La sobreexposición de los bancos al ladrillo debilita la resistencia de España ante una recesión

El sector financiero se enfrenta a una situación paradójica. La subida de tipos de interés beneficia a los banqueros, ya que amplía los márgenes de beneficios y les permite cosechar los aumentos de las cuotas de las hipotecas, sembradas en las últimas décadas. No obstante, la subida ha sido tan abrupta e intensa, que los aumentos de las cuotas están poniendo entre la espada y la pared a muchos hogares hipotecados a tipo variable, y esto ya no interesa al sector: si la morosidad se dispara, puede suponer un riesgo relevante para las entidades. Esta semana, diferentes organismos han emitido advertencias: una banca que repita los pecados de la crisis financiera podría dañar seriamente la economía.

“Es el pez que se muerde la cola”, explica a infoLibre el profesor Antoni Cunyat, que imparte Economía y Empresa en la Universitat Oberta de Catalunya. “Es un círculo vicioso. Se suben los tipos de interés. Los hogares que no puedan seguir pagando la cuota, dejan de hacerlo. Esto reduce la fortaleza financiera de las entidades. Estas tienen que restringir la concesión de créditos. Cuanto menos crédito da la banca, menos consumo, menos inversión”, enumera el académico.

El Banco Central Europeo alertó este lunes a la banca de todo el continente. Pide “prudencia extrema”, ante la elevada incertidumbre a la que se enfrenta el sector. El organismo ha pedido a los bancos que refuercen su capacidad de resistencia ante las perturbaciones económicas. Los tipos de interés han pasado de cero al 2% en apenas medio año. Es la subida de tipos más rápida de la historia.

Esta subida de los tipos de interés provoca un aumento del euríbor, el índice que utilizan los bancos para prestarse dinero entre sí y al que están indexadas la gran mayoría de hipotecas a tipo variable. El euríbor de este martes se encuentra en 2,8% y se prevé que ascienda al 3% antes de que termine el año. Según la asociación de consumidores Asufin, esto está suponiendo un aumento de las cuotas hipotecarias de más de 2.000 euros anuales, lo que sin duda está poniendo en aprietos a muchos hogares. Esto ha llevado al Gobierno a acordar con la banca una serie de medidas para garantizar un salvavidas para las familias vulnerables.

La sobreexposición de la banca española al ladrillo

Esta situación de subidas de tipos de interés ha beneficiado a las entidades. “Antes los bancos no ganaban dinero con las hipotecas, podían seguros y cuatro cosas más”, explica el profesor Cunyat, en referencia a los años en los que los tipos de interés estaban al 0%. “El Banco Central Europeo hace bien en ser muy precavido y llamar la atención, porque la banca española es más vulnerable, por su ratio de crédito hipotecario sobre los créditos en general y la exposición al sector inmobiliario es bastante alta”, añade.

Sin ir más lejos, el pasado jueves, la agencia calificadora Fitch publicó un estudio que señala esta vulnerabilidad de las entidades. La banca española es la segunda, tras la británica, más expuesta a los riesgos aparejados a esta situación a la que se enfrenta el sector inmobiliario. Según la clasificación de Fitch, los bancos españoles están en primer lugar en el ranking de riesgos sistémicos, y en segundo posición en cuanto a la vulnerabilidad de los hogares y empresas que reciben los préstamos.  

El efecto de los tipos de interés en una economía no son inmediatos. Las cuotas hipotecarias de las familias se suelen renovar cada seis meses, por lo que el aumento del euríbor va impactando en las cuotas de manera progresiva en los hogares. Es previsible que, según se vaya agotando el colchón de estos hogares, las que se encuentren en una situación financiera más desfavorable, no consigan hacer frente a la cuota. Ahí empezaría el repunte de la morosidad.  

No obstante, el punto de partida no es malo. “Según los últimos datos que tenemos, la tasa de morosidad está en el 3,8%. Hay que tener en cuenta que en 2008 era del 13,6%. Desde 2013 tenemos una tendencia a la baja”, explica Antoni Cunyat. Según datos del Banco de España, se trata del dato más bajo de los últimos 14 años. Los créditos morosos que aguanta el sistema financiero tienen un peso de unos 46.000 millones de euros, frente los 197.000 de 2013, el peor año de la serie histórica y que desembocó en la oleada de desahucios que afectó a miles de familias. 

“Estamos muy lejos de eso”, señala el profesor Cunyat, que añade. “Pero es cierto que en 2021 hubo un crecimiento del 40% del crédito hipotecario, un aumento tremendo”. En este sentido, los hogares que se hayan hipotecado a tipo variable en los últimos años sufrirán el impacto del euríbor de manera más intensa, dado que el pago de los intereses se concentra en los primeros años de pago. 

“Si siguieran subiendo los tipos, habrá más problemas. Los problemas aumentarían”, añade el profesor. En este sentido, el consenso del mercado es que el Banco Central Europeo los subirá este jueves 0,5 puntos, frente a las subidas anteriores de 0,75, lo que constataría que el organismo está empezando a frenar ante los últimos datos de inflación, más optimistas.

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Entre la advertencia del Banco Central Europeo y la agencia Fitch de estos últimos días, se une una tercera. La Autoridad Bancaria Europea, otro organismo regulador, señaló el viernes que la banca española es la que presenta peores ratios de solvencia en Europa, incluso por detrás de la griega, que coronó el ranking en 2021. El organismo emplea el ratio de capital CET 1 fully loaded, el principal indicador de solvencia creado durante la crisis financiera. Los diez principales bancos españoles presentan una ratio de solvencia del 12,3%, frente la media del 15% que presentan 122 entidades de 26 países. 

"Los bancos deberían prepararse para un posible deterioro de la calidad de los activos y fortalecer sus sistemas de vigilancia y sus controles para asegurar un cumplimiento estricto con las sanciones y así evitar riesgos reputaciones y legales", alertó la EBA este viernes. La entidad mejor posicionada es Kutxabank, con un 16,6%, el único por encima de la media. Le sigue el Banco de Crédito Social Corporativo (Grupo Cajamar), con un 13%; luego, Unicaja, con un 12,8%; BBVA, con un 12,5%; Ibercaja, un 12,4%; Sabadell, un 12,3% y Caixabank, un 12,2%. En las últimas posiciones se encuentran el Banco Santander (12,1%), Abanca (12%) y Bankinter (11,7%).

“Respecto a los créditos pasados, ya no se puede hacer nada”, explica Antoni Cunyat. “Lo que se puede hacer para seguir la advertencia del Banco Central Europeo es ser más estricto a la hora de conceder crédito. Seleccionar bien a quién se le da una hipoteca, reducir el capital que se da, que no se abone el 100% del valor de la hipoteca… De todas formas, la subida de tipos de interés va a hacer que la demanda de crédito hipotecario baje”, apunta el profesor.