25/01/2015 - 06:00
Juanma Romero
La oposición no es la única a la que no le gusta la reforma de Rajoy de la ley de 1995: los penalistas creen que el texto, autoritario y regresivo, devuelve a España a tiempos pasados y "pisotea" la dignidad humana. El cambio del PP introduce la cadena perpetua revisable, de dudosa constitucionalidad, endurece las penas, restringe el derecho de manifestación y reunión y abandona el principio de culpabilidad por el de peligrosidad.