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"Cuando vengas a Madrid nos vamos a comer a la Plaza Mayor": los mensajes de la segunda estafa a Almeida

Mensajes de Whatsapp intercambiados entre Elena Collado y Philippe Solomon.

Viernes, 17 de abril de 2020. A primera hora de la mañana, la entonces responsable de compras del Ayuntamiento de Madrid, Elena Collado, recibe un mensaje en su teléfono móvil del empresario franco-israelí Philippe Solomon, cara visible de la consultora Sinclair&Wilde. A pesar de que las relaciones comerciales entre ambas partes para la compra de medio millón de mascarillas por 2,5 millones de euros comenzaron más de tres semanas antes, es la primera vez, o al menos así consta en la documentación a la que ha tenido acceso infoLibre, que el hombre de negocios escribe directamente por Whatsapp a quien ejerce como interlocutora del consistorio con destacados proveedores en plena crisis sanitaria. Lo hace para informarle sobre el estado de la mercancía y las previsiones de llegada a suelo español. Y marca el inicio de una conversación de casi cuatro meses que parece feliz pero que se apaga lentamente en cuanto el consistorio se percata de que el material no puede ser utilizado por falta de certificaciones.

A mediados de abril, las relaciones entre ambas partes han pasado por altibajos. De hecho, el consistorio había dado orden al banco de intentar recuperar el dinero correspondiente al primer pago de 1,25 millones de euros que se había hecho a una cuenta en el Bank of America. "Por medio de la presente solicitamos la retrocesión de la transferencia realizada (...). El motivo de dicha solicitud es el incumplimiento del contrato por parte del proveedor beneficiario de dicha orden de transferencia", consta en un email remitido a Bankinter por parte del entonces director comercial y financiero de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios, a través de la cual el Ayuntamiento de Madrid estaba canalizando por aquel entonces la contratación de emergencia. Pero, al final, se terminó abonando la totalidad de lo acordado por las mascarillas.

Las conversaciones por mensajería telefónica con Collado, de hecho, se inician solo tres días después de que el consistorio hiciese el segundo pago por los 1,25 millones de euros restantes. Según la documentación que consta en el sumario judicial, a la que ha tenido acceso este diario, es el empresario el que se pone en contacto con ella para decir que el material se encuentra en la aduana y que en un par de horas estará todo listo. "Quizá el avión turco pueda partir esta tarde si les obtengo un permiso especial del Gobierno turco. Por lo tanto, necesito una carta oficial del Ayuntamiento o del Ministerio de Asuntos Exteriores español para la autorización de vuelo", resalta Solomon. Siete minutos después, Collado se pone a ello. Y antes de que acabe la mañana el alcalde, José Luis Martínez Almeida, estampa su firma en una misiva dirigida al ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavuşoğlu.

El escrito es enviado por la propia Collado a una dirección de correo electrónico que le ha facilitado el empresario. Es, supuestamente, el del miembro del Gobierno de Turquía. Da a entender que se la ha dado el titular de Exteriores de Guinea Bissau, con quien ha estado hablando. La responsable de compras confía en que todo salga bien, en que los cubrebocas estén en la capital al caer la noche. "Aún tengo esperanza. El trabajo duro tiene su recompensa", le escribe a mitad de la tarde. Pero al final nada, las mascarillas, encargadas el 23 de marzo, siguen sin llegar.

Desde entonces, el intercambio de mensajes se intensifica entre las dos partes. Sobre todo, cuando se incrementan las posibilidades de que el avión despegue de una vez por todas. El 19 de abril es uno de esos días. Se espera que la mercancía llegue a primera hora del 20. Parece que, ahora sí, todo está listo. Y eso es una fantástica noticia. "Acabo de pagar otros $ 83000 hoy para asegurarme de que no haya un problema de última hora", apunta Solomon, quien recuerda a Collado que aunque "toda esta operación" le hará perder dinero, lo más importante es mantener su "palabra". "Perdí 1 millón con los chinos que no entregaron y he pagado muchos costos adicionales para asegurarme de que se entregan las máscaras", dice.

La alto cargo del consistorio, por supuesto, se lo agradece: "Te doy las gracias de todo corazón por las vidas que se salvarán gracias a tener mecanismo de protección. Tu palabra es oro para nosotros, gracias! te puedo llamar Felipe como a nuestro Rey???".

Tampoco ese lunes llega la aeronave con el material comprado. Solomon lo achaca a una "mala coordinación". De hecho, no tocará tierra en la capital hasta unas horas después. Es medianoche del 22 de abril. Y Collado, a la que el hombre de negocios ha ido actualizando la situación y enviando algunas imágenes de la aeronave, anuncia al empresario que todo ha salido bien con un mensaje simple: "Avión aterrizado". Tras esto, comienzan las felicitaciones. "Te deseo una buena continuación y si necesitas algo de mi, siempre estaré allí para ti", le escribe el hombre de negocios. "Solo que cuando vengas a Madrid nos vayamos a comer a la plaza mayor. O a algún sitio bonito que te pueda enseñar", responde la responsable de compras. De hecho, Solomon se compromete a ir "muy pronto" a la capital.

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Al principio, y así se lo traslada ella con algunas imágenes, todo parece tener "buena pinta". "Pero tenemos que pasarlas por Madrid Salud", puntualiza. Sin embargo, a los pocos días se dan cuenta de que no todo va bien. Hay problemas con la certificación de los cubrebocas. Y, desde ese preciso instante, la conversación se convierte en una persecución constante para que el empresario aporte toda la documentación. Y se prolonga hasta el 3 de agosto, cuando, tras un mes sin respuesta, Collado manda un último mensaje: "Hola de nuevo. Por favor, no podemos entregar las mascarillas a nuestros empleados porque no tenemos el certificado de conformidad del que hemos hablado varias veces. Si nos lo puedes enviar esta semana podemos zanjar este asunto. En caso contrario tendremos que proceder a la devolución del producto y, por vuestra parte, del dinero".

Comisión rogatoria a Reino Unido

La compraventa está siendo investigada en el Juzgado de Instrucción número 30 de Madrid por un presunto delito de estafa agravada. De hecho, su titular ha decidido esta misma semana librar una comisión rogatoria a Reino Unido para localizar y citar al empresario, al que se le puede encontrar bajo dos identidades –Philippe Haim Solomon o Philippe Víctor Chaim Hababou– y que puede operar con tres pasaportes diferentes: uno israelí, otro de Guinea Bissau y un último de Francia. "No se tiene constancia que el investigado haya residido en España, o se le pueda localizar aquí", asevera el juez, quien también deja constancia de que una de las partes en el proceso ha aportado un posible teléfono de contacto del empresario. Una vez localizado, el instructor dice que deberá comparecer en el juzgado "el próximo 26 de mayo a las 10 de la mañana". De no hacerlo, se podrá cursar una "orden de detención nacional o internacional".

Por otro lado, a través de una providencia, el juez ha aceptado en parte las peticiones realizadas por Más Madrid a finales de septiembre y ha citado a declarar a comienzos de diciembre a Mario Tabasco, jefe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, y Araceli Vida, la administradora única de la firma Aifos Servicios Legales y Consultoría SL. Esta última testifical es "fundamental" a ojos de las acusaciones para "un completo esclarecimiento de los hechos". Al fin y al cabo, es una de las piezas clave, al haber hecho de intermediaria entre Sinclair&Wilde y el consistorio de la capital.

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