sánchez y Rajoy, el secretario de Política Federal del PSOE, Patxi López, prefirió no especular preguntado en rueda de prensa. "En caso de una declaración de independencia, vamos a ver cuáles son los mecanismos del Estado" para responder. "¿Por qué no puede intervenir el Tribunal Constitucional?", dijo en alusión a la facultad del TC de inhabilitar a quienes incumplan las sentencias de los tribunales desde la reforma legal impulsada por el Partido Popular a finales de 2015.
Los encuentros con Sánchez y Rivera son, destaca la Moncloa en la nota, el inicio de la ronda de contactos anunciada por Rajoy en su declaración institucional de la noche del 1-O.
"La violencia no puede ser un instrumento en política"
Uno de los principales argumentos del Gobierno de Mariano Rajoy a la hora de defender su actuación ante el "desafío soberanista" de Cataluña ha sido la de que contaba con el respaldo de sus socios europeos. La semana pasada, incluso, viajó a Washington a reunirse por primera vez con el presidente estadounidense, Donald Trump, y logró una declaración de defensa de la unidad de España.
El Gobierno asume ahora haber perdido la batalla mediática, en la prensa internacional, a la hora de hacer un relato sobre el 1-O, sobre todo a raíz de los incidentes violentos del domingo y las decenas de portadas de periódicos protagonizadas por las cargas policiales. Pero defiende que Rajoy ha encontrado un cerrado apoyo en sus socios europeos. No obstante, las reacciones que han llegado este lunes desde organismos como el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo o la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) censuran el uso de la violencia.
El propio comunicado de Presidencia del Gobierno de este lunes tras las reuniones de Rajoy con Sánchez y Rivera dedicaba un apartado a los "contactos con dirigentes europeos".
"A lo largo de esta jornada el presidente del Gobierno también ha tenido la ocasión de explicar a varios dirigentes europeos el fracaso del referéndum de autodeterminación convocado en Cataluña", avanza. Y prosigue: "Rajoy ha mantenido conversaciones con los presidentes de la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo, señores Juncker, Tusk y Tajani, respectivamente, así como con el presidente de turno del Consejo de la Unión Europea, el primer ministro de Estonia, señor Ratas. A todos ellos, así como al presidente francés Enmanuel Macron, les ha agradecido el apoyo mostrado en todo momento al orden constitucional español".
Si para Rajoy era clave contar con el respaldo de sus socios en Bruselas y las instituciones en la recta final hacia el 1-O, ahora el apoyo sigue siendo clave, sobre todo a la hora de que no se reconozca una eventual declaración unilateral de independencia.
Protestas internacionales
Pero en el comunicado de Moncloa se obvió toda referencia a las protestas de las actores internacionales por las cargas policiales. Una de las declaraciones más contundentes fue la del portavoz del jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas. "Llamamos a todos los actores relevantes a avanzar ahora muy rápidamente de la confrontación al diálogo. La violencia nunca puede ser un instrumento en política", dijo el colaborador de Jean Claude Juncker en rueda de prensa.
A renglón seguido, exhibió su confianza en el "liderazgo" de Rajoy y recordó que si se produjera un referéndum pactado en el marco constitucional y Cataluña se independizara, el territorio quedaría automáticamente fuera de la UE.
En Génova destacan los apoyos y sentencian que la UE respalda a Rajoy. "Es un llamamiento al diálogo y la no violencia que compartimos todos", interpretó el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, las palabras de Schinas.
Poco después, el propio Juncker hablaría con Rajoy por teléfono y le reiteraría la posición del portavoz de la Comisión Europea, informa Europa Press.
También tuvo Rajoy ocasión de conversar telefónicamente con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
En su cuenta oficial de Twitter, Tusk dio cuenta de la conversación con el jefe del Ejecutivo: "Acabo de hablar con Mariano Rajoy. Compartiendo sus argumentos constitucionales, he llamado a encontrar vías para evitar más tensiones y el uso de la fuerza", escribió.
Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, pidió al Gobierno que garantice una investigación "minuciosa, independiente e imparcial" de la violencia en torno al 1-O y que acepte "sin demora" las peticiones de visita por parte de expertos de la ONU en materia de Derechos Humanos.
En un comunicado, Al Hussein se declaró "muy afectado por la violencia en Cataluña" y, ante las informaciones que hablan de "cientos de heridos", reclamó a las autoridades españolas que hagan posible una investigación independiente porque "las respuestas policiales deben ser siempre proporcionales y necesarias".
Por su parte, la directora de la Oficina para las Instituciones Demoráticas y los Derechos Humanos (ODIHR) de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Ingibjörg Solrun Gisladottir, reclamó a las autoridades españolas que garanticen que la Policía utiliza la fuerza solo cuando sea necesario y "en estricto cumplimiento del principio de proporcionalidad".
En un comunicado, recalcó que eso incluye "facilitar las asambleas pacíficas y recurrir a la comunicación y medidas para distensión para reducir las tensiones".
El Congreso lleva meses dando la espalda al debate sobre Cataluña
Y recordó que "todos los Estados de la OSCE se han comprometido a garantizar que toda medida que tomen sus cuerpos policiales en el curso de sus tareas respeten los derechos fundamentales de libertad de asociación y expresión".Pleno en el Parlamento Europeo
Este lunes se aprobó la celebración de un debate sobre Cataluña en el Pleno del Parlamento Europeo. Llevará el título "La Constitución, el estado de derecho y los derechos fundamentales a la luz de los de los acontecimientos en Cataluña". Tendrá lugar este miércoles a las 15.00 horas.
La celebración del debate y su título ha sido impulsado por el Grupo Popular, el Grupo Socialista y el Grupo Liberal en el Parlamento Europeo.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dedicó el día posterior al 1-O a dos de los asuntos que más le preocupan de cara a intentar reconducir la grave crisis en Cataluña: a intentar conservar el apoyo que en este proceso ha tenido del PSOE y Ciudadanos y a hacer hincapié en los apoyos recibidos de líderes europeos "al orden constitucional español". Esto último, obviando que algunos líderes europeos y de fuera de Europa le han sacado los colores por la actuación policial durante el referéndum.