Librepensadores

Acerca de la situación política de Catalunya

Thierry Precioso

Cuando me enteré de que Jordi Pujol acababa de ser elegido presidente de la Generalitat, el jueves 24 de abril de 1980, con 75 votos a favor procedentes de UCD, ERC y Convergencia, pensé que no sabía muy bien lo que iba a ocurrir pero que en todo caso este acontecimiento iba a tener consecuencias para el futuro de España. También lamenté que ERC privilegiara la perspectiva nacional frente a la opción de izquierda, la suma de los 33 diputados del Partido Socialista con los 25 del PSUC y los 14 de ERC habría podido dar una mayoría absoluta de 72 votos a un gobierno de Joan Reventós. Ahora ya no estoy tan seguro de la bondad de un gobierno de izquierda en Catalunya en 1980, de haberse dado esta posibilidad es muy probable que una furibunda reacción nacionalista de la alta burguesía catalana habría puesto en peligro el proyecto modernizador que Felipe González, Manuel Marín y compañía llevaron finalmente a cabo en el Estado.

En las elecciones autonómicas siguientes de 1984 ERC pasó de 14 a 5 diputados y de 240.841 votos que representaban un 8,87% de los votantes a 126.943 votos, es decir apenas un 4,41% del voto. Por su parte CiU lograba una mayoría absoluta de 72 escaños con 1.346.729 votos que significaban un estratosférico 46,80% de los votantes mientras que el PSC quedaba segundo con 866.281 votos, a saber un 30,11% del voto.

Veintisiete años más tarde en las elecciones generales de 2011, una CiU liderada por Josep Antoni Duran i Lleida aun conseguía 1.015.691 votos frente a los 256.985 votos republicanos pero en las elecciones generales de 2015 ERC daba por primera vez el sorpassosorpassocon 601.782 sufragios frente a los 567.253 votos posconvergentes. En las elecciones generales del 28 de abril de 2019 ERC ha conseguido 1.020.392 votos frente a los 500.787 de Junts per Cat. Aunque en los comicios municipales existe una fidelidad personal de muchos votantes con los candidatos que ya ocupan el cargo de alcalde, en las elecciones locales del 26 de mayo pasado ERC ha vuelto a superar a Junts per Cat con 819.845 votos frente a los 537.463 sufragios favorables a los posconvergentes. Ahora queda por ver el resultado de las elecciones generales del próximo 10 de diciembre.

Espero que no me haya excedido utilizando un método de análisis que se podría denominar “chartismo político” pero acudiendo a esos resultados electorales se ve claramente que en esos diez últimos años Catalunya ha estado inmersa en un proceso muy dinámico. Es verdad que los acontecimientos inmediatamente posteriores a la sentencia del juicio del 1-O están siendo extremadamente desagradables y sobre todo muy peligrosos, pero lo que estamos viendo no es ninguna anomalía sino uno de los últimos capítulos de un relato que empezó en el año 1980 y se fue desarrollando sobre la marcha. Por mi parte tiendo a pensar que en algún momento no demasiado lejano, la situación política de Catalunya se estabilizará de manera algo positiva.

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