Lo de Putin, pero...
Vivimos un completo absurdo por una guerra que nadie comprende más que aquellos que en su mente están odiando al mundo. Putin es un fascista que quiere dominar el mundo desde su despacho valiéndose de amenazas terribles para que el resto del planeta ceda a su fuerza indudable. Porque esto no es una guerra contra Ucrania. Es la expresión más sencilla de trumpismo para evitar democracias que para nada sirven, según esa manera de pensar, que no ideología, y para que el mundo sea manejado por un grupo de sátrapas que tienen la idea de que este planeta no admite más gente, no admite más ancianos cobrando pensiones, no admite tanta persona improductiva, tantos enfermos, inútiles, incautos, etc. y una Europa que aún conserva ciertos valores humanos, hoy a la baja por un sistema económico que basa todo en el único dios posible, llamado beneficio, y, para estos personajes, el mundo se compone de unos pocos que mandan y los demás obedecen. Esto esta dicho con una simpleza obvia que no explica bien el problema, pero es la simplificación del mismo. Y creo que los que lean esto sabrán entender lo que digo.
Pero en esta guerra increíble creo que se está desatando otra fuerza enorme en Europa y en el mundo que a mi me llena de esperanza en un momento que hace difícil esa palabra. Esta oposición a la guerra, a matar gente sin sentido ni justificación posible, a una inmensa oferta de personas que se enfrentan a ese poder sublime del trumpismo negándole la razón y a un pais, Ucrania, que se defiende con uñas y dientes para no perder sus valores democráticos. Que son los únicos que pueden dar una cierta calidad de vida regulada y aceptada por el pueblo, nada menos. Lo demás se convierte en la dictadura de indeseables que solo tienen la fuerza de su poder económico que les proporciona todo tipo de otras fuerzas, como un armamento de destrucción masiva, con el que se valen para vencer amenazando. En España conocimos muy bien esa forma de gobernar, pero existe otra que hoy esta en desuso, pero también hoy es el momento de poder recuperarla, la razón, la lógica, la ética y el sentido común.
Todo eso es muy difícil que venza a los tanques y a la amenaza nuclear pero no es imposible si el armamento social de muchas personas, de muchos paises de muchas instituciones e incluso personas de alta cualificación y prestigio se llegan a unir bajo un solo poder, que puede ser un líder o una comunidad, y muestran el mayor rechazo a estas amenazas de un loco fascista que, también sabemos que tiene muchos apoyos, en Trump, obviamente, aunque niegue esta guerra por el cinismo de los votos, y de muchos politiquillos baratos que todos conocemos que son incapaces de vencer con sus razones y solo ganan con la chulería y con la falta de soluciones de las democracias que también se producen por culpa de ese neoliberalismo que basa todo en la pasta gansa. Un poder que necesita, si todo esto se produjera, la limitación del egoísmo humano en leyes políticas que siempre existieron veladamente pero que hoy nadie cumple, y esa es la asignatura pendiente para poder tener aun mas fuerza de la razón. Y vencer a estos personajes patriotas de bandera, pero que no tienen debajo nada mas. Y las personas en el siglo XXI no podemos dejarnos ganar para eliminarnos de algo que es imprescindible: El pensamiento razonado. Cada uno debemos tener nuestra propia conciencia y ganar con ella. Si nos limitamos a obedecer a esta gente nos anularemos como personas, palabra que encierra un valor infinito.
César Moya Villasante es socio de infoLibre