La corrupción real y la cocinada
En la lucha política que hoy mantienen el PP y toda la derecha, a la que sumamos a viejos “socialistas”, existen varios tipos de corrupción, pero la derecha, mucho más entrenada en ello, es la maestra en esos manejos. Porque veo una corrupción de ADN, según dicen, en el Gobierno, que habría que analizar. Una cosa es que se esté hablando de lo corrupto que es el gobierno actual, cada día y cada minuto por todos los miembros de la derecha, en un discurso aderezado de bulos, manejo de RRSS y diferentes modos de crear culpables sin juicio o sin demostración de la culpa. Es lo que hizo Franco en la posguerra y que ellos lo aprendieron a la perfección. La única diferencia es que entonces se fusilaba a gente y hoy ya no se hace. Esperemos que no vuelva.
Pero veamos los casos de corrupción terribles del Gobierno. Está claro que en el caso Ábalos existe algo inconfesable que aún se debate y que, si se verifica, tendrá uno o varios culpables de una trama indeseable que recibirán su castigo según la ley. El caso Begoña Gómez lleva un año de interrogatorios y de apariciones en medios de forma muy programada, pero nada se ha podido aún demostrar, cuando casos por los que se la acusa han existido en la derecha de forma infinita. El caso hermano del presidente no parece muy demostrable, pese a la acción desmedida contra un músico que ha hecho del silencio su mejor acorde, teniendo en su haber una experiencia musical contrastada en otros países además de una cultura en idiomas muy valiosa, pero ser hermano de Sánchez para la derecha es algo pecaminoso.
Como hoy todo se compra y se vende en los medios y en RRSS hay una parte de la juventud que votará a los que parecen los buenos
De estos casos la derecha llena cualquier medio cada día, horas y horas, para fabricar el corrupto al que habría que poner la bomba lapa mientras su autor pasea feliz por las narices de Ayuso. Y como hoy todo se compra y se vende en los medios y en RRSS, hay una parte de la juventud que votará a los que parecen los buenos y que no son corruptos, o sea la derecha. Sin embargo, se han creado corruptos de la nada a base de medios de comunicación comprados o ideológicamente felices con ello, junto con jueces y sindicatos ultras que de esa nada hacen un infinito cada día, capaces de hacer saltar por los aires cualquier razón que ellos no compren. Mientras se tapa a personajes como Mazón para que el pobrecillo acabe teniendo una jubilación muy bien pagada además de coche y chófer.
Dos tipos de corrupción: la que se cocina en medios y juzgados y la real, sin ruido mediático.
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Cesar Moya Villasante es socio de infoLibre.