Librepensadores
Expectativas las justas
No hay día que no me avergüence la clase política de este país, España.
Me parto la cara a diario con el cursor y el teclado sin mas expectativa que escribir un buen articulo. No espero feed back alguno. Es lo que hay y es así de sencillo.
Madrid arde. Arde de Carabanchel al barrio de Salamanca. La extrema derecha, agazapada, esgrime su discurso vacío de contenido, repleto de sandeces y, sabiendo que a “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Y como dice Pablito: dando mas vueltas que un billete en un salón de striptease. Obvio lo suyo, su discurso populista lo marcan los billetes, los suyos y así esta el percal.
El debate jurídico se resolverá en función de la presentación en tiempo y forma de cada una de las opciones, o eso es lo que se espera de la judicatura. Con el tiempo y una caña lo veremos y lo padeceremos. Expectativas las justas.
Mucho me temo que el tercer actor político, Vox, inicie esa escalada sin techo, junto a ese saberse colocar al pairo cuando la tormenta política arrecia y, desembarque en Moncloa mas pronto que tarde. Váyanse haciendo a la idea de lo que nos depara el futuro. Este misma viernes, lo discutía con dos colegas de la universidad en la terraza del Perdidos. Pintan bastos.
Lo que me revienta el poco entendimiento que Dios me dio es la movida murciana. Esa poca ética política. Les va el juego trilero y lo demuestran sin ningún escrúpulo. A Fernando López Miras le ha salido el sol por Antequera, cuando todo pintaba nubarrones y tormenta y, Teodoro García Egea, personaje donde los haya, ha sabido plantear la partida con una baraja marcada y vete tu a saber con que ardid, triquiñuela, amaño o artificio ha presentado una escalera de color sobre la mesa.
Ahora vas y lo flipas.
El Ferreras y la Pastor no daban abasto. Sus rostros lo decían todo.
Expectativas las justas reza el titular y la verdad, uno llega a ese momento de hastio donde no le merece la pena partirse la cara con el cursor y el teclado… para lo que hay que ver en este país, España.
De Purisima y Oro.
Pako Martí es socio de infoLibre