Vamos a contar mentiras, tralará

Ximo Estal

Esta canción popular, para los que ya tenemos canas y contamos con algunos años, es actualmente en política un modo de actuar de la derecha ultraconservadora y falaz que tenemos en nuestro país. Tanto el PP, sobre todo este, como su apéndice ultra: Vox y su veleta, mal llamados liberales: Cs, se empeñan día a día en demostrarnos que esta canción está de moda y muy de moda actualmente.

Pues para ellos, una mentira tras otra, repetida una y otra vez y endulzada con una falaz desinformación por medios informativos afines, creen que la convierten en una verdad que va por lo menos a crear confusión, pero sobre todo lo que hace es crear crispación, odio, división y lo peor, ir quemando poco a poco los valores de un democracia que tanto nos está costando conseguir y que esta derecha con sus mentiras y mentiras pretende destruir aprovechándose de la verdadera libertad que la democracia da.

Miente esta derecha cuando dice defender a los que considera diferentes, pues vota en contra de todos sus derechos e incluso intenta boicotear actos y homenajes

Esta derecha miente y miente y cuenta la mentira de que España tiene el coste más alto de la luz, cuando países de nuestro entorno: Francia, Alemania e Inglaterra, lo tienen más alto. Pero claro, lanzan la mentira y a ver si cuela. Esta derecha miente cuando declara que para ella los derechos de la mujer son importantes y votan en contra de leyes que protegen los derechos de las mujeres. Pero ellos argumentan que con su 'no' lo que pretenden es protegerla. Cuando la verdad es que lo que pretenden es volver a aquellos días en que la mujer era el apéndice del hombre. Es decir con su mentira pretenden dar más fuerza a un patriarcado que ellos quieren y defienden e incluso para su apéndice Vox: la mujer solo tiene mérito siendo madre. Miente esta derecha cuando dice defender a los que considera diferentes, pues vota en contra de todos sus derechos e incluso intenta boicotear actos y homenajes. E incluso su ala más ultra, con sus apéndices ultracatólicos y la iglesia, considera que solo el matrimonio entre hombre y mujer es válido y la homosexualidad, lesbianismo y travestimos son enfermedades que según ellos se pueden curar.

Mienten con descaro, alevosía e incluso se ríen cuando dicen apoyar a los más débiles y luego no apoyan y ponen excusas y argumentaciones ridículas que rozan el kazkianismo y el payasismo, leyes que sirven para proteger y ayudar a esos ciudadanos y ciudadanas más débiles y que están en continua exclusión social. No apoyan las becas, las ayudas al transporte, las ayudas sociales. Pero eso sí, con sus mentiras y sus argumentaciones, apoyadas por los medios informativos falaces, pretenden utilizar a esos ciudadanos y ciudadanas para que les voten, pues solo ellos pueden defenderlos. ¿De qué? Lo que en realidad quieren es que ellos mantengan sus estatus a costa de esos falsos votos y promesas.

Mienten y cuentan mentiras, una tras otra, cuando indican el catastrofismo que se avecina y que solo ellos son los salvadores, cuando se ha visto que cuando ha gobernado la derecha (y esta va a ser peor, como se ve en Madrid y Castilla y León), los derechos sociales y económicos de la clase trabajadora son menores y los recortes de lo público también aumentan, mejorando los recursos económicos de los que más tienen y aumentando las privatizaciones. Mienten, mienten y cuentan sus mentiras cuando indican una vez y otra vez que son constitucionalistas y patriotas, y sin embargo se saltan una y otra vez las leyes, utilizan la justicia, se niegan a renovar instituciones que están caducas, con el único fin de destruir la democracia y crear crispación.

Y lo peor, niegan la plurinacionalidad de nuestra Constitución, y vuelven a sacar el independentismo y la ETA como argumentaciones con el único fin de crear más odio. Vuelven a mentir indicando que defienden a los más necesitados, indicando que van a bajar impuestos, cuando demuestran que donde gobiernan los impuestos suben, excepto, claro, a las grandes fortunas que ahí sí descienden, pues esa su realidad, lo otro una nueva mentira. Por eso la canción de vamos a contar mentiras, tralará, les viene muy a cuento. Pues mienten cuando pretenden reescribir la historia y niegan que hubiera un golpe de estado, que todavía hoy existen miles de ciudadanos/as en las cunetas y fosas esperando reparación, verdad y justicia. Mienten cuando hablan y hablan de que no se les quiere escuchar, cuando lo que pretenden es que se haga lo que ellos quieren, si no no es bueno para los españoles. ¿Solo son españoles los de esta derecha?

Mienten y cuentan mentiras, una tras otra, cuando no paran de negar el cambio climático y sostienen que este es consecuencia de una calentura científica de una izquierda soberbia. ¿Hasta cuándo los españoles y españolas vamos a permitir que esta canción de vamos a contar mentiras sea el argumento para ganar elecciones? Señores de la derecha, la verdadera canción que los demócratas queremos escuchar, ya que estamos hablando de gente con canas, es Libertad, la de Jarcha y no la de Ayuso y la de Feijóo, Abascal o Arrimadas, pues para ellos su canción es vamos a contar mentiras, tralará, tralará. Mienten cuando pretenden indicar que la ocupación es un problema, cuando la verdad es que el problema es que la gente y la propia Constitución hablan de una vivienda para todos y no de una especulación a través de la vivienda como hacen bancos y algunos agentes económicos. Triste es si ante las elecciones que se nos avecinan esta canción, 'Vamos a contar mentiras', triunfa frente a la anteriormente citada: Libertad, pues demostrará que tal vez la ciudadanía española no está preparada para una verdadera democracia y lo que es peor, nos gusta más ser títeres manejados que personas con voluntad de pensar, cambiar y buscar la igualdad social.

Y con esto no quiero que nadie se ofenda, pero si en las elecciones próximas partidos que basan sus argumentaciones y sus nulas propuestas en mentiras continuadas las ganan, la izquierda y la ciudadanía española algo habremos hecho mal. Y lo peor, nuestra democracia se tambaleará, pues apoyar a partidos que niegan el cambio climático, los derechos de la mujer y la diversidad, que quieren eliminar las leyes de educación, memoria democrática, e incluso las leyes de mejoras sociales, no creo que sea muy correcto, con todos mis respetos. Prefiero una democracia que respete todos sus valores, donde la mujer sea igual, donde la verdad, la justicia y la reparación de los que fueron fusilados injustamente tengan dignidad, donde la igualdad social sea cada vez más cierta. Donde la justicia sea igual para todos. Donde prevaricar y corromperse sea penado. Donde el odio y la crispación y su fomento sean castigados y donde sean condenados todos aquellos que utilizando una falsa libertad utilizan la mentira.

Por tanto aún estamos a tiempo de decidir qué canción queremos, la de 'vamos a contar mentiras' o la de libertad. La derecha encabezada por un Feijóo, marcada por la trumpista Ayuso, y que su vicepresidente hipotético sea Abascal, un político que ensalza al fascismo, y una meritoria: Arrimadas, más pensada en vivir de la política que hacer política, es la propuesta que nos presenta la derecha del vamos a contar mentiras, frente a esta debe estar una izquierda dialogante, luchadora y continuadora de dla defensa de los derechos de igualdad y de hacer pagar al que más tiene, una izquierda que vuelva a recuperar la justicia y la igualdad de todos y todas. Una izquierda que defienda los intereses de los más débiles y una izquierda que revise la Constitución y la vuelva a reescribir con articulado acorde al siglo XXI. En resumen, menos mentiras y más verdad. Menos odio y más dialogo. Menos falaz patriotismo y más democracia real. Menos argumentar con mentiras y más propuestas de Estado para la población que está más necesitada. Menos política falaz y más realidad. Menos hipocresía y sobre todo más democracia y menos falsa libertad.

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Ximo Estal es socio de infoLibre

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