En defensa de una mujer, en defensa de todas las mujeres

Victoria Sanz

Leo estos días noticias relativas a la ley del sí es sí y no salgo de mi asombro. No soy abogada, ni jurista, ni juez, pero sí soy parte interesada.

Cuando hace 6 años una cuadrilla de bárbaros (por no ser grosera) violó brutalmente con premeditación y alevosía a una chica de 18 años aprovechándose (ellos) de su superioridad y de la debilidad de la joven, y cuando años después la sentencia sobre esta violación canalla nos hizo levantarnos a TODAS, TODOS y TODES, reclamando justicia, hubo quien tomó conciencia de la necesidad de una ley del “sí es sí”, fue un gobierno progresista, que tuvo la valentía de crear un ministerio de Igualdad y fue su titular Irene Montero quien se empeñó en sacar adelante una ley para que aquel acto canalla no se volviese a producir, y en caso de que se produjese, no quedase impune.

La ley vio la luz después de más de un año de recorrido, el 25 de agosto de 2022: Ley de Garantía de la libertad sexual. LO 10/2022 de 6 de septiembre de garantía integral de la libertad sexual; aprobada por las Cortes Generales y sancionada por su majestad el rey Felipe VI, publicada en el BOE el miércoles 7 de septiembre de 2022 y con 30 días para entrar en vigor; 71 páginas, no sé si quien tanto la critica ha llegado a leerla y sobre todo a entenderla.

La ley fue un empeño y un compromiso de la ministra y de su ministerio, pero ¿en alguna cabeza cabe que la ley la haya confeccionado ella?; las leyes, TODAS, son difíciles de elaborar y para ello tenemos muchos y muy buenos juristas en nuestro país y desde luego que lo estarían en el ministerio de Igualdad; las leyes tienen resquicios legales, TODAS, lo sé hasta yo, que no soy lega en la materia ¿cómo podría si no un abogado defender o acusar un delito según sea defensor del agredido o del agresor?. El abogado defiende a su cliente y busca entre otras cosas los resquicios legales.

Pero es que el problema de base no es este, el problema va más allá, hay que derribar un ministerio y a una ministra que se llama y lucha por la IGUALDAD, ¡hasta ahí podríamos llegar!, a los hechos me remito: ha habido abogados defensores de violadores que han recibido indicaciones para recurrir las penas de sus clientes por parte de intereses espurios, no lo digo yo, está en TikTok, en una entrevista realizada por Risto Mejide a uno de ellos; ha habido muchas revisiones, pero las disminuciones de pena o las excarcelaciones han sido poquísimas (en torno a un 3% y un 1,2%), aunque muy ruidosas, curiosamente en Madrid y Murcia (¡oh, señor!). Pero siendo esto muy alarmante, no es donde quiero extenderme.

Lo realmente gordo es la campaña de acoso y derribo llevada a cabo contra la ministra de Igualdad, su ministerio y ya de paso al Gobierno y al presidente.

Contra Irene Montero vale todo, ¿por qué?, pues está claro: por ser mujer, valiente y no postrarse ante nadie; pero sobre todo, por ser pareja de un señor que cae muy mal en general. ¿Hasta qué punto se puede llegar?

Se han dicho y escrito tantas barbaridades que resulta ya insoportable.

Contra Irene Montero vale todo, ¿por qué?, pues está claro: por ser mujer, valiente y no postrarse ante nadie; pero sobre todo, por ser pareja de un señor que cae muy mal en general. ¿Hasta qué punto se puede llegar?. ¿Se le ha cuestionado alguna vez en la vida a un hombre con quien se metía en la cama, con quien se casaba o divorciaba, con quien tomaba copas o cenaba…?

¡Ay!, pero tú, querida Irene, no vienes del mismo mundo que quienes te critican, tú te lo has labrado todo a pulso, con trabajo y esfuerzo.

-Tu sobresaliente en Psicología por la UAM.

-Tus 9 matrículas de honor: “9”.

-Tu 9,5 en tu Máster de Psicología de la Educación.

-Tu beca-residencia en nada menos que ¡HARVARD! (no harvara vaca), no: HARVARD, donde iniciaste una investigación doctoral, que terminaste rechazando (según leo en El Plural), por tus compromisos políticos.

Es triste, muy triste, pero lo que me arranca las lágrimas de los ojos es que toda esta campaña la lanzan en su mayoría mujeres, ¿qué os pasa?, ¿qué tenéis en la cabeza?: ¿sumisión, condena, odio, rabia, miedo, obediencia, envidia,…?, ¿QUÉ?.

Es para reflexionar profundamente.

Pero mientras lo hacéis, que sepáis que os estáis cargando de sinrazón, que da vergüenza, asco y nausea escuchar palabras como fecundar, conocimiento carnal, macho alfa y otras perlas desde un estrado que nos representa a TODAS, TODOS y TODES; sobre todo en este caso a TODAS, y que quien como único argumento contra una mujer utiliza su relación de pareja se ha quedado atrás, muy atrás, aunque tenga un currículo brillante, que desde luego está a años luz del brillante currículo de Irene Montero.

No conozco a Irene Montero, no he votado, ni voto, ni votaré a Podemos, pero cada cosa en su sitio y el respeto al oponente político en primer lugar.

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Victoria Sanz es socia de infoLibre.

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