Deuda pública

Rajoy mete a España en el club de los grandes deudores al aumentar la deuda en 250.000 millones

Mariano Rajoy en su escaño del Congreso de los Diputados.

El Gobierno del PP que preside Mariano Rajoy va a tener en los próximos meses el dudoso honor de introducir a España en el grupo de países más endeudados del mundo desarrollado. Es el club de los que deben más que la riqueza que son capaces de generar en un año, el 100% de su producto interior bruto (PIB). En dos años, la deuda pública española se ha incrementado en 250.000 millones.

En el caso de España, adeudar el 100% del PIB equivale a deber 1,02 billones de euros que suponen cada año el pago de 36.590 millones de euros (presupuesto 2014) sólo en intereses. La deuda pública alcanzó en enero 979.316 millones de euros (95,7% del PIB), pero superará el billón de euros en torno al verano. Son 21.744 euros por español. Organismos como el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) coinciden en que en 2015 la deuda superará el 103% del PIB.

Las cifras de endeudamiento, que en porcentaje son las más altas en un siglo, situarán a España entre los diez países de la OCDE con deuda por encima del 100% de su PIB. España acompañará a Japón (233% del PIB), Grecia (189%del PIB), Portugal e Italia (140%); Irlanda (126%), Islandia (124%), Francia (116%); Reino Unido (113%): EE UU (1105) y Bélgica (104%).

Más impuestos, más agujero

La pregunta a responder es cómo ha podido crecer tanto la deuda cuando el país está dirigido por militantes de las políticas de austeridad y cuando se han recortado brutalmente los gastos en educación o sanidad, al tiempo que se incrementaban los impuestos (IRPF, IVA). María Jesús Fernández (Funcas) da la clave: "como en todo ciclo recesivo, han aumentado los gastos y se han reducido los ingresos; aumenta el déficit y aumenta también la deuda".

En dos años, coincidiendo con el Gobierno del PP, España ha pasado de deber 737.334 millones de Euros a finales de 2011 a los 979.316 del pasado mes de enero. Se trata de un incremento de más de 250.000 millones de euros en solo dos años.

Si se analiza la evolución de la deuda, la imagen todavía es más alarmante. Coincidiendo con la espiral maldita de menos empleo (26,03% de tasa de paro), menos cotizaciones y menos recaudación (España está 5,3 puntos por debajo de la media de recaudación de la eurozona), entre 2007 y 2012, en términos de PIB y en comparación con la eurozona, solamente Irlanda y Portugal incrementaron más que España su nivel de deuda pública. España lo hizo en casi 50 puntos porcentuales del PIB, el doble de la media de la Eurozona.

El economista Jorge Blázquez Lidoy (Economistas Frente a la Crisis) explica que  la deuda ha crecido, desde finales de 2008, a un ritmo de 25.000 millones de euros al trimestre. Equivale a un rescate bancario cada medio año si se compara con el crédito de 40.000 millones para apuntalar el sistema financiero. Un crecimiento de 100.000 millones de deuda al año es "insostenible", en opinión de Lidoy.  Son, en todo caso, "matemáticas, no política", añade Lidoy.

Por encima del 100% del PIB

Fernández (Funcas), coincide: "Sobrepasar el 100% del PIB (en deuda) supone superar también el nivel de riesgo y de preocupación razonable". El motivo: "tanta deuda limita el crecimiento". Tiene, además, otros efectos negativos como la conversión de los bancos en principales tenedores de deuda, lo que tapona el crédito. La banca, con una morosidad oficial del 13,78% (enero) ha aumentado su peso en el total de los tenedores de bonos y letras del Tesoro  del 30% del total en 2008, hasta el 35% de finales de 2013. 

Para reducir el endeudamiento hay que cerrar el agujero del déficit. El Gobierno de Rajoy, sin considerar las ayudas a la banca, ha reducido el descuadre del 8,9% de déficit público en 2011 al 6,7%-6,8% de 2013. Pero para cuadrar números, sostiene Fernández (Funcas), hay que generar superávit. "Que la economía crezca y disminuya así el ratio deuda-PIB".

Dicho así, parece fácil. Pero como argumenta Juan Laborda "la deuda pública se hace insostenible si durante un período de tiempo largo la carga financiera real de la misma es superior al crecimiento económico real". Y España está en esa situación desde hace cinco años.

"Las alternativas no son muchas", asegura Blázquez Lidoy. En su opinión, apenas cuatro: fuerte apretón fiscal, contención de gasto, inyecciones de liquidez (descartado porque la política monetaria corresponde al BCE) y estímulo del crecimiento o reestructuración de la deuda.

Esta última posibilidad la han manejado economistas como José Carlos Díez en libros  (Hay vida después de la crisis) y publicaciones varias. "Muchas deudas han subido tanto y los errores (de la troika) han reducido tanto el crecimiento potencial de muchas economías que ya no son pagables. Ahora, como recomiendan Rogoff y Reinhart, hay que reestructurar esas deudas como hicieron los países nórdicos a principios de los noventa", sostiene Díez en su blog.

Una amenaza

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La situación de la deuda española, apunta Antonio González (Economistas Frente a la Crisis) es una amenaza. La raíz del problema, sostiene, no es el gasto público, sino la debilidad de los ingresos públicos, cuestión que engarza directamente con el fraude y la elusión fiscal.

González pone un ejemplo: los ingresos por impuesto de sociedades en la UE se han mantenido en términos generales pese a la crisis. No ha sucedido lo mismo en España, donde "según  la Contabilidad Nacional creció el excedente bruto empresarial mientras se hundían los ingresos por el impuesto de sociedades".

El sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) explica que, durante la crisis, la recaudación por el impuesto de sociedades ha pasado de suponer el 23% de los ingresos fiscales totales al 8%. Entre 2006 y 2011, la caída de ingresos por impuestos a las empresas llegó al 68%, añaden. Todo un problema que, en opinión de González, no arreglarán las recetas de los expertos fiscales nombrados por el Gobierno para remodelar el sistema fiscal. "Son recetas", sostiene, "que no entran en el problema de la falta de ingresos públicos". Mientras, la deuda sigue disparándose.

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