Libros como armas: editores y libreros se alían contra la guerra de Ucrania

¡Más libros, es la guerra!

¡Más libros, es la guerra! Un lema convertido en grito colectivo que aglutina a un creciente grupo de librerías, editoriales y más agentes del sector que reivindican el poder del libro como arma crítica contra el sinsentido de las guerras, el militarismo o la desinformación en tiempos tan urgentes como simplistas. Ya son más de medio centenar y apenas han pasado unas horas desde que este pasado jueves se pusiera en marcha una campaña que tiene como epicentro la web libroscontralaguerra.org.

"No queremos malvivir entre sus trincheras, ni apoyar el patriotismo nacional o el supremacismo imperialista de uno u otro bando. No seremos cómplices de su carnicería y su devastación. Nos negamos a cualquier forma de colaboración con esta injusticia y nos declaramos librerías, editoriales y bibliotecas insumisas a la guerra y la militarización social", declaran los impulsores en un manifiesto conjunto que espera todas las adhesiones posibles del mundo de la cultura en general y del libro en particular y que parte, en esencia pero no solo, de la invasión de Rusia a Ucrania.

Y añade el texto fundacional de Libros contra la guerra: "Queremos transformar nuestro dolor y nuestra impotencia en acción, ser parte responsable de un cambio cultural que contribuya a la eliminación de las causas que provocan las guerras y a la erradicación de la violencia, y su mercantilización, como forma de relación entre las personas y los pueblos. A pesar de todos los obstáculos, de la censura que silencia, invisibiliza o criminaliza cualquier oposición. Nos comprometemos a compartir actividades y difundir todos aquellos libros que pueden ayudar a desmilitarizar nuestro pensamiento para animarnos a desertar de la barbarie".

Se trata de proyectar un "discurso de valorización del libro como herramienta, como instrumento de comunicación y conexión de voluntades que no pueden ser sino voluntades pacíficas y que sobre todo busquen verdades", tal y como explica a infoLibre uno de los impulsores, Pino Maio, de la librería y editorial madrileña Enclave de libros. "El libro no garantiza nada, pero sin libros y textos escritos será muy difícil que se produzcan ideas y campañas que cuestionen, en estos tiempos acelerados de vídeos de Tik Tok, la deshumanización de la muerte y la infantilización de situaciones terribles de manera absolutamente irresponsable", apostilla Aitor Balbás, editor de la librería pamplonesa Katakrak.

El pacifismo en España desde 1808 hasta el 'no a la guerra' de Iraq (Francisco J. Leira, editoral Akal), Guerra y capital (Éric Alliez y Maurizio Lazzarato, editorial Traficantes de sueños), Feministas por la paz (Sandra Blasco y Carmen Magallón, editorial Icaria), Esta guerra no termina en Ucrania (Raúl Sánchez Cedillo, editorial Katakrak), Ucrania 22 (Francisco Veiga, Alianza Editorial), Por qué Ucrania (Noam Chomsky, editorial Altamarea), En la estela de la guerra de Ucrania (Carlos Taibo, editorial Catarata) o La religión de la guerra (André Glucksmann, Arena libros). 

Estos son solo algunos de los títulos recopilados y recomendados en forma de bibliografía por los creadores de un proyecto que quiere insistir en la necesidad de "dar a conocer textos que dan otra versión de la guerra". "Nos parece muy importante que la gente lea cosas diferentes a las que ve en televisión, oye en las radios y lee en la prensa. Porque los medios de comunicación prácticamente solo emiten en la frecuencia de que hay que apoyar el esfuerzo bélico para apoyar al gobierno ucraniano invadido por Rusia, porque eso es apoyar la democracia, la libertad y los derechos humanos. Pero pensamos que esta guerra tiene que ver con otras muchas cosas, que eso no es exactamente así, y que esta guerra va a alimentar y a exacerbar todas las posiciones ultraderechistas en todas partes, en Rusia, en Ucrania, en España y donde sea, porque alimenta cosificaciones de poblaciones enteras, la lógica del amigo-enemigo y deshumaniza", argumenta Balbás a infoLibre.

Unas reflexiones que profundizan en ese manifiesto en el que los firmantes dicen lo siguiente "Sentimos que nuestra responsabilidad cultural es abrir líneas de fuga para desaprender la guerra y defender el derecho a la crítica, a la disidencia y a una información rigurosa, veraz e independiente". Los libros como barrera de resistencia contra un capitalismo que se hace más y más fuerte cuanto más se alarga el conflicto bélico, y que supone una amenaza sobre derechos humanos, conquistas sociales y ecosistemas. "Nada de esto es accidental, responde a una lógica clásica de partición del mundo entre potencias militares que avanza en un río revuelto de élites corruptas, mercaderes de armas, extractivistas, oligarcas y etnonacionalistas. Es la guerra del capitalismo global", denuncia el manifiesto.

Ante esta situación que nos afecta a todos, afirma tajante Maio que "en los libros están las respuestas y las ideas para una convivencia muchísimo mejor de la que estamos teniendo y ante una desinformación insoportable". "El manifiesto que hemos publicado une nuestras opiniones, que son evidentemente antibelicistas, antimilitaristas y dentro de una lógica también de reflexión e invitación al debate y a la concienciación de la gente", remarca el librero y editor, quien aún prosigue: "Porque parece que todo se nos está pasando de forma superficial, mal informada, sin lógicas que hagan comprender las verdaderas razones y los fines. Mientras tanto, todo se mueve debajo del umbral de los intereses de empresas armamentísticas, de intereses políticos de la OTAN, a los que nos parece que Europa está bastante supeditada y demasiado silenciosa".

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La lectura contra la cultura bélica y militarista. Una sociedad crítica a través de la lectura. Poner al libro en el centro de todo, en palabras de Balbás: "Históricamente ya sabemos que el libro es un objeto sospechoso, podemos decir, sobre todo cuando hay dinámicas de guerra, porque todo lo que problematiza las situaciones y da voz a las clases subalternas es perseguido". A pesar de esa sospecha o, más bien, precisamente por ella, esta campaña va a poner en marcha también mesas redondas, charlas, conferencias, itinerarios de libros, escaparates temáticos o marcapáginas, al tiempo que van a invitar a escritores y escritoras a escribir textos al respecto.

Porque la disyuntiva militarista de matar o morir se resuelve llamando a la vida. Por eso, Libros contra la guerra exige que se paralice el envío de armamento a Ucrania y que el gasto militar español asignado al conflicto ucraniano se dirija a las organizaciones independientes que trabajan sobre el terreno, atendiendo a víctimas de esta y otras guerras. Y reclama, asimismo, que se potencien políticas europeas de negociación, conciliación y convivencia entre las poblaciones enfrentadas, así como que el presupuesto militar europeo se destine a la reconstrucción de Ucrania sin coste para la sociedad ucraniana ni negocio para las multinacionales occidentales. "Llamamos a apoyar a la deserción y la objeción de conciencia en Ucrania, Rusia y Bielorrusia, y a participar en los movimientos de resistencia a la guerra a través de la campaña internacional #ObjectWarCampaign", añaden los firmantes.

"Pensamos que el mundo del libro puede aportar esto, seguramente porque tenemos acceso a muchos textos ricos que te explican todo esto más allá de la información sesgada, descontextualizada y troceada", señala Balbás, mientras Maio recuerda que esta iniciativa comenzó hace un par de meses en un encuentro de profesionales llamado El ecosistema crítico del libro: "Eso nos llevó a pensar juntos en una actividad que uniera las librerias críticas, intelectuales, editoriales, grupos de opinión, empresas dedicadas a la cultura y el libro. Y así salió una propuesta de movernos ya, porque nos va comiendo la impotencia por todo lo que está aconteciendo en Europa del este".

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