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IGUALDAD CULTURA

Pocas obras de mujeres y peor valoradas: feministas ponen el punto de mira al Reina Sofía

Activistas feministas se concentran frente al Museo Reina Sofía, en Madrid.

Menos obras y de menor valor económico. Es, en resumen, lo que les espera a las mujeres artistas en el Museo Reina Sofía. Así lo ha denunciado la Alianza contra el Borrado de las Mujeres en el informe ¿Qué pintan las mujeres? En el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Las conclusiones son, cuanto menos, llamativas: "La Ley de Igualdad se incumple de forma sistemática en el museo". La organización participó este domingo en una acción reivindicativa junto a las instalaciones del centro, para poner de relieve la desigualdad entre sexos y la "sustitución militante del feminismo por doctrinas antifeministas y sexistas".

La citada ley, aprobada en 2007, obliga a promover la igualdad entre mujeres y hombres, también en el ámbito cultural. La norma insta además a incentivar económicamente la creación artística de autoría femenina y la promoción de una presencia equilibrada en la oferta cultural pública. "Ninguna de estas obligaciones que marca" la normativa "se cumplen en la política de exposiciones y adquisiciones" del museo, señala el informe. 

Las compras de obras de arte "han sido abrumadoramente de autoría masculina", si bien la ley de 2007 ha servido para suavizar un panorama previo mucho más estrepitoso en cuestiones de género. Antes de la puesta en marcha de la ley, el promedio de adquisiciones dejaba un irrisorio 13% de autoría femenina, porcentaje que escaló hasta el 25% tras la puesta en marcha de la norma, según datos que provienen del Ministerio de Cultura.

Hay dos años dignos de elogio: 2017 y 2018. Entonces, se adquirieron un 42% y un 47% de obras firmadas por mujeres. Sin embargo, sí se registró otra grieta: la que tiene que ver con el coste de la obra. Aunque no es responsabilidad directa del museo, lo cierto es que en aquellos años las obras femeninas fueron un 27% más baratas que aquellas que llevaban el sello de artistas varones. 

Pese a la tregua que dejaron los dos años consecutivos, 2019 volvió a sumir a las mujeres en el recobeco de lo anecdótico. Aquel año, el museo adquirió 115 obras firmadas por 55 autores varones y 32 creadas por 13 artistas mujeres. En 2020 fueron 63 obras firmadas por 33 nombres masculinos y 45 obras de 13 artistas mujeres.

La inequidad más flagrante, reseña el estudio, está en la pintura, ya que supone el 11,1% de las obras de creación masculina y el 3,4% de aquellas firmadas por mujeres. Es más, el 94% de las pinturas adquiridas por el museo son de hombres, pues solo una veintena de las compradas entre 2000 y 2018 –de un total de 320– llevaban nombre de mujer.

El precio por el que el museo adquiere sus piezas también es revelador: entre 2000 y 2018 el coste promedio de las obras de artistas masculinos fue de 38.257 euros y el de las obras de artistas femeninas de 16.405 euros. El valor económico de las piezas que provienen de la creación artística femenina es significativamente menor que aquel que emana del talento masculino. 

Ni mujeres ni feminismo en el Plan de Actuación

Las feministas de la plataforma Contra el Borrado de las Mujeres ponen la lupa también en el Plan de Actuación que el museo traza cada cuatro años. Ni la palabra "mujeres", ni el concepto "feminismo" están presentes en el plan de 2018-2021, ni tampoco en la última actualización de 2022-2024. "La importancia de los movimientos de transformación del mundo mediante el cambio de las seculares relaciones de desigualdad entre las dos mitades que lo conforman y que atraviesa el planeta en el presente no parece haber captado la atención de las personas que redactaron el plan", recoge el estudio citando las palabras mismas del Ministerio de Cultura, en su primer informe sobre la aplicación de la Ley de Igualdad en el ámbito de la cultura, publicado en 2020.

La única referencia a la igualdad en el plan tiene que ver con las condiciones en las que el público puede acceder a los contenidos y programas del museo. Ni rastro de estrategias, protocolos o herramientas centradas en una mayor equidad entre las paredes del museo.

"Apuesta ficticia por el feminismo"

Las feministas cargan directamente contra la dirección, que ostenta Manuel Borja-Villel, quien a su entender "lleva a cabo la estrategia del ilusionista" al mantener la "brecha entre mujeres y hombres en colecciones y exposiciones mientras impregna con lo queer-trans su apuesta museística contraria al feminismo de la igualdad". 

La plataforma se muestra especialmente crítica con una programación centrada esencialmente en el ámbito LGTBI, que ha ido ganando terreno en los últimos años en detrimento del contenido genuinamente feminista. Los programas y actividades que diseña el museo contienen una "apuesta ficticia por el feminismo que la dirección del museo ha sustituido por el discurso transqueer". Las activistas alertan de que, con esta línea de actuación, el museo salda sus cuentas en "las memorias justificativas", lo que a su juicio "contraviene y distorsiona el objeto" de la Ley de Igualdad y "falsea la información estadística sobre la consecución" de sus objetivos.

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