Librepensadores

Blanco

Mario Diego Rodríguez

“Histórico, un cambio político en nuestro país, un paso hacia la modernidad, un paso más hacia la democracia”. Éstos son algunos de los calificativos que escuchamos antes, durante y después del debate televisivo del 7-D.

Me parece que la aceleración del calentamiento de los medios de comunicación no sólo se produce a propósito del calentamiento del planeta, sino por cualquier hecho, siempre y cuando contribuya a manipular a la población.

El producto que Atresmedia nos vendió como debate a cuatro [Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias], con la complicidad de la mayoría de los medios es un producto adulterado. Quizás haya que saludar que un debate de esa índole y en esas condiciones haya tenido lugar, ya que es la primera vez que ocurre, no obstante, de ahí a glorificarlo… un paso de gigante que no daré.

¿Un cambio político en nuestro país? ¿Democracia? Habrá que preguntárselo a los partidos políticos que en la legislatura pasada tenían representación política en el Congreso. ¿Qué criterios han sido utilizados para decidir qué candidatos participarían a ese debate? ¿Los tres candidatos que vimos en el show televisivo organizado por Atresmedia y anunciado con tan ilustre fanfarria son los únicos que compiten en este escrutinio?

No pienso naturalmente en el ausente voluntario, cada cual hace lo que quiere y estaba muy bien donde estaba; al fin y al cabo tiene razón, nada le obligaba a debatir y el hecho de que no apareciera en el plató ha sido un recreo para los televidentes, por lo menos para mí, aunque no creo ser el único. Pienso en aquellos otros que Atresmedia ha descartado y que, como las tres “estrellas” que sí acudieron, también son candidatos.

En el debate organizado por El País asistimos a algo similar, por lo que podemos decir ue tanto el periódicocomo Atresmedia han decidido quiénes son los que merecen nuestra atención y quiénes no. A no ser que una de las tres “estrellas” se haya negado a participar en un debate con más de cuatro participantes, espero que no.

¿Es eso la democracia de la que tanto se pavonean algunos medios y algunos políticos? No solo las elecciones no son democráticas puesto que no existe la proporcionalidad verdadera entre votos obtenidos y escaños, sino que tampoco existe en la línea de salida, que es donde menos costaría conseguirla.

¿Democracia cuando, por ejemplo, el PP tiene la mayoría absoluta en el Congreso como en la legislatura anterior pese a que solo representa el 30 % de los inscritos en el censo electoral?

Muchos fueron aquellos que después de las elecciones autonómicas en Cataluña se rieron, yo también, cuando Mas, Homs, Junqueras o Romeva nos explicaban que habían ganado las elecciones porque tales votos o tales otros no había que contarlos; pues en los debates de El País y Atresmedia pasó lo mismo. Tal candidato y tal otro no porque las encuestas lo dan perdedor, tal o tal otro no porque son nacionalistas, tal o tal otro no porque no llegan al 1%.

El sistema, del que forman parte las grandes empresas de la edición y de la comunicación, ya nos ha puesto la mesa, solo nos queda saborear los productos e incluso ya empezaron a mezclar nuevos sabores: un poco de PP con un poco de Ciudadanos, un poco de PSOE con un poco de Podemos; los más osados mezclan hasta tres sabores.

No, esto no es santo de mi devoción, aunque sé que no va cambiar nada tengo la intención de ir a votar. Muchos han sido aquellos que han luchado, algunos hasta perder la vida, como para que me quede en casa. Utilizaré el color de duelo chino. __________________

Mario Diego Rodríguez es socio de infoLibre

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