Redes sociales

¿Hacen trampas algunos políticos para ganar seguidores en Twitter?

Twitter políticos

El nivel de influencia capaz de generarse en las redes sociales crece a medida que estas proliferan y se perfeccionan. Twitter es, a día de hoy, un medio que no sólo contribuye a mejorar la comunicación interpersonal, sino que se ha convertido en un espacio que permite a medios de comunicación, empresas, periodistas o políticos interactuar con los usuarios.

Lograr impacto entre quienes frecuentan la red social, y alcanzar un número elevado de seguidores, tiene como consecuencia directa el incremento de la popularidad en el universo 2.0. Sin embargo, cuando se trata de cargos públicos, el efecto va mucho más allá: mayor visibilidad dentro y fuera de las redes. La polémica surge cuando se trata de un reconocimiento basado en la trampa. 

Así lo denuncia el periodista y experto en redes Pablo Herreros en un artículo titulado Comprar seguidores en Twitter puede ser feo pero funciona. Herreros se refiere a personajes públicos que siguen y dejan de seguir a usuarios de forma periódica, y establece un diagnóstico que explica tal comportamiento. Apunta, en el texto, a la existencia herramientas destinadas a comprar seguidores.

Herreros lo ejemplifica de la siguiente forma:

Tú pagas por tener, pongamos, 20.000 seguidores más en Twitter. Pero como sabes que si los compras falsos será un bluff el día que te pillen con el carrito del helao, usas una compra de seguidores mucho más sofisticada y difícil de probar. La maquinita hace lo siguiente:1. Si le has pagado por que te aumente tus seguidores en 20.000 personas, el sistema sigue en tu nombre a 20.000 (lo hace espaciado en el tiempo para no llamar la atención de Twitter, que podría cerrarte la cuenta por hacer trampas).2. El software espera unos días porque sabe que una parte de esas personas a las que has seguido se van a sentir halagadas y van a corresponderte siguiéndote de vuelta.3. Pasados unos días, la máquina repasa quién te ha seguido y quién no y, a los que no lo hicieron, los deja de seguir de forma fulminante. Los fustiga de tu parte con el látigo digital de tu indiferencia…pero solo por un tiempo.4. Si de los 20.000 a los que seguiste, hubo 12.000 que te siguieron de vuelta, entonces te faltan 8.000 hasta llegar a los 20.000 seguidores por los que pagaste. Así que, pasado un tiempo, vuelve la burra al trigo: sigue a otros 8.000, espera unos días a ver quiénes no te siguen, y los barre con el escobón (los dejas de seguir). Y así se repite el ciclo una y otra vez, hasta que completa los 20.000 seguidores que pediste para dormir sintiéndote más importante en el mundo20.000 seguidores más en Twitter

aumente tus seguidores

siguiéndote de vuelta

quién te ha seguido y quién no

hubo 12.000 que te siguieron de vuelta.

Pese a poseer entre "30 ó 40 ejemplos" que demuestran su tesis, el periodista se decanta por hacer públicos dos: José Antonio Rodríguez, alcalde de Jun (Granada), y Juanfran Escudero, concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante. "He decidido que sólo iba a destacar cargos públicos, porque su comportamiento denota falta de transparencia", explica Herreros en conversación con infoLibre. Se trata de personas que a priori no cuentan con demasiada relevancia por no encontrarse en la primera línea de la política estatal, pero que sin embargo cuentan con 403.000 y 459.000 seguidores respectivamente. 

Para el periodista, ambos son ejemplos ilustrativos del uso de herramientas especializadas en conseguir followers, y por tanto, impacto e influencia. Para demostrarlo, alude a los llamativos altibajos en el número de seguidores y cuentas que siguen los dos perfiles. Como ejemplo, el 21 de enero de 2014 Juanfra Escudero se deshizo en un sólo día de 10.415 personas a las que seguía. Es sólo uno de los muchos ejemplos de la actividad reiterada del concejal de Ciudadanos, demostrada por Herreros mediante unas capturas de pantalla realizadas vía Twitter Counter.

El caso del alcalde de Jun es similar. El 12 de febrero de 2014, José Antonio Rodríguez pierde 1.893 seguidores. "Son muchos para que se decepcionen todos en un sólo día", esgrime Herreros. Este tipo de acciones se prolongan hasta el pasado 8 de marzo, cuando fue el alcalde quien dejó de seguir a 10.360 personas. "El alcalde de Jun incumple las normas de Twitter", asegura Herreros, en las que prohíbe a los usuarios realizar spam, fenómeno que se da "si el usuario sigue o deja de seguir a gran cantidad de cuentas en un breve periodo de tiempo, en especial por procedimientos mecanizados, o si sigue y deja de seguir a usuarios reiteradamente".

El alcalde de Jun responde a las críticas

José Antonio Rodríguez defiende, en conversación telefónica con infoLibre, su postura. "Antes de que me verificaran la cuenta, lo que hacía era seguir a la gente para que pudieran mandarme mensajes privados", explica. Una vez verificada –acción que realiza Twitter en el caso de personajes relevantes, para confirmar que se trata del perfil real–, "ya me los pueden mandar sin necesidad de que yo les siga", de modo que prescindió de los usuarios que había seguido, y además dejó de hacerlo con otros nuevos para evitar el spam.

Por otro lado, el alcalde justifica que el pasado 8 de marzo decidió ver cuántos de los perfiles que seguía estaban inactivos. En total, detectó a "unas 10.000 personas" que enseguida eliminó. Lo hizo en un mismo día, "porque existen herramientas gratuitas para ello", sin que suponga, valora, una vulneración de las normas de Twitter, porque "para quienes tenemos un mayor número de seguidores, la proporción para dejar de seguir es mayor". El alcalde sostiene que Pablo Herreros "no conoce las normas, y ha dado con una persona que conoce más que él", a lo que añade que, de haber violado la normativa, Twitter ya le habría "bloqueado la cuenta".

José Antonio Rodríguez dice poder demostrar que lo esgrimido por Pablo Herreros "es mentira" y asegura que demandará al periodista. "Lo que ha intentado él es desacreditarme", argumenta. El motivo de tal comportamiento, para el regidor, puede provenir de la falta de interés del alcalde hacia el periodista: "Él me pedía retuits y colaboración, y no me dio la gana, entonces se enfadó cuando dejé de seguirle y ha empezado una campaña contra mí". Rodríguez considera que el autor del artículo "era un spam en sí mismo, y por eso le dejé de seguir". Además, le acusa de "aprovecharse" de su "capacidad mediática en la red", señala, a lo que añade que "hasta el momento" no lo ha conseguido porque es un asunto que "va a estar en el juzgado".

Twitter suspenderá cuentas que celebren asesinatos, ataques terroristas o violaciones

Twitter suspenderá cuentas que celebren asesinatos, ataques terroristas o violaciones

El regidor andaluz apoya sus argumentos aludiendo a su popularidad en Kloud, un sistema encargado de medir la influencia real de los perfiles en la red social. La cuenta de José Antonio Rodríguez ocupa el tercer lugar, "no por mis seguidores, sino por mi influencia real", por encima de otras como la de Pablo Iglesias o Pedro Sánchez. Finalmente, responde a las críticas asegurando que desde el 2012 el Instituto Tecnológico de Massachussets (Mit) y Twitter, junto con otros institutos de investigación, estudian su perfila diario. "Ellos sí que tienen auditada mi cuenta y saben perfectamente que todo está bien", dice, a lo que añade que próximamente pedirá al Mit autorización para publicar dicho estudio. Entretanto, el alcalde presume de reportajes y artículos publicados en medios a nivel nacional e internacional, como la revista Time, Le Figaro, o el propio Mit, alabando su actividad y dedicación en la red social.

Ante la respuesta del alcalde de Jun, el periodista Pedro Herreros no se acobarda, y sostiene que, en caso de demanda, "sacará más datos" para probar sus argumentos.

Por su parte, el concejal de Ciudadanos Juanfran Escudero, ha declinado conversar con este periódico: "Gracias por el ofrecimiento pero no hago declaraciones para los medios de comunicación", ha declarado.

Más sobre este tema
stats