Misión: Atender al ciudadano con dignidad

Julián Lobete Pastor

Un buen gobierno fracasa cuando no cuenta con medios adecuados para realizar sus objetivos, cuando por ignorancia o insuficiencia de su aparato instrumental, resulta una mala administración a pesar de sus intenciones. Así lo expresa Alejandro Nieto en su libro El desgobierno de lo público.

Quien comprendió muy bien la necesidad de una administración pública eficiente fue Manuel Azaña. Intentó una amplia reforma administrativa en la Segunda República, consciente de que, sin ella, el gobierno republicano no podría alcanzar sus objetivos. "Es de interés primordial para los españoles que el Estado acapare en la medida de lo posible los mejores médicos, los mejores letrados… Abaratar la Administración no es criterio admisible porque mientras siga siendo defectuosa e incapaz será muy cara” reflexionó el político republicano.

La reforma de Azaña fracasó como han fracasado hasta ahora todas las reformas emprendidas en la Administración Pública española. Ni reformas, ni modernización ni pequeñas reformas han tenido éxito, según Nieto, excepto la de los años sesenta del siglo pasado.

El catedrático de Derecho Administrativo constata un desinterés de todos los políticos en la reforma administrativa; y ello es así porque cada gobierno (central, autonómico o municipal) considera a su administración como un patrimonio propio. De ahí a la corrupción no hay un largo camino, y la corrupción es la expresión máxima del desgobierno.

Si no existe una estructura administrativa adecuada, si no se incentiva a los funcionarios, si se deja que se pierda la competencia técnica, que es una de las características de la administración pública, porque a pesar de todo los servicios se prestan, los asuntos mal que bien van saliendo, ¿la administración no está paralizada?

Nieto, en opinión que el que esto escribe comparte, lo explica: “Porque existe un tanto por ciento no tan pequeño de funcionarios (aunque también existen los pasivos y negligentes) con vocación de servicio, con sentido de la responsabilidad y conciencia del deber, aun sabiendo que sus esfuerzos no van a ser recompensados, y a veces castigados".

Todo sigue peor

Alejandro Nieto escribió el libro citado en 2008. En 2021, la economista Marianna Mazzucato, asesora de varios gobiernos y organismos internacionales, reitera las tesis de Nieto en su libro Misión Economía. De otra forma y en otro contexto más amplio, Mazzucato constata el fracaso de las reformas administrativas en el mundo occidental, en particular el de la teoría de la Nueva Gestión Pública, importada en España en los años 80 y 90. Las conclusiones de Mazzucato van más allá alertando del fracaso del capitalismo en su versión neoliberal. “El modelo de Reagan y Thatcher se ha venido abajo y se ha producido una gran depresión”, afirma esta economista.

La Nueva Gestión Pública se fundamenta en tres prácticas: Externalización de los servicios públicos; asociación pública-privada y privatización. Todas estas prácticas han sido un fracaso y de enorme coste para las administraciones públicas, según Mazzucato.

La externalización ahorra dinero a los contribuyentes y reduce el riesgo, según los defensores de la NGP. Mito falso. Mazzucato expone varios ejemplos de las administraciones británicas y norteamericanas, por ejemplo el Servicio de Aduanas del Reino Unido que revertió a la administración en 2016. En siete semanas, funcionarios públicos habían elaborado una nueva aplicación más efectiva. En 2018, la empresa Carillion, uno de los mayores proveedores del gobierno británico, quebró con la consecuencia de 78.000 despidos, y la interrupción de 450 proyectos, entre ellos la construcción de hospitales, con el consiguiente aumento de gasto.

El modelo de Reagan y Thatcher se ha venido abajo y se ha producido una gran depresión

Marianna Mazzucato

Beneficiarios destacados de la externalización han sido las grandes consultoras en muchos países. El Brexit, por ejemplo, supuso para estas un aumento del 20% en sus beneficios. El Financial Times denunció que el gobierno se estaba gastando cada vez más en consultoras a pesar de que costaban el doble que los funcionarios públicos.

La utilización de consultoras deteriora la capacidad y capacitación interna de los gobiernos. En algunos casos, estas han asesorado a gobiernos para elaborar pliegos de condiciones destinados a su propia contratación. En cuanto a la colaboración público-privada, a través de los proyectos de iniciativa de financiación privada, la Oficina Nacional de Reino Unido ha estimado que un proyecto de este tipo suele ser un 40% más caro que otro idéntico financiado con préstamos del gobierno. Es hora de que en España alguien estudie los costes de estas prácticas muy extendidas, sobre todo en algunas Comunidades Autónomas como Madrid.

El método propuesto por Mazzucato para superar esta situación se basa en el concepto de "Misión" fundamentado en la iniciativa y dirección pública, colaboración pública-privada auténtica, es decir basada en el beneficio mutuo, participación ciudadana y proyectos interdisciplinares. Su gran paradigma es el "Proyecto Apolo", para llevar y traer un hombre a la luna, y que tantos beneficios adicionales consiguió para la ciencia y la técnica, aunque Mazzucato reconoce que los proyectos sociales son de una mayor complejidad.

En todo caso, una Administración Pública eficaz requiere la ausencia de desgobierno, es decir, recordando a Nieto, que esta no se ponga al servicio de intereses partidistas o de grupos, sino de los intereses generales.

La desatención al ciudadano en la España de hoy

En la España de hoy resulta evidente que tras la pandemia se han evidenciado unas carencias extremas en la atención a los administrados que exigen una corrección urgente con la colaboración de gobiernos, funcionarios y ciudadanos.

Imposibilidad de acceso a las oficinas públicas, trámites que se dilatan, denuncias que no son atendidas, teléfonos que suenan en las oficinas públicas que nadie coge, procedimientos informáticos que ni personas expertas logran utilizar eficazmente... Las dificultades en esta materia no afectan únicamente a personas mayores; ahí están las quejas de jóvenes en la tramitación del Carnet Joven.

Atención directa y digna al ciudadano; digitalización asequible y no torturadora, son objetivos que todas las administraciones públicas deberán emprender, sin falsas promesas y engaños, de forma urgente.

El Gobierno central, sin que esto signifique que sea el menos diligente, debe dar ejemplo, e incentivar a otras administraciones, empezando por la atención en Seguridad Social, pero sin descuidar ningún departamento en el que ciudadano tenga que ser atendido.

Particular importancia tienen en esta materia los municipios, donde la cercanía al ciudadano se convierte en lejanía por la desatención continuada y persistente. La falta de atención, y la prolongación sine die de los trámites, da lugar a prácticas corruptas o clandestinas alejadas de toda transparencia.

También nos incumbe a nosotros, los ciudadanos, exigir colectiva e individualmente a las administraciones al menos un trato digno.

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Julián Lobete Pastor es socio de infoLibre.

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