Calor y moscas
En el cuaderno de bitácora registraba hoy lo acontecido. Como buen marino y frente al mar. Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, anunciaba “una intervención de emergencia” en el mercado eléctrico. Cansada, supongo, de que las eléctricas se le subieran a la chepa con los precios despóticos, absolutistas, tiránicos y arbitrarios que maneja esta gentuza. Prendas que se sienten agraviados cuando se les llama al orden. Gentuza.
Estos cretinos son los causantes de que la inflación se dispare y obviamente tienen el poder de cargarse gobiernos en Francia, Alemania o España. La subida de precios y por consecuencia el descontento de la ciudadanía son el peor enemigo de los gobernantes. Tumban gobiernos, como quien se toma un café, y van a por este.
La Unión Europea, y esto lo sabe Von der Leyen, está herida de muerte, agoniza en una cama de hospital. El clima social o lo que viene siendo la peña empieza a caldearse o cabrearse, el orden global, a no mucho tardar, con el calor y las moscas acabará reuniéndose a primeros del siglo próximo en Bruselas para dar soluciones a un mercado energético que no está por la labor y que se la sudan la cesta de la compra y los problemas económicos de quien les llena las arcas: El contribuyente.
No hay, no existen soluciones en el mercado energético
No hay, no existen soluciones en el mercado energético, salvo que te dediques a estudiar la Crítica de la razón pura de Kant o por qué colapsó el Imperio Romano.
A BP, Iberdrola, Naturgy, RDSA o Total se las trae al pairo cualquier cuestión que no sea su cuenta de resultados, esto lo sabe hasta el gato del vecino que tiene cara de accionista. Es lo que hay y acontece: calor y moscas.
De Purísima y oro. A Adrián.
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Pako Martí es socio de infoLibre
