machismo en el fútbol
El Tribunal del Deporte deja en falta grave la actuación de Rubiales pero el Gobierno da nuevos pasos para suspenderle
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha abierto expediente sancionador al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por su bochornoso comportamiento durante la final del Mundial femenino de fútbol, en la que propinó un beso en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso. Ahora bien, solo lo ha hecho por dos faltas graves, no muy graves, contra el decoro, lo que impide al Consejo Superior de Deportes (CSD), que depende del Gobierno, activar la palanca para suspenderle provisionalmente, como ya ha hecho la FIFA, hasta la resolución del expediente. No obstante, el Ejecutivo ha anunciado que pedirá al TAD la adopción de esa medida cautelar hasta que culmine el procedimiento sancionador.
El ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, ha lamentado en rueda de prensa la decisión adoptada por el tribunal administrativo. "La consideración del Gobierno sigue siendo que fueron actuaciones muy graves", ha señalado, al tiempo que ha insistido en que no se van a tolerar "las faltas de respeto" contra las mujeres. Dicho esto, el ministro ha dejado claro que el Ejecutivo piensa seguir dando pasos a través del Consejo Superior de Deportes. El primero de ellos será pedir al Tribunal del Deporte, como permite el artículo 102 de la Ley del Deporte, la suspensión cautelar de Rubiales, a quien por el momento solo le ha apartado la FIFA por un periodo de 90 días. Además, se estudiará la posibilidad de recurrir ante la vía contencioso-administrativa la decisión del TAD.
El CSD, organismo presidido por Víctor Francos, elevó hace justo una semana al órgano administrativo una petición razonada por una posible vulneración, por parte del dirigente deportivo, de los artículos 76.1.1 de la Ley del Deporte y 14.h del Real Decreto 1591/1992. El primero de ellos hace referencia al abuso de autoridad, en relación al beso forzado con la futbolista, quien en todo momento ha sostenido que no fue consentido. El segundo, a los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos, relativo al gesto soez del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol en el palco durante la final del Mundial –se agarró los genitales–.
Durante cinco días, los miembros del Tribunal del Deporte, en cuya designación juegan un papel importante las federaciones deportivas –de los siete miembros, cuatro son a propuesta del presidente del CSD y tres se eligen de entre los nombres que plantean las organizaciones–, han estado estudiando un asunto que tenía más miga jurídica de lo que parecía. Es cierto que la Ley del Deporte actual contempla ambos comportamientos como infracciones "muy graves". Sin embargo, esa misma norma, que aún no está desarrollada en su totalidad, establece que para cuestiones relativas a expedientes sancionadores es necesario atenerse a la del noventa. Y esta considera solo "grave" la parte relativa al decoro deportivo.
Al final, el Tribunal Administrativo del Deporte, encargado entre otras cuestiones de la disciplina deportiva, ha considerado que, con la información de la que dispone, no puede considerar el beso del dirigente a la deportista como un abuso de poder, que tanto en la legislación actual como en la de los noventa sí que se considera una "infracción muy grave", lo que habría permitido convocar a la Comisión Directiva del CSD para decretar de inmediato la suspensión provisional. Pero al final, tanto este hecho como el de agarrarse los genitales han sido considerados como dos posibles infracciones graves.
Este tipo de faltas, según la legislación, solo pueden ser castigadas con una inhabilitación que puede llegar, como máximo, a los dos años. Con una muy grave, la pena habría ido hasta los quince.
"Esto no va de géneros, va de verdad"
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Poco después de conocerse la decisión del Tribunal del Deporte, el presidente de la Federación Española de Fútbol ha emitido un comunicado en el que asegura que seguirá defendiéndose "para demostrar la verdad". "Quiero lanzar un mensaje a todas las personas de bien de nuestro país y más allá de nuestras fronteras, incluidas aquellas mujeres que hayan sido agredidas realmente y que tienen todo mi apoyo y compresión: esto no va de géneros, va de verdad", ha apuntado Rubiales, quien ha señalado que en el "nombre del feminismo" no se "debe tratar de hundir a un hombre –ni a una mujer– sin un juicio justo".
Tras reiterar de nuevo sus "disculpas" por unos "errores evidentes" de los que dice arrepentirse "de corazón", el dirigente deportivo ha vuelto a insistir en que aquel beso fue "un acto mutuo y consentido" producto del "gran entusiasmo". "En ningún momento hubo agresión alguna, es más, tan siquiera hubo la más mínima incomodidad, sino un júbilo desbordante en ambos", ha reiterado en el comunicado. Un escrito en el que, además, carga contra el Gobierno: "Me preocupa especialmente que, algunos de quienes deben proclamar y contribuir a garantizar la separación de poderes en nuestro país, se empeñen en tomar parte y presionar en mi contra, en lugar de dejar que la justicia actúe con todas las garantías, manteniéndose al margen".
Horas antes de conocerse la decisión del Tribunal del Deporte, quien se sentó a dar explicaciones fue el seleccionador nacional, Luis de la Fuente. En una pequeña declaración ante los medios, pidió perdón por su comportamiento durante la Asamblea General de la Real Federación del pasado viernes. Y reconoció que las críticas recibidas son "merecidas". "Yo creo que no tengo que dimitir, tengo que pedir perdón, cometí un error humano, que es inexcusable, pero del que ahora mismo, si pudiese volver atrás no volvería a ese acto. No me siento cómodo que se cuestionen valores y principios que tengo tremendamente interiorizados y que no son cuestionables y eso me genera inquietud y tensión", explicó.
