Radiografía de una relación comercial que explica por qué España puede permitirse el embargo a Israel

El comercio internacional no son solo compras y ventas, sino un indicador macroeconómico que en muchas ocasiones marca el paso a la política o, como ha sido el caso de Estados Unidos, se ve arrastrado por ella. Pero no solo las tensiones geopolíticas le marcan la pauta y tras el embargo a Israel por parte de España por el genocidio en Gaza, cabe preguntarse qué tipo de comercio mantiene nuestro país y el resto de regiones europeas con el territorio hebreo y cómo puede impactarle el embargo.

En los grandes números, Tel Aviv es el socio comercial número 31 de la Unión Europea y representa el 0,8% del total de comercio de bienes de toda la Unión Europea. Si nos ceñimos al caso de España, su peso relativo es moderado, pero ha crecido en 2025. "España e Israel no han sido nunca grandes socios comerciales y, de hecho, en las relaciones siempre han existido tensiones", señala Miguel Ángel Ortiz, profesor de economía internacional de CUNEF. Esto hace, puntualiza, que no se esperen grandes seísmos, aunque el comercio bilateral se resienta o el Gobierno de Netanyahu tome represalias.

¿Qué dicen los datos? En términos generales, España ha vendido a Israel más de lo que le ha comprado. En 2024 exportamos 1.722 millones de euros y adquirimos de ellos mercancía por un total de 906 millones, según Datacomex, el portal de datos del ministerio de Economía. Aunque en lo que va de año el ritmo comercial camina a buen paso. En 2025 los datos hasta junio señalan que España ha exportado por valor de 1.023 millones y ha importado por valor de 533 millones. Sin embargo, esas cifras no posicionan a Israel dentro de nuestros principales socios comerciales y el peso de los 906 millones en exportaciones apenas representó un 0,2% sobre los más de 384.400 millones que exportó España en 2024.

A escala europea, España es, en lo que va de año, el quinto país que más ha exportado a Israel, de acuerdo con los datos de United Nations Comtrade, un organismo estadístico de la ONU. En 2024 se situó como el séptimo país que más bienes había intercambiado, por detrás de países como Alemania, Irlanda, Bélgica o Países Bajos, tanto en importaciones como en exportaciones.

Entre los bienes que intercambia España están, sobre todo, vehículos automóviles y tractores, aparatos y material eléctrico, aparatos mecánicos, plástico y manufacturas derivadas o productos farmacéuticos. Además de eso, las armas y sus componentes fueron en 2025 una parte muy sustancial de este intercambio, que ahora, tras las medias aprobadas por el Gobierno, debería comenzar a frenarse.

El peso de las armas en las importaciones

Al acceder a los datos que brinda el portal Datacomex, un aviso en rojo detalla los intercambios comerciales que el ministerio de Defensa ha mantenido con Israel desde principios de año. Si se suman las importaciones de armas o componentes, alcanzan un total de 33,5 millones de euros entre enero y junio. Esta cifra supone un 6,2% del total de las compras que España hizo a Israel. Es decir, solo bloqueando la compra de material militar, los pagos a Tel Aviv se reducen significativamente.

Las medidas de embargo que aprobó el Gobierno hace unos días y que tendrá que ratificar el Congreso, prohíben la importación y exportación de armamento y materiales de doble uso o el tránsito por territorio español del combustible que utilizan las tropas israelíes. Aunque el texto deja fuera a las empresas, al no establecer una prohibición específica a la contratación pública o privada con compañías de la industria militar israelí o sus filiales.

Sin embargo, la propuesta del Gobierno no convence a las organizaciones sociales, ya que, entre otras cosas, se reserva el derecho a realizar excepciones en caso de que necesidad. El decreto contempla que "excepcionalmente" se autoricen importaciones o exportaciones por "intereses nacionales generales". "Ni se ha decretado el embargo de armas a Israel ni se han revocado los contratos con su industria de defensa", protestaban desde el Instituto Delás en una nota.

En lo comercial, además de estas medidas sobre el material bélico, también ponen el foco en otros elementos, como la prohibición de importar productos elaborados en los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado y que de hacerse efectivo haría todavía más exiguo el comercio entre ambos países. De hecho, el economista de CUNEF destaca que históricamente las relaciones comerciales con el país hebreo habían estado lideradas por la compra de productos agroalimentarios. "Lo que solemos importar de ellos son productos agroalimentarios y maquinaria o carnes. Y nosotros, sobre todo, exportamos manufacturas, vehículos, maquinaria industrial y fármacos", concluye.

Lo que España vende a Israel

Cuando se habla de la exposición comercial y del daño que una economía puede sufrir por posibles represalias, se suelen tomar en cuenta las exportaciones. Es decir, lo que el país y sus empresas pueden dejar de vender, ya que buscar otros mercados internacionales no suele ser una tarea rápida ni sencilla para las compañías, y a corto plazo —como se advirtió con los aranceles impuestos por Donald Trump— algunos sectores pueden sufrir un severo golpe.

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En el caso del las exportaciones hacia Israel, la posición de España dentro de Europa tampoco muestra demasiada vulnerabilidad. Al tomar los datos sobre exportaciones que proporciona Eurostat —que abarcan los meses de enero a junio—, España es el quinto país de la UE en envío de mercancía y debería descender a medida que el embargo surta efecto. Los países que más han exportado en lo que va de año son Alemania, Países Bajos e Italia, como se observa en el cuadro.

De hecho, si se observa la posición de España en el año 2024 (el último del que hay datos disponibles), su posición cae hasta el número 7 en cuanto a ventas hacia Tel Aviv y, en términos globales, es el país número 14. En los datos agregados que proporciona la oficina estadística de las Naciones Unidas, los principales socios comerciales de Israel son Estados Unidos (a quien Israel compró 9.227 millones y vendió unos 17.100 millones) y China (que vendió al país hebreo 13.529 millones y compró unos 2.800).

Por el momento, la presión desde España para protestar por el genocidio en la Franja de Gaza se ha ido incrementando y, tal vez, una baja exposición comercial pueda ayudar a mantener el pulso. "No es que su peso sea pequeño en la balanza comercial, pero España tienen mejores socios comerciales y no necesariamente vecinos, como puede ser el caso de Vietnam o de América Latina, que tienen muchísima más relevancia", concluye Ortiz.

El comercio internacional no son solo compras y ventas, sino un indicador macroeconómico que en muchas ocasiones marca el paso a la política o, como ha sido el caso de Estados Unidos, se ve arrastrado por ella. Pero no solo las tensiones geopolíticas le marcan la pauta y tras el embargo a Israel por parte de España por el genocidio en Gaza, cabe preguntarse qué tipo de comercio mantiene nuestro país y el resto de regiones europeas con el territorio hebreo y cómo puede impactarle el embargo.