Esta música no es de ‘No es país para viejos': Retina, el festival que cambia las bandas sonoras de las pelis

Javier Bardem, en 'No es país para viejos'.

Cine con música interpretada en directo. Así dicho, parece sencillo, pero no por ello es en absoluto simple. Más que nada porque hay una vuelta de tuerca en la invitación a los músicos: enfrentarse a una película, desarrollar una nueva banda sonora para ella e interpretarla en directo mientras se proyecta en la pantalla. A partir de esa premisa, ya algo más enrevesada, puede surgir cualquier cosa. Y, de hecho, esa y no otra es precisamente la idea.

"Una idea hasta necesaria", afirma divertido a infoLibre Eduardo Pérez, director de Retina, el Festival de Cine y Música que explora la relación entre el ámbito sonoro y la imagen y que celebra su sexta edición en Zaragoza desde este 15 hasta el 26 de marzo con una amplia oferta de músicas en vivo, proyecciones y charlas para melómanos y cinéfilos (así, todos juntos y revueltos).

Hay que destacar la importancia de la música en el audiovisual en general y el cine en particular. A su vez, también, por qué no, empujar a los músicos a un desfiladero propenso al estrechamiento por desprendimiento en el que no haya otra salvación posible que el paso hacia adelante, a poder ser sin red, cada vez más lejos de la dichosa (y verdaderamente peligrosa) zona de confort. 

Libertad para explorar, en definitiva, y encontrar nuevas vías de escape a través de la creación de obras integrales en sí mismas. No cine y música en vivo a la vez, que también, sino cine y música en vivo intrínsecamente fusionados en perfecta simbiosis para originar algo absolutamente inédito y original. "Para quien va a un concierto se acaba convirtiendo en algo más parecido a ver una película, y para quien va a ver una película se acaba convirtiendo en algo parecido a un concierto", plantea Pérez.

Y añade Pérez, también codirector de Born Music!, la agencia desarrolladora de proyectos culturales detrás de Retina: "Con esta suma de los factores, el éxito radica en los casos en los que empiezas la proyección fijándote en los músicos y, de repente, te olvidas de que están ahí. Así, cuando acaba la película te das cuenta de que ha sido como una obra total, porque has estado atento a ambas cosas por igual".

En esta sexta edición, la sección principal de películas con música en directo se abrirá el 17 de marzo en el Auditorio de Caixaforum, con la actuación de los madrileños Club del Río poniendo música a Nomadland (Chloé Zhao, 2020). Al día siguiente, en el mismo espacio, llegará el turno para el catalán The New Raemon, quien hará lo propio con The Last Picture Show (Peter Bogdanovich, 1971).

Ya en la segunda semana del festival, esta sección pasará a celebrarse en Teatro del Mercado. En este acogedor espacio se podrá disfrutar, cronológicamente entre el 23 y el 26 de marzo, del bilbaíno Zabala poniendo música en directo a la singular My Mexican Bretzel (Nuria Giménez, 2019), los valencianos Materia reinventando Cabeza Borradora (David Lynch, 1977), los pamplonicas Kokoshca frente a No es país para viejos (Joel Coen, Ethan Coen, 2007) y el segoviano Santi Campos resignificando Gatacca (Andrew Niccol, 1997). En todos los casos se trata de encargos realizados desde el festival y en algunos casos será el estreno de los proyectos.

"Los hermanos Coen decidieron que la película no tuviera banda sonora y nosotros no la hemos mejorado con al ponerle música, pero yo creo que les podría gustar si la vieran", bromea Iñaki López, de Kokoshca, quien destaca a infoLibre que esta película protagonizada por Javier Bardem "es más cruda sin música", pero ellos le han dado "más tensión y mal rollo". "Te llevamos a un sitio un poquito diferente", apostilla, aclarado que el enfoque no es el que haría una banda de rock, sino algo más "ambiental" con sintetizadores, guitarra y voz, trabajado "como si fuera" una banda sonora incidental al uso hecha para una película.

Tras una larga trayectoria en las filas de We Are Standard, el compositor y productor Jon Aguirrezabalaga adoptó el nombre de Zabala para producir su obra más personal. Y así es como llega a Retina para poner música a My Mexican Bretzer en presencia de su directora, Nuria Giménez. "Espero que no lo aborrezca", lanza confiado y risueño, pero inevitablemente con la duda ante el reto de intervenir con su música en una obra que vio en pleno confinamiento y le dejó "alucinado".

"La película no tiene ningún diálogo, es todo subtitulado, por lo que era perfecta. A mí, la película tal y como está original me encanta, casi sin sonido, sin música, tan crudo, pero esta era la posibilidad de revisitarla y darle otro enfoque. Porque con la música cambia mucho el tono de la película y de algunas escenas", plantea a infoLibre el bilbaíno, que utilizará tres sintetizadores, guitarra eléctrica, kalimba -un instrumento africano) o un omnichord -una especie de sinte-arpa antigua de los ochenta-. "Todo con un barniz electrónico, ambiente e incluso alguna parte un poquito más groove", anticipa.

"Muchos cinéfilos son también melómanos y viceversa, yo creo que hay ahí un puente muy claro", añade Zabala, quien explica que, en ese punto intermedio, él básicamente se lo toma como un concierto, aun sabiendo que está "supeditado" a la imagen: "Sé que la atracción de la gente va a estar en la pantalla, lo cual me ayuda, sinceramente, porque no me motiva ser el centro de atención visual. Además, con Zabala llevo un tiempo haciendo conciertos y siempre trabajo con imágenes y tengo un soporte visual, que me ayuda al interpretar y también al componer".

Kokoshca, por su parte, van con guion, con unas notas para llevar las escenas pautadas. "No es un concierto de rock, es otra manera artística en la que la idea es que la gente se abstraiga viendo la película y se olvide de que hay unos músicos tocando. Es decir, subordinarnos a la película, que es la que tiene que mandar, a pesar de que lo especial es precisamente que hay dos músicos tocando", explica López.

Poner banda sonora en vivo a una película se puede enfocar de muchas maneras diferentes, en función tanto de la música del grupo, que puede ser más abstracta, instrumental o pop con letras. En este último extremo encajan Club del Río, quienes van a utilizar para la ocasión algunas canciones propias, con lo cual encajan ese factor de las letras a la propia narrativa de la cinta. "Un trabajo muy complejo que funciona a un nivel muy particular", señala Pérez.

"Cada músico acaba teniendo una aproximación muy distinta porque ya de por sí, en función de la película que se elija, se condiciona mucho el tipo de aproximación que se pueda hacer", prosigue el director del festival: "Hay algunas películas que de alguna manera son un lienzo más en blanco, aunque nunca es blanco completo porque obviamente ya hay una narrativa importante con la que trabajar, y hay otras en las que la propia estructura de la narrativa, de diálogos y demás condiciona mucho cómo aproximarse a ella. Sumando a eso la propia sensibilidad de los artistas, cada caso es una sorpresa".

MÁS SECCIONES

El festival innova esta edición con dos nuevas secciones: Doc, dedicada al documental musical, y Foro, un espacio de encuentro y debate dedicado a reflexionar sobre la importancia del ámbito sonoro en la producción audiovisual. Dentro de Doc se podrá disfrutar el 15 de marzo de American Utopia (2020, Spike Lee), grabación en directo del musical homónimo del siempre visionario David Byrne, el 16 de marzo de The Punk Singer (2013, Sini Anderson), documental dedicado a la figura de Kathleen Hanna, uno de los íconos del movimiento feminista punk Riot Grrrl, y también del largometraje premiado con un Goya 2023 a Mejor Película de Animación, Unicorn Wars (Alberto Vázquez, 2022). El 22 de marzo se proyectará Ennio, el maestro (2021, Giuseppe Tornatore), que repasa la trayectoria del compositor recientemente fallecido Ennio Morricone. Además, el autor de la banda sonora, de Unicorn Wars, Joseba Beristain (nominado al Goya a Mejor Canción Original) impartirá una charla en el IAACC Pablo Serrano, en la que hablará sobre música para animación.

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A este encuentro se suman otros dos diálogos en la sección Foro. La primera será sobre la figura del compositor estadounidense y recientemente fallecido Angelo Badalamenti (Twin Peaks), un homenaje a su figura y que será una conversación entre Víctor Coyote y Gonzalo de la Figuera. El segundo encuentro será un diálogo entre el músico Zabala y la directora Nuria Giménez que versará sobre el proceso creativo de reinterpretar la banda sonora de My Mexican Bretzel, película que se proyectará con la música de Zabala en el Festival Retina.

Las entradas para las películas con música en directo están ya disponibles en la web del festival Retina. Tienen un coste de 12 euros en el caso de los eventos programados en Teatro del Mercado, y 6 euros en los que acogerá CaixaForum Zaragoza. El acceso a los eventos de las secciones Foro y Doc será libre hasta completar aforo.

A punto de iniciar su sexta edición, Retina es un festival cada vez más consolidado y con un público propio. Tanto es así que, a lo largo de los últimos años, producciones encargadas y estrenadas en el festival se han exhibido bajo la vitola de Retina en otras ciudades de la geografía española como Barcelona, Gijón, Logroño, Madrid, Donostia, Sevilla o Valencia. Además, la agencia Born Music!, organizadora de la cita zaragozana, propone otro ciclo similar en Castellón llamado CinemaScore.

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