La liga de los cantantes con alma de pintores

Uno de los retratos en pastel de Bob Dylan que se expondrán en la National Portrait Gallery.

Bob Dylan vuelve a la palestra. Con un disco, sí, The bootleg series vol. 10. Another self portrait (1969-1971), una recopilación de 35 temas inéditos que se publicará el 27 de agosto, pero  también con su pincel. El padre todopoderoso del rock y el folk lleva algo más de un lustro intentando dar salida pública y comercial a su otra gran pasión artística, de la que se comenta lleva practicando desde la niñez: la pintura. Un arte que, para decepción de sus muchos fans y probablemente para su propio fastidio, no siempre le ha granjeado todas las satisfacciones que cabría esperar de uno de los nombres mayúsculos de la cultura contemporánea.

Este próximo mes de septiembre, el bardo de Minnessota se embarca en la que será su mayor aventura en la materia. Un hito en la carrera de todo retratista: va a exponer en la National Portrait Gallery de Londres. La muestra Bob Dylan: face value, que constará de una docena de pinturas, surge, según aseguran desde la institución, de una miscelánea del imaginario personal del cantautor con el recuerdo de las muchas experiencias vividas. Una suerte de historia, de esas que él tan bien cuenta y canta, escrita con lápices pastel. Retratos que suman al "otro autorretrato" que da título a su disco. 

Como precedente, su más mediática exposición tuvo lugar hace un par de años, y no precisamente con buenas críticas, cuando la muy renombrada galería Gagosian de Nueva York le dio la oportunidad de exponer en su espacio la llamada Asian Series. Aunque aquellas pinturas supuestamente surgieron de lo visto en sus viajes por aquel continente, al final resultó que eran composiciones copiadas de fotografías de artistas como Henri Cartier Bresson.

"Dylan trabaja desde la vida real para retratar los fenómenos del día a día de tal forma que parecen frescos, nuevos y misteriosos", rezaba -irónicamente- el comunicado que Gagosian emitió para promocionar la muestra. Aunque desde la agencia Magnum, tenedora de los derechos de algunas de las imágenes reproducidas, confirmaron que Dylan había pagado los derechos, el hecho de que se trataba de copias nunca se mencionó en ninguno de los créditos de los cuadros.

 Al igual que él, otros músicos han intentado –unos con más y otros con menos éxito- introducirse en el mundo de las artes visuales. Recorremos en imágenes algunas de estas tentativas de interdisciplinariedad.

David Bowie, que acaba de ver cerrar la retrospectiva del Victoria and Albert museum londinense en torno a su persona, es además de músico, actor, pintor y escultor, habiendo expuesto sus obras en un buen número de galerías. En 1998 participó en una inocentada artística a gran escala: el novelista William Boyd, en connivencia con Bowie y otros cuantos, se inventaron la biografía de un tal Nat Tate, según ellos un gran pintor americano, cuyo nombre provenía en realidad de los grandes museos de Londres: la National Gallery y la Tate. 

Paul McCartney lleva ya tres décadas dedicado a su gran afición, la pintura. Según ha señalado en numerosas ocasiones, sus creaciones, cercanas al expresionismo abstracto, se inspiran principalmente en la obra de Willem de Kooning. Además de exponer puntualmente, ha publicado un libro en torno a su faceta como pintor: Paul McCartney. Paintings. 

Ya lo avisa en su propia página web: aunque es mundialmente conocido por su faceta de entertainer, él lo que quería ser es pintor. Con su apellido real, Benedetto, Tony Bennett dedica sus ratos libres a pintar luminosos paisajes y retratos. Y no le ha ido mal: cuatro de sus piezas están cobijadas por el Smithsonian de Washington y la National Portrait Gallery de Londres. 

El miedo, la muerte, la soledad... El imaginario de la pintura de Marilyn Manson no difiere excesivamente del de la música de Marilyn Manson. Aunque él, en realidad, asegura sentirse "feliz" cuando tiene un pincel en la mano. "Es mi manera de hacer que valga la pena vivir, y mostrarlo a la gente lo vuelve aún mejor", dijo en la presentación de una de sus exposiciones. 

Patti Smith es de sobra conocida por su creatividad más allá de la música, sobre todo como poeta, pero también como artista. Durante una época, también fue una prominente musa: la del fallecido fotógrafo Robert Mapplethorpe. 

Igualmente pluridisciplinar -componía, cantaba, escribía poesía, pintaba...-, John Lennon fue estudiante de arte antes que Beatle. Algunas de sus obras, principalmente dibujos, se guardan en templos del arte como en MoMA de Nueva York. 

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