Voix Vives: poesía para cambiar el mundo

Mientras mucha gente se sigue preguntando si la poesía tiene alguna utilidad, en Voix Vives lo tienen claro: llevan casi una década organizando un festival poético en Toledo, el primer fin de semana de septiembre, con el objetivo de cambiar el mundo. No son unos indocumentados; como dice el profesor universitario Antonio Orihuela, "nos lo proponemos desde la humildad, desde lo pequeño; nuestros resultados son muy modestos, pero provocan cosas". También la directora del evento, Alicia E. Martínez, admite que la transformación hacia un mundo más amable y un consumo más responsable tiene que ser lenta por fuerza. Pero lo importante es empezar.

Alicia E. Martínez y su compañero Isaac Alonso empezaron a organizar el Festival en 2013 junto a la poeta Elena Román. Dos años antes habían aceptado una invitación de la Association Libre Culture, la entidad que se inventó y que puso en marcha Voix Vives en Francia, en la ciudad de Sète, considerada la Venecia del Languedoc y cuna de Brassens Valèry. Desde allí siguen trabajando para exportar el proyecto a otras ciudades del Mediterráneo. Martínez aclara que de momento sólo ha cuajado en la italiana Génova, en la palestina Ramala y en la castellanomanchega Toledo.

Explica Martínez que el acceso libre a la poesía y su difusión en lugares públicos sin que sean necesarias convocatorias son dos de los requisitos que se plantean. Se trata de que los visitantes, pero también los propios vecinos, se encuentren la poesía, sin buscarla, en los lugares más cotidianos e inesperados de la ciudad: por supuesto en las plazas, pero también dentro del pan que compran en la panadería o en una sección de aquagym, como ha ocurrido en esta edición. Así, sin ceremonias ni intermediarios. Otro requisito es vincular ciudades mediterráneas, hermanar orillas "falsamente separadas por culturas impuestas". Incluso ampliar el encuentro con nuevas incorporaciones, como los países francófonos o Latinoamérica. El Festival no solo da la voz a los poetas, también traduce poemas y fomenta el intercambio entre editoriales.

Pero, ¿de qué manera contribuye todo esto a cambiar el mundo? Antonio Orihuela explica que "no cabe responder al discurso totalitario de la televisión y los medios masivos de comunicación; tienes que asumirlo y ya está. A la poesía solo le queda permanecer fuera de escena como potencia política, porque la poesía está para emocionar no para disputarle al poder su territorio. Eso sí, desde la debilidad, evitando la guerra abierta, tenemos que aprovechar oportunidades como estos encuentros para devolverle a la gente ese don que es como una magia: algo que hacíamos y nos regalábamos unos a otros. Está claro que, si queremos cambiar el mundo, primero tenemos que cambiarnos a nosotros mismos y después extender ese cambio en nuestro entorno".

De momento, la directora de Voix Vives en Toledo enumera los logros conseguidos en su edición de 2022: "hemos traído 20 poetas a la escena oficial, 100 a la escena libre, 50 a la plaza Violeta. Y calculamos que han asistido unos 5000 espectadores, si vamos sumando las distintas escenas". Todo esto sin contar la organización, en la que se mueven medio centenar de jóvenes toledanos que participan como voluntarios. Su función consiste, entre otras cosas, en acoger y guiar a los poetas participantes por los recovecos del laberinto medieval. Y son los primeros beneficiados del evento porque no solo aprenden de la poesía que escuchan, sino que también cambian su forma de acceso a la cultura y se convierten en gestores y productores culturales. De ese impulso han nacido iniciativas nuevas y algún poemario de los que participaron como voluntarios en las primeras ediciones.

Para gestionar esta complejidad, Alicia E. Martínez explica que han creado una asociación, El Dorado Activismo Cultural, con Elena Román, Eddie J. Bermúdez y Carlos Ávila. Se nutren de espacios como Matadero Lab, que coordina el voluntariado, y La Divergente, una cooperativa integral que tiene su sede en un local anexo al mercado de abastos de Toledo. Desde esta otra plataforma, que funciona también como bar y como punto de encuentro de vecinos y visitantes, coordinan proyectos locales y sobre todo trabajan para conseguir la transición a una economía social y solidaria. El modelo de cooperativa integral viene de Sudamérica y se acogieron a esta fórmula porque les facilita la sostenibilidad, apunta Martínez.

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Añade que Voix Vives afronta estos retos con un presupuesto de 25 mil euros, que sigue siendo modesto si se compara con otros eventos similares. Sin embargo, poco a poco, las instituciones públicas han ido tomando conciencia. Por ejemplo, la consejería de Cultura de Castilla-La Mancha les cede el castillo de San Servando y desde la Fundación Impulsa contribuye también económicamente. Quizá la asignatura pendiente sea embarcar a la gran empresa privada, pero no se conquistó Roma en un día y cambiar el mundo es una tarea que requiere paciencia. A los organizadores de Voix Vives parece que les sobra.

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Arturo Tendero es periodista y poeta. Autor de 'El principio del vuelo' (Páramo, 2022). Estas reseñas y otras más pueden encontrarse en su blog 'El mundanal ruido'.

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