Catarata de datos económicos que desmontan las proclamas de que "España se hunde"

Paneles del Ibex 35 en el Palacio de la Bolsa.

El mensaje no ha sido monolítico. Pero entre las palabras despilfarradas por los partidos de la derecha y sus sectores afines para inflamar la investidura del socialista Pedro Sánchez esta semana se han repetido por múltiples vías consignas como “España se rompe” y “España se hunde”. La realidad es tozuda y justo estos días se ha producido una catarata de datos económicos positivos para el país, precedidos jornadas antes por el hecho de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuviera una previsión de crecimiento para el conjunto del Estado del 2,5% para este año y certificara que la española permanecerá entre las economías avanzadas que más se desarrollen.

Desde ahí y con el respaldo ya del Congreso a Sánchez por mayoría absoluta, el Ibex 35 ha terminado la semana prolongando el rally y se ha hecho este viernes con la cota de los 9.700 puntos, unos niveles prepandémicos, próximos a los que se anotaron en febrero de 2020 cuando la covid aún no había desequilibrado del todo al mundo. En su quinta sesión consecutiva al alza, el selectivo español ha avanzado un 0,7%, subida que lo coloca en la semana en el 3,4%. La renta variable, de su lado, ha encadenado tres semanas seguidas en ascenso.

Por otra parte, la prima de riesgo ofrecida a los inversores a diez años por los bonos españoles en relación con el alemán equivalente, ha bajado del borde de los 100 puntos básicos, después de que la rentabilidad exigida a la deuda española al mencionado espacio temporal vista se haya relajado a mínimos desde el pasado  agosto. Esto, el que la prima de riesgo cerrara por debajo del umbral de los 100 puntos básicos, no sucedía desde principios de mes de julio.

 Y no sólo el FMI ha contribuido a levantar muros alrededor de los agoreros. Otra previsión internacional ha confirmado el día 15 la fortaleza económica de España, si se la compara con sus homólogos continentales. La Comisión Europea estima que España será el Estado que más crezca de las principales economías de la Unión Europea (UE) hasta 2025, con una expansión cuatro veces superior a la de la zona euro en 2023.

La Comisión calcula que en concreto la economía se expandirá un 2,4% este año, lo que significa una mejora de dos décimas con respecto al 2,2% del pronóstico veraniego. Aunque para el próximo ejercicio se espera que el crecimiento real del Producto Interior Bruto (PIB) nacional se modere hasta el 1,7%, frente al 1,9% que se apuntó en septiembre. No obstante, si el foco se estira hasta 2025, la economía acelerará hasta el 2%, cuando se prevé que el impacto del componente de préstamo del fondo de Recuperación y Resiliencia dé un nuevo estímulo al gasto para impulsar el crecimiento, de acuerdo a lo marcado por la Comisión. Ésta vincula el crecimiento del 2,4% al “fuerte remanente de 2022” y a “una notable mejora de la relación de intercambio”. En relación a 2024, prevé que “la demanda interna sea el principal motor del crecimiento” respaldada por “un nuevo aumento de los ingresos reales de los hogares y la continua relajación de las presiones sobre los precios”, según consta en las proyecciones relativas a España.

En la misma línea, el panel de Funcas ha elevado dos décimas la previsión de crecimiento para el PIB en 2023, hasta el 2,4%. En su caso lo atribuyen a un ajuste mecánico que responde a la revisión al alza de las estimaciones para 2021 y 2022 y del dato para el tercer trimestre de este año por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los panelistas de esa entidad también han repasado la estimación del mercado laboral, hasta situar la progresión del empleo en el 2,3%, si bien han mantenido el 1,6% para el próximo ejercicio. Han ajustado también a la baja las previsiones para el desempleo, por lo que Funcas espera una tasa media anual del 12,2% en 2023 y del 11,7% en 2024.

Y hay más cifras contra el aire ahumado. Se ha conocido también estas jornadas que el déficit comercial se ha reducido en los nueve primeros meses del año un 44,55% interanual, hasta los 29.596 millones de euros, gracias a un nuevo récord marcado por las exportaciones, que han llegado a acumularse por un valor de 287.586 millones.

A los afiliados a la Seguridad Social vinculados a actividades turísticas, uno de los pilares de la economía estatal, se han agregado en octubre 115.807, un 4,6% más respecto al mismo mes del año anterior. El global se ha agrandado hasta los 2.659.556. El empleo turístico supone el 12,9% del total de afiliados de la economía del país, que en conjunto ha crecido un 2,6% ese mes. Porcentaje que mejora hasta el 3% en el caso del sector Servicios. Si la referencia vuelve a ser la etapa prepandémica, cabe señalarse que en relación con octubre de 2019, el crecimiento del empleo turístico es del 9,3%.

Los buenos resultados también han seguido salpicando al mundo empresarial, que como la banca, amasa beneficios, sobre todo en la cúpula de las multinacionales. ACS, por ejemplo, ha obtenido un beneficio neto de 576 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que se traduce en un incremento del 19,9% comparado con el mismo periodo del año anterior. Lo ha hecho de la mano de sus áreas de construcción y de concesiones.

Incluso del ámbito de la deuda de las administraciones públicas, que condensa malos números de forma habitual, se pueden extraer aspectos positivos. Ha subido en septiembre hasta el máximo histórico de 1.578 billones de euros, con un ascenso en términos relativos de casi el 1% respecto al mes anterior. Pero la ratio sobre el PIB, se ha moderado al 109,9%, de acuerdo a los datos publicados por el Banco de España. Por lo que respecta al PIB nominal de los últimos cuatro trimestres, la cifra asociada a la ratio deuda/PIB es 109,9% en el tercer trimestre de 2023. Aquí se puede hacer otra lectura: la deuda respecto al PIB ha bajado en tres meses un 1,3% desde el 111,2% del segundo trimestre. En definitiva, la economía no es ahora una buen arma para el choque político. 

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