El superávit de María Jesús Montero: tres presupuestos a prueba de crisis

Maria Jesús Montero este martes en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado.

Hay una afición compartida entre Pedro Sánchez y María Jesús Montero que pocos conocen: el baloncesto. Eso les hace ver la jugada muchas veces de la misma manera, cada uno en su posición. Ella hace años jugaba de ala cuando era estudiante. Y le gusta la táctica de equipo, apoyar para que lleguen los mates de sus compañeros. Siente satisfacción cuando pasa eso.

Una metáfora que suele utilizar también sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Se alegra de ver cómo las cuentas públicas incluyen normas de otros departamentos por las que han luchado otros ministros y que cambiarán la vida de mucha gente. Un papel difícil como ministra de Hacienda, pero que estos días se hace más público con la presentación de los PGE.

La dirigente sevillana sacó adelante en el Consejo de Ministros de este martes los terceros presupuestos de las coalición. Un ejercicio de estabilidad que desvanece el comentario de Gobierno Frankestein que acuñó la derecha y una parte de su partido al alumbrarse la alianza de izquierdas. PSOE y Unidas Podemos no han fallado desde 2020 a la creación de unas cuentas públicas para el país, con su consiguiente aprobación en el Parlamento.

María Jesús Montero es el nombre más repetido en todos los medios, en los ministerios y en los pasillos. Llevan su firma unas cuentas, con el mayor gasto social de la historia, y un paquete fiscal con iniciativas como el impuesto a las grandes fortunas. Con una negociación que llegó hasta la medianoche anterior a la presentación de la ley en el Consejo. Ahora empieza la tramitación parlamentaria, que ella confía en sacar adelante con los socios e investidura, algo que no parece tan fácil.

Sus planes de negociación

Esa es una de las expresiones que repiten fuentes del PSOE y del Gobierno: “Gran capacidad de negociación”. Desde sus tiempos en la Junta de Andalucía tuvo entendimiento con los grupos para sacar presupuestos (como única gran decepción, el proyecto para el Gobierno en minoría del PSOE tras la moción de censura, que acabó precipitando las elecciones de 2019 ante el no de los independentistas).

Pero con la coalición ha conseguido sacar ya dos leyes de presupuestos en las Cortes, con vistas a que la tercera esté en vigor el 1 de enero. Teniendo sus más y sus menos con sus socios y una negociación a varias bandas. Con Yolanda Díaz tiene sus duros debates y se enfrentan en privado, pero tienen una cosa, según fuentes conocedoras de ambas: “Se creen la palabra de la una y de la otra”. Con Podemos también hay sus choques, pero al final llegan a un acuerdo. Hay miembros de los morados que llegan a calificar en la intimidad de “torticera” la forma de negociar de la ministra de Hacienda, lamentando que muchas veces tiene prisa y no es transparente con ellos. Además, los morados argumentan que ella muchas veces dice que no a sus propuestas y meses después las asume como propias, dejando el comentario con doble filo de que tiene “gran capacidad de adaptación”.

Ella siempre niega que unos presupuestos se hagan en el último minuto. Llevaba trabajando mucho tiempo en estas cuentas y asegura en privado que no quiere dar detalles ni hacer ruido, entendiendo que UP muchas veces busca la notoriedad y la repercusión mediática. Su máxima: discreción y resultados. La relación con Podemos ha ido de más a menos pero al final pactan. De hecho, Montero conoce muy bien el espacio a la izquierda del PSOE, desde sus tiempos de juventud y en los ámbitos andaluces.

Del susanismo a hablarle de "tú a tú" a Sánchez

Montero llegó al Gobierno tras la moción de censura por una llamada de Pedro Sánchez. Ella estuvo en el bando susanista durante las primarias, pero en privado siempre defendió que no se hicieron bien las cosas en aquellos días. Tuvo que pasar el mal trago como miembro de la Comisión de Garantías para intentar echar al secretario general (algo que recuerdan con ironía algunos compañeros del sur caídos en desgracia), y luego iría acercándose al grupo del presidente. La llamó especialmente por su conocimiento de la estructura de la financiación autonómica y tras haber sido durante las últimas legislaturas la cara visible de los socialistas contra Cristóbal Montoro en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Es una de las personas ahora de máxima confianza de Sánchez. Es de las pocas, como reconocen socialistas, que le habla de “tú a tú” al presidente. Y a la vez es una fiel del jefe del Ejecutivo. “Ella no va por libre como Yolanda Díaz con Podemos”, señala un parlamentario de su partido. Es decir, Sánchez y Montero, y Montero y Sánchez, son lo mismo en las cuentas públicas. Esto también le cuesta algunas críticas internas dentro de propios cargos del PSOE que la identifican como una mera ejecutora del líder frente a otros ministros con estilo diferente propio como Nadia Calviño y José Luis Escrivá.

Es tal la confianza labrada con Sánchez durante este tiempo que en verano el presidente la ascendió a número dos del partido, como vicesecretaria general tras la dimisión de Adriana Lastra. La vida da muchas vueltas, de hecho ella tardó en afiliarse al PSOE tras años vinculada a la gestión de la administración de la Junta de Andalucía. Esto no quería decir que a ella no le gustara la política. Una persona que ha trabajado muchos años con ella dice: “Es un auténtico animal político, le encanta hablar de política”. 

"Es muy de izquierdas"

Y tampoco era una independiente de ideología difusa cuando entró en las órbitas del poder socialista. “Ella es muy de izquierdas”, comentan fuentes socialistas. Estos días defiende una propuesta fiscal muy progresista. Ella es una firme defensora de la educación y de la sanidad pública. De hecho, es médico y ha sentido siempre adoración por sus padres que eran profesores.

La dirigente de Triana tenía varios frentes abiertos para las actuales cuentas. Uno de los principales era el aumento del gasto en Defensa comprometido por Sánchez ante la OTAN y que siempre rechazó Podemos. La consigna era clara: había que cumplir con la palabra dada ante los socios internacionales. Estas cuentas llevan un incremento del 25,8% en partidas de este tipo. El incremento en el ministerio competente es del 6,5%, pero, sobre todo, la subida se debe a partidas de planes especiales para modernizar el Ejército, con una creación de empleo de más de 22.000 puestos directos e indirectos.

Desde la Vicepresidencia Segunda de Yolanda Díaz, según las fuentes consultadas, no lo comparten, pero insisten en que esto no supone una merma en gastos sociales (con el récord en unas cuentas) y subrayan que en buena parte se trata de créditos interanuales comprometidos. Pablo Echenique aseguró vía Twitter que no van a romper el Gobierno pero que no conocían ese “aumento unilateral”. Desde Hacienda se insistió en que era un compromiso adquirido por Sánchez ante la OTAN y no sopesan cambiar los montos durante la tramitación parlamentaria.

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La relación que está rota es con el Partido Popular. Fuentes conservadoras comentan que ella no quiere llegar nunca a acuerdos con ellos y que apostó hace mucho tiempo por la vía de investidura, además de criticar su postura fiscal. Los populares reivindican que ellos han protagonizado el “milagro económico andaluz” con Juanma Moreno a la cabeza tras la salida de Montero de la Junta (es la única consejera que ha estado en los gobiernos de Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz). Con su propuesta de impuesto a las grandes fortunas ha neutralizado el dumping fiscal abanderado por Andalucía y Madrid, pero desde Génova 13 entienden que le queda poco porque ya hay un cambio de ciclo y los españoles prefieren las rebajas de impuestos. Una de las cosas que más critica Montero es precisamente la oposición que hace el PP durante estos días y lamenta que no hayan echado una mano durante la situación tan difícil que han pasado España en estos años.

Su nombre siempre aparece en los círculos del socialismo como posible candidata en Andalucía, donde el PSOE-A está en sus horas más bajas. Está cómoda en Madrid, ha hecho su vida aquí y se siente en plena forma desde su despacho en la Real Casa de la Aduana. Dentro de su partido siempre se decía que a ella no le gustaban las cosas orgánicas y ahora es la número dos de Ferraz, aunque el día a día en la sede lo lleva Santos Cerdán como secretario de Organización. En estos momentos es el gran referente para el socialismo del sur y la que manda más de facto.

En el Ministerio es extremadamente metódica, teniendo planeado cada minuto del día y trabajando con un calendario con sus fieles escuderos desde la Junta de Andalucía. Además, le gusta desayunar y comer la mayoría de días con su equipo para aprovechar ese momento. Este martes sonrió todo el rato tras el Consejo de Ministros. Entró en la sala con un “buenos días, buenas tardes, lo que sea”, tras horas de negociaciones. Pero todavía quedan meses en el Congreso para el final. Quedan más noches de desvelo.

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