"Usan nuestro dolor como arma política": las víctimas lamentan la "frivolidad" del PP al recurrir a ETA y al 11M

En un debate político marcado por el genocidio en Gaza y la migración, el Partido Popular ha vuelto a poner sobre la mesa sus habituales discursos sobre ETA y los atentados del 11M para intentar desviar el foco. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aseguró el pasado lunes que el lehendakari Imanol Pradales le había dicho "Ayuso, entzun, pim, pam, pum", una proclama vinculada a ETA, cuando en realidad se trataba de un mensaje en euskera ("Ayuso, entzun, Euskadi euskaldun") para defender la lengua vasca. Hay que recordar que la presidenta regional abandonó la última Conferencia de Presidentes cuando el lehendakari usó el euskera durante su intervención.

Lejos de rectificar, la dirección del PP continuó con la estrategia. Desde Génova, la vicesecretaria de Coordinación Sectorial, Alma Ezcurra, señaló el mismo día al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero como "autor intelectual del blanqueamiento de ETA" y sostuvo que "llegó al Gobierno por unos atentados terroristas". Con esas palabras, el PP ha vuelto a utilizar dos marcos que arrastra desde hace tiempo. Por un lado, acusando al PSOE de haber pactado con socios de ETA y, por otro, cuestionando la legitimidad de las elecciones de marzo de 2004.

Las víctimas no viven estas polémicas como meros rifirrafes políticos, sino como agresiones que "reabren heridas". El periodista y víctima de ETA Gorka Landaburu considera que son "palabras que hieren" y que "están hechas desde la mala fe". Una sensación que también comparte Marisol Pérez Urbano, presidenta de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, al señalar que "no les dejan hacer el duelo en paz".

Landaburu recuerda que no es la primera vez que el PP recurre a estos recursos y pone como ejemplo la intervención de Miguel Tellado en el Congreso en octubre de 2024 mostrando fotografías de socialistas asesinados por ETA. "Utilizan nuestro dolor como arma política. Estamos cansados y hartos de que se juegue con nuestra memoria para sacar rédito partidista", añade. Pérez Urbano subraya que se sienten "victimizados tres veces". "Primero por los terroristas, después por los políticos que nos usan y finalmente por quienes han hecho negocio con nuestro dolor", detalla.

Romper la convivencia y la legitimidad democrática

Landaburu insiste en que "bastante tenemos con lo que tenemos" como para soportar que un partido "convierta a ETA en un comodín recurrente". "En Euskadi trabajamos desde hace años por la memoria y la convivencia, respetando a todas las víctimas. Que ahora venga Ayuso a frivolizar con expresiones que no se han dicho es inaceptable", explica. Además, advierte de que esas declaraciones son "una bomba dialéctica" que es parte de "un juego muy sucio con el objetivo de reventar todo lo conseguido en Euskadi".

En esa misma línea, las víctimas también señalan que detrás de las acusaciones del PP contra la victoria electoral de Zapatero en 2004 hay intenciones de deslegitimar la democracia. "Lo que quieren hacernos creer es que aquel cambio político no fue fruto de la voluntad popular expresada en las urnas. Es una forma de reescribir la historia reciente de España y de cuestionar la legitimidad democrática surgida de aquellas elecciones. Con esto rompen consensos básicos que deberían ser intocables", denuncia Pérez Urbano.

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Además, las teorías de la conspiración sobre el 11M no han desaparecido del todo en el PP. Desde la fundación FAES, publicaron en marzo de 2024 un editorial en el que alimentaron las dudas sobre la autoría de los atentados y sembraron sospechas sobre Zapatero. Las recientes palabras desde Génova contra el expresidente socialista también reactivan ese relato que pone en cuestión la legitimidad democrática salida de las urnas de 2004 y que, según las víctimas, constituye "un ataque directo a la memoria" de quienes perdieron la vida en los atentados y a quienes sobrevivieron.

Pérez Urbano alerta del "peligro de mantener vivas esas narrativas que no son simples opiniones políticas". "Siguen repitiendo que Zapatero llegó al poder gracias a los atentados, como si detrás hubiera una mano oculta. Eso es conspiracionismo puro y duro, y lo terrible es que lo hacen desde las instituciones. Alimentar esa mentira no solo nos revictimiza a nosotros, también erosiona la confianza de la ciudadanía en las instituciones", añade.

Landaburu, por su parte, lamenta que en el PP "se lo tomen casi a broma". "Frivolizan con algo demasiado serio y convierten nuestro dolor en un eslogan más de campaña. Y eso, para quienes hemos sufrido la violencia, es inaceptable", concluye. El periodista añade que esta actitud "no solo ofende a las víctimas, también degrada el debate público y transmite la idea de que todo vale con tal de arañar unos votos".

En un debate político marcado por el genocidio en Gaza y la migración, el Partido Popular ha vuelto a poner sobre la mesa sus habituales discursos sobre ETA y los atentados del 11M para intentar desviar el foco. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aseguró el pasado lunes que el lehendakari Imanol Pradales le había dicho "Ayuso, entzun, pim, pam, pum", una proclama vinculada a ETA, cuando en realidad se trataba de un mensaje en euskera ("Ayuso, entzun, Euskadi euskaldun") para defender la lengua vasca. Hay que recordar que la presidenta regional abandonó la última Conferencia de Presidentes cuando el lehendakari usó el euskera durante su intervención.

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