Una corrupción de siempre
El artículo y vídeo que hoy sale a la luz gracias a infoLibre de Julio Ariza, propietario y nada comunista, de Intereconomía, en el que denuncia la corrupción de M.Rajoy y sus compañeros es algo que podría saltar a cualquier medio importante si el periodismo fuera lo que debe ser, o sea, puramente información y crítica al poder establecido. Quizá una oposición a los abusos de cualquier índole.
Solamente esos enemigos salen ahora en que se aplica una política de izquierdas real, sin exagerar, pero apoyando a esa parte de la sociedad más desfavorecida y de la que ellos no quieren saber nada
Sin embargo, me temo que nadie lo publicará excepto algún medio digital porque la corrupción del PP, si de verdad se conociera en toda su extensión, sería un escándalo como si se conocieran de verdad los crímenes de la posguerra, pero con una narración adecuada por la importancia que tendría. Por eso la memoria democrática es tan difícil desarrollarla, porque la dictadura nos dejó a esos vencedores que hoy en su mayoría apoyan al PP y en su totalidad a Vox, con las excepciones lógicas de personas determinadas. La corrupción del PP ha sido basada en unos seguidores tipo ejército que ha admitido todo por un solo concepto, el de la Patria unida. Eso que dejó atado y bien atado el general solo estaba basado en esa palabra mágica con los anexos semánticos de frases que hoy escuchamos cada día a sus líderes, por llamar de alguna forma a meros activistas de cartel porque no tienen un nivel político debido a haberse movido en un mundo para ellos hecho ad hoc sin enemigos. Solamente esos enemigos salen ahora en que se aplica una política de izquierdas real, sin exagerar, pero apoyando a esa parte de la sociedad más desfavorecida y de la que ellos no quieren saber nada. Porque la incluyen, aunque no lo manifiesten como a los homosexuales o a los inmigrantes, que no sean poderosos deportistas, por ejemplo, aunque sean de color. Porque ellos gobiernan para las familias poderosas de nuestra sociedad como expresó ya hace muchos años Emilio Romero, nada comunista, por cierto, en aquel periódico Pueblo.
Antes del periodo actual, nada ocurría porque Felipe no quiso hacer ruido en sus tiempos de socialismo por las amenazas que existían y que no critico porque hay que conocer aquello como los que lo vivimos. Después Aznar lo propició aún más con casi todo su equipo de ministros procesados, pero sin problema por dominar a la judicatura que tanto daño está haciendo a la España real. Zapatero hizo lo que pudo en aquel entramado terrible de una oposición como es habitual detrás del 11M que ocupó varios años. Es ahora, con Pedro Sanchez, cuando salta todo en pedazos al haberse pegado el batacazo en un gobierno que tenían en sus manos y les falló sin soportarlo aún, usando la amnistía que ellos le hubieran dado igual a Puigdemont si hubieran conseguido el poder, para armar el ruido que tapa lo que poco a poco va saliendo a la luz y que tendrá que salir más aún en periódicos digitales o en canales de YouTube que hoy suponen el único peligro para vencer a esos medios que cada día nos hablan de bodas y shakiras como mero entretenimiento para mantener alejada del barro a una juventud que empezará a despertar y espero que sea capaz de mover el mundo como siempre ocurrió en la historia. Porque el mundo está necesitando de personas capaces de mirar con luces largas y romper con esos vicios de un mundo podrido en demasiados espacios o en Islas preciosas que saben guardar bien el dinero de los “listos”. Gentes que afronten el mayor cambio de la humanidad con los conocimientos técnicos que exige esa IA y muchos avances más que los que ahora se manifiestan contra la amnistía quieren parar. Y para terminar, sin importarles para nada que, cuando se acabe el problema, la distancia entre Catalunya y el resto de españoles será abismal, pero es que ellos viven de ese enfrentamiento al no tener nada que ofrecer a la sociedad más que su emblema de solapa o de muñeca.
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César Moya Villasante es socio de infoLibre.