Vero y Manu son dos de los jóvenes que forman parte de la primera promoción del programa de formación Liceo, desarrollado por la Fundación Achalay.
Son jóvenes con discapacidad intelectual que decidieron continuar con su formación una vez finalizada la etapa escolar. Y ahí es donde entró en juego la fundación.
Achalay es una asociación española sin ánimo de lucro que trabaja desde el año 2002 en proyectos nacionales e internacionales ayudando a niños, mujeres y familias en riesgo de exclusión social. Su fin es dar oportunidades a las personas que más lo necesitan. Para ello, la fundación “desarrolla acciones y programas de proximidad y alto impacto frente a la exclusión, que permiten el acceso a esa oportunidad que todo el mundo merece, y no todo el mundo tiene”. Dentro de este objetivo se enmarca el proyecto Liceo, que da respuesta a la demanda de los jóvenes con discapacidad intelectual de continuar con su formación. Durante los dos cursos que dura el proyecto, el estudiante irá ampliando sus competencias personales y laborales, en la especialidad formativa elegida (Imagen y Sonido, Atención a la Dependencia).
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El proyecto se desarrolla en las instalaciones de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid y cuenta con el apoyo de Banco Santander.
“El éxito del proyecto se debe, en primer lugar, a los alumnos y a sus familias que creyeron en nosotros, a la Universidad Complutense de Madrid que no dudó en ofrecer su apoyo al programa de Achalay Diversidad, y a todas esas personas y entidades que nos han recibido con los brazos abiertos, y nos están apoyando en el camino hacia la integración social de las personas con discapacidad intelectual”, señalan desde la asociación.
Ana Botín, presidenta del Santander, aseguró por su parte el compromiso del banco con el proyecto: “La educación es la herramienta más poderosa que tenemos para promover la inclusión social. Podéis seguir contando con nosotros”. Desde la entidad financiera explican que, junto a la fundación Hazloposible, también ha colaborado con Achalay y otras ONG en iniciativas de voluntariado corporativo en las que empleados de la entidad han compartido sus conocimientos profesionales con estas organizaciones para mejorar su labor social y hacer mejor y más eficiente su trabajo.
Vero y Manu son dos de los jóvenes que forman parte de la primera promoción del programa de formación Liceo, desarrollado por la Fundación Achalay.