Financiación de la extrema derecha

El Tribunal de Cuentas solo podrá fiscalizar la financiación iraní de Vox si se lo piden las Cortes

Fachada del Tribunal de Cuentas.

La financiación de origen iraní percibida por Vox durante sus primeros meses de vida ha conseguido colarse tímidamente en el debate político. En los últimos días, la práctica totalidad del arco parlamentario ha mostrado su preocupación por el casi millón de euros que entró en las arcas del partido ultraderechista a través de donaciones privadas procedentes de militantes del Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI), un colectivo que tiene sus orígenes en una organización incluida en su día en el listado de grupos terroristas de EEUU y la UE. Los cuatro principales partidos han pedido aclarar de una vez por todas si la financiación con la que echó a andar la formación liderada por Santiago Abascal se ajustó en todo momento a la legalidad. Para ello, el PP ha instado al Tribunal de Cuentas a que tome cartas en el asunto. Sin embargo, fuentes del órgano encargado de fiscalizar a los partidos políticos aclaran a infoLibre que sólo podrían auditar las cuentas de Vox relativas al ejercicio en cuestión si así se lo solicitasen desde las Cortes Generales.

Sólo entre diciembre de 2013 y abril de 2014, llegaron a la cuenta bancaria que la formación de extrema derecha había habilitado para las donaciones privadas más de un centenar de transferencias realizadas por simpatizantes del CNRI por valor de 971.980 euros. Con estas aportaciones, el partido que entonces lideraba el expresidente del PP catalán Alejo Vidal-Quadras costeó tanto sus gastos habituales –desde los salarios de sus trabajadores o del propio Abascal al alquiler de la sede o la compra de equipos informáticos– como los derivados de la campaña electoral de Vox para las elecciones al Parlamento Europeo del año 2014, tal y como desveló este lunes el diario El País. Las donaciones, según explicó el propio Vidal-Quadras a infoLibre, fueron canalizadas a través de recaudadores distribuidos por una quincena de países diferentes, lo que impide conocer la identidad de todos los donantes reales.

El PSOE ya ha pedido la comparecencia de Vox en la comisión de investigación sobre la financiación de los partidos del Senado, un órgano parlamentario impulsado por el PP. “Supongo que llamarán a sus socios de Gobierno en Andalucía para que expliquen su financiación iraní”, señaló este lunes la vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal. En la misma línea se pronunció la semana pasada el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista del Senado en dicha comisión, Tontxu Rodríguez, quien señaló que las noticias publicadas sobre la financiación de Vox “deberían haber motivado ya la solicitud por parte del PP de la comparecencia de los ultraderechistas”. En caso de no hacerlo, completó el senador del PSOE, los conservadores estarán “encubriendo a Vox” y “se demostrará” que la comisión de investigación “es una farsa”.

El partido presidido por Pablo Casado todavía no ha decidido si llevará al órgano parlamentario la financiación de la formación ultraderechista, clave en la investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla como nuevo presidente de la Junta de Andalucía. Aunque ve “alarmantes” las informaciones publicadas por la “injerencia de grupos de presión extranjeros en un partido legalmente constituido en España”, considera que Vox debe dar de momento “explicaciones ante los órganos oportunos”. “La fase que procede ahora es que el Tribunal Cuentas valore si es necesario solicitar a Vox respuestas a todas esas informaciones”, aseveró la vicesecretaria de Comunicación del PP, Marta González, que aunque no cerró la puerta a llevar el caso a la comisión de investigación del Senado, insistió en que tiene que ser el órgano encargado de fiscalizar a los partidos políticos el que “debe tomar cartas en el asunto”.

"Si las Cortes nos hacen una petición, se podría hacer"

Fuentes del Tribunal de Cuentas, sin embargo, explican a infoLibre que “por iniciativa propia” no podrían fiscalizar las cuentas del partido. “Son ejercicios ya cerrados y nosotros no podemos irnos hasta el 2014”, apuntan. De todos modos, recuerdan que en su momento no tenían obligación de auditar la contabilidad de Vox porque la formación ultraderechista no consiguió un solo escaño en los comicios europeos. Tanto la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) como la Ley de Financiación de Partidos Políticos vigentes en 2014 solo obligaban a presentar sus cuentas ante el órgano a las formaciones con representación parlamentaria.

“Nosotros ponemos el foco en todos aquellos partidos que por su representación parlamentaria puedan obtener subvenciones públicas, que es lo que nos interesa a todos que se controle”, aseveran. No obstante, dicen, el órgano también fiscaliza “a iniciativa de las Cortes Generales o de las Asambleas Legislativas”, por lo que las fuentes del Tribunal de Cuentas consultadas entienden que sí podrían auditar la contabilidad de Vox relativa al año 2014 si así lo solicitase el Congreso o el Senado. “Si las Cortes nos hacen una petición, se podría hacer”, señalan.

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Desmentido del Tribunal de Cuentas

Desde el partido que preside Santiago Abascal han insistido por activa y por pasiva en que las donaciones de origen iraní se ajustaron en todo momento a la legalidad, algo que también ha asegurado Vidal-Quadras, que antes de abandonar el partido tras el batacazo electoral de los comicios a la Eurocámara –en los que iba como cabeza de lista– entregó a Vox un documento notarial con “todas las cuentas”. “La financiación fue la que fue, de manera particular, a una persona que se presentó a las elecciones europeas. Está perfectamente documentado, presentado a los tribunales de cuentas”, señaló este lunes el portavoz del comité ejecutivo del partido, Ignacio Garriga, durante una entrevista en Espejo Público.

Una afirmación desmentida por el propio Tribunal de Cuentas hace una semana: “No consta en el Registro entrada alguna que tuviera por remitente o asunto la formación Vox en el año 2014, en relación con las citadas elecciones”. Efectivamente, no hay ni una sola mención al partido de extrema derecha en el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas relativo a las elecciones al Parlamento Europeo de 2014. De hecho, el primer documento en el que consta que la institución ha auditado la contabilidad electoral de Vox es en el informe de fiscalización correspondiente a las elecciones locales de mayo de 2015, comicios en los que consiguió representación en algunos ayuntamientos, lo que le obligaba a presentar las cuentas de aquella campaña.

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