Morir asesinada frente a tus hijos: en torno a un millón y medio de menores conviven con la violencia machista

La mañana del miércoles, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, comparecía ante los medios de comunicación para presentar los resultados de la nueva Macroencuesta de Violencia contra la Mujer. "Lamentablemente, coincide con la investigación de un último caso en Alicante", pronunciaba. Horas después, aquel último caso en investigación quedaba confirmado como un crimen machista. La víctima tenía sólo 29 años y fue asesinada por su pareja, un hombre cinco años mayor. Poco después de que las autoridadas ratificaran el carácter machista del crimen, otro nuevo pasaba a investigación. Con ellos, son tres los feminicidios registrados en tan sólo setenta y dos horas.

Oriana, la última víctima mortal confirmada, tenía una niña de tres años. También tenían hijos las otras dos mujeres asesinadas en los últimos días. A María Ángeles le quitó la vida su pareja el domingo por la noche, dejando huérfanos a dos adolescentes de trece y diecisiete años. Y Rosmery, la víctima del caso en investigación, fue asesinada en presencia de sus hijos menores de edad. 

El 61,6% de las mujeres que han sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas son madres, según los datos contenidos en la Macroencuesta. El 48,7% de ellas afirma, además, que sus hijos también presenciaron o escucharon los episodios de violencia. Y entre este último grupo, la inmensa mayoría (91%) afirma que los pequeños eran menores en el momento de los hechos. 

La encuesta indaga también en una realidad cruenta relacionada con la exposición de los hijos a la violencia: si también ellos la sufrieron en sus carnes. Responden afirmativamente el 16,1% de las mujeres que experimentan violencia por parte de sus actuales parejas y el 30% de las que la han sufrido por parte de parejas pasadas.

Según los cálculos de la investigación, entre 1,2 y 1,8 millones de menores de edad viven en hogares en los que la mujer está sufriendo violencia machista. Es decir, conviven con la violencia machista como parte de la normalidad de sus hogares, con las consecuencias que ello conlleva para su integridad física y su desarrollo vital.

El paso de denunciar

Oriana no había presentado denuncias previas contra su agresor. Los datos de la Macroencuesta revelan que la suya no es una anomalía: sólo el 16,8% de las mujeres que han sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas ha denunciado alguna de estas agresiones en la Policía o en el juzgado. 

¿Cuáles son los motivos que disuaden a las mujeres a la hora de denunciar? La mayoría (50,3%) asegura haber sido capaz de resolver el problema en solitario. Para el 28,4% de las encuestadas, la forma de romper con la violencia fue terminar la relación afectiva. Pero la vergüenza es mencionada por el 10,4% de las entrevistadas, el miedo al agresor por el 8,2% y la culpa por el 5,5%. El 5,2% explicita temor a no ser creída. Y un 6,1% aducen como motivo estar enamoradas.

Sí existían denuncias previas en el caso de María Ángeles, la víctima asesinada en Torrejón de Ardoz (Madrid). Pero no fue ella quien dio la voz de alarma, sino que la iniciativa partió de un tercero. Una vez activado el protocolo e iniciada la investigación, la víctima no quiso declarar ni seguir adelante con la denuncia. Entre las mujeres que denunciaron –tanto ellas mismas como alguien de su entorno– la violencia ejercida por sus maltratadores, no es extraña la retirada de la denuncia. Así lo ha hecho el 56,8% de las mujeres que sufren violencia por parte de sus actuales parejas, el 18,8% en el caso de la violencia por parte de parejas pasadas. Entre los motivos para retirarla indican que su maltratador era el padre de sus hijos, otras dicen estar enamoradas y algunas hablan de la esperanza en que su maltratador cambiara.

La mujer asesinada delante de sus hijos en Torrijos (Toledo) no había denunciado, pero sí había solicitado ayuda en el Centro de la Mujer de Castilla-La Mancha. La suya no es una excepción: el 41,4% de las mujeres que han sufrido violencia machista ha contactado con algún servicio de asistencia formal. Concretamente, el 30,8% buscó ayuda psicológica para afrontar lo sucedido, el 18,5% ayuda médica y el 13,2% ayuda legal. El 8,5% dice haber contado lo sucedido a personal farmacéutico y el 8,1% a los servicios sociales. 

Los riesgos de la ruptura

Rosmery había acudido al centro especializado en violencia sobre la mujer pidiendo consejo ante su deseo de romper la relación con quien era su compañero. También Oriana estaba en trámites de separación y María Ángeles vivía ya desde hace un tiempo en casa de su madre, lejos del que fuera su pareja.

Una de cada tres mujeres ha sufrido violencia machista por parte de su pareja o expareja

Ver más

Esta última, según detallan algunos medios, había acordado encontrarse con su agresor para devolverle al perro que tenían en común, cuando le quitó la vida asestándole más de diez puñaladas. Hace dos años, el Ministerio de Igualdad puso precisamente la mirada ahí: en el momento en que una víctima se encuentra con su maltratador para zanjar la ruptura o recoger sus cosas. La institución lo detectó como un problema después de analizar otra acumulación de casos sucedida a finales de verano.

En aquel momento, el ministerio encontró un elemento clave en los casos analizados: el riesgo durante el proceso de ruptura con la violencia. Es, tal y como han estudiado los expertos en la materia, uno de los momentos más peligrosos dentro del ciclo de la violencia. Y en ese contexto, el comité de crisis que se reunió entonces se centró en un instante muy preciso: cuando la víctima decide emanciparse y acude a casa de su agresor para recoger sus cosas. "Creemos que puede ser un factor de riesgo y tiene que haber un acompañamiento de las instituciones", se señaló en aquel momento, comprometiéndose al desarrollo de un mecanismo específico a disposición de cualquier víctima, sin necesidad de que mediara una denuncia.

En lo que va de año, once de las víctimas mortales de la violencia machista estaban en fase de ruptura, una cifra que se eleva a 215 analizando todo el periodo histórico, desde que el registro estadístico echó a andar en 2003.

La mañana del miércoles, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, comparecía ante los medios de comunicación para presentar los resultados de la nueva Macroencuesta de Violencia contra la Mujer. "Lamentablemente, coincide con la investigación de un último caso en Alicante", pronunciaba. Horas después, aquel último caso en investigación quedaba confirmado como un crimen machista. La víctima tenía sólo 29 años y fue asesinada por su pareja, un hombre cinco años mayor. Poco después de que las autoridadas ratificaran el carácter machista del crimen, otro nuevo pasaba a investigación. Con ellos, son tres los feminicidios registrados en tan sólo setenta y dos horas.

Más sobre este tema