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‘Santander for the Seas’, el guardián de los mares

‘Santander for the Seas’, el guardián de los mares

Santander for the Seas es una línea de innovación ambiental que continúa la senda del programa de Recuperación de Patrimonio Natural en el que trabaja Fundación Banco Santander desde hace más de 15 años para la conservación de especies emblemáticas, como el oso pardo, las praderas marinas o el quebrantahuesos.

Uno de los proyectos que apoya Santander for the Seas es la expedición científica del velero WWF Blue Panda para la conservación del Mar Mediterráneo. El pasado mes de septiembre y tras recorrer más de 700 millas náuticas durante 10 días (desde Alicante hasta la Isla de Alborán y Motril), esta embarcación recaló en Cartagena. El objetivo de este viaje es mejorar el conocimiento de los tiburones y las rayas que habitan en el mar de Alborán y que se encuentran en peligro de extinción. La situación es crítica. Sus poblaciones han disminuido drásticamente en los últimos 50 años como consecuencia de las capturas accidentales, el uso de redes de deriva ilegales, la degradación de sus hábitats o la presencia de plásticos.  

Con este trabajo, el equipo de WWF trata de sensibilizar sobre la vulnerabilidad de estas especies y su papel clave en el ecosistema. Los tiburones no son enemigos. Si se consigue recuperar sus poblaciones no sólo será un buen indicador de que el Mediterráneo goza de buena salud, sino que ayudará a luchar contra el cambio climático. 

El Mediterráneo es un ecosistema de una enorme biodiversidad. En sus aguas habitan 73 especies diferentes de tiburones y rayas, pero más de la mitad están en peligro. Y lo más preocupante es que la situación está empeorando: el estado de 11 especies se ha deteriorado durante la última década, mientras que otras 20 especies están clasificadas como en peligro crítico, explican desde esta organización internacional dedicada desde hace más de 50 años a la defensa de la naturaleza y el medio ambiente.

El cazón, el tiburón toro, el tiburón blanco, el marrajo o la tintorera son algunas de las especies que habitan en las aguas del mar de Alborán y son capturadas accidentalmente durante la pesca dirigidas del pez espada o especies de fondo. En estas aguas, más de un tercio de todas las capturas mediante palangre son de tiburones y rayas. En concreto, la tintorera, clasificada como en peligro crítico en el Mediterráneo, representa más del 70% de las capturas accidentales de la pesca con palangre de superficie.

Según WWF, la principal causa de la pérdida de estas especies es la sobrepesca: el 80% de la pesca del Mediterráneo está sobreexplotada. Pero éste no es el único problema. "El turismo de masas y las basuras que genera muchas veces acaban en el mar destruyendo el hábitat de la especie", señalan. Esta organización estima que el turismo provoca un aumento del 40% de las basuras durante los meses de verano (un sedal puede tardar 600 años en desaparecer), a lo que se añade el problema de los plásticos con las "redes fantasmas" perdidas por los barcos pesqueros. "Se calcula que entre 500.000 y 1 millón de toneladas de redes y artes de pesca se abandonan en el océano cada año. Son una trampa mortal para tiburones y rayas", además de que casi todos los animales marinos ingieren microplásticos. 

"En WWF hemos declarado la guerra al plástico en la naturaleza. Si no cambiamos el ritmo de producción y consumo de plástico, en el año 2050 habrá más plástico que peces en nuestros mares. Trabajamos para que se regule el uso y descarte de estas redes, mejorar su trazabilidad; y para incentivar el uso de materiales biodegradables en las artes de pesca y así conseguir proteger a algunos de los tesoros de nuestro planeta".

La expedición del Blue Panda pretende también elaborar un plan de seguimiento y conservación para las especies más amenazadas de la zona. La identificación errónea de estas especies es un problema que dificulta la recogida de información a través de las lonjas y las capturas declaradas por el sector pesquero. Por ello, WWF organiza talleres para mejorar el etiquetado de estas especies y colaborar con los investigadores de ICM-CSIC.

El velero zarpó el 20 de septiembre desde Alicante y recorrió las aguas de la Reserva Integral Cabo de Gata, el Cañón submarino de Almería y la Isla de Alborán. La tripulación a bordo del velero, compuesta también por investigadoras de la Universidad de Oviedo y de Catsharks (ICM-CSIC), recogió muestras de agua para analizar el ADN ambiental. El equipo también realizó una parada en Motril (Granada) donde realizó diversas actividades, entre ellas un encuentro con escolares para que conozcan la importancia de los tiburones y rayas de su entorno. Pero antes de este recorrido por aguas de España, ya había viajado durante cuatro meses por la costa mediterránea, con paradas en Marsella (Francia), Portofino Argentario (Italia), Cesme y Dilek (Turquía). Y ahora, tras recalar el Cartagena, los próximos y últimos destinos serán Córcega y Toulón.

La economía azul

Santander for the Seas es una iniciativa de la entidad presidida por Ana Botín para reparar el declive marino y fomentar la economía azul. Con esta propuesta se financia el desarrollo de tres proyectos durante 2 años, con 150.000 euros cada uno. Se trata del mayor programa privado para la recuperación y protección de mares y océanos. El pasado mes de mayo se cerró la segunda edición con la selección de tres nuevos proyectos desarrollados por Asociación Vellmarí, para proteger la población de gorgonias rojas en las reservas naturales de Ibiza; Coordinadora para o Estudo Dos mamíferos Mariños CEMMA, centrado en las orcas en Galicia y Andalucía; y Fundación Naturaleza y Hombre, que persigue salvaguardar los hábitats y especies de la bahía de Santander. 

La importancia de la economía azul, que engloba actividades como la pesca, la utilización del medio marino para producir energías renovables o el turismo y la biotecnología azul, crece sin cesar. Según cifras de la Comisión Europea, publicadas en Report on the Blue Growth Strategy: Towards more sustainable growth and jobs in the blue economy, genera unos 5,4 millones de puestos de trabajo y un valor añadido bruto de 500.000 millones de euros al año a la producción económica. Cifras que podrían duplicarse para el año 2030.

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