DERECHOS DE LAS MUJERES
Lenguaje sexista, clasismo y publicidad ilícita: Igualdad estrecha el cerco sobre las agencias de vientres de alquiler

Las agencias que hacen negocio publicitando vientres de alquiler, una práctica ilegal en este país, comienzan a tener sudores fríos. Este viernes, el Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, remitió un informe jurídico a la Abogacía del Estado con el objetivo de estudiar acciones legales contra estas compañías que llevan años sorteando la ley y promocionando la técnica a través de páginas webs y redes sociales.
Las agencias con sede social en suelo español son ocho: Gestlife, Interfertility, Go4baby, Universalsurrogacy, Surrobaby, Soñandojuntos, Gestación Subrogada Galicia y LifeBridge Agency. Según el informe, al que ha tenido acceso infoLibre, "la contratación de mujeres gestantes es un creciente negocio cuya promoción se realiza principalmente a través de agencias intermediarias y 'proveedoras', pero que abarcan una amplia red de empresas: clínicas privadas, bufetes jurídicos o entidades financieras, entre otras. Todas ellas obtienen beneficio económico de la comercialización de la capacidad reproductiva de las mujeres".
El Instituto de las Mujeres articula su argumentación apelando no sólo a las "fuertes críticas desde el ámbito feminista" contra este tipo de servicios, sino también al abundante entramado legal que prohíbe los vientres de alquiler, incluyendo la publicidad del servicio gracias a la reforma de Ley del Aborto.
Eufemismos y lenguaje sexista
El organismo, dirigido por Cristina Hernández, pone el acento en los "los eufemismos lingüísticos que permiten disfrazar todo un lucrativo negocio y sus formas de promoción y publicidad". Los mensajes que difunden las agencias en internet tienen "una alta carga de sexismo, pero también de clasismo", abunda el análisis. "Las mujeres son invisibilizadas por un uso del lenguaje sexista y, cuando se las nombra, aparecen como sujetos activos las potenciales consumidoras de los servicios y productos, ante su deseo de ser madres, con un claro componente clasista, dado que la intención es llegar a un mercado potencial con poder adquisitivo suficiente".
Por otro lado, las mujeres clasificadas como "madres gestantes" se presentan de manera "idealizada", siguiendo siempre cuidadas "estrategias de marketing y publicidad que muestran al mercado un producto del que se destacan todos los aspectos positivos, tanto en términos de calidad del mismo como en términos emocionales, otorgándoles valor para el mercado y no respecto a ellas mismas como sujetos de derechos humanos".
Las compañías, a sabiendas del impacto social negatico de su actividad, apelan incluso en ocasiones a los "supuestos derechos de estas mujeres", una estrategia que el Instituto de las Mujeres encaja como parte de un "efecto tranquilizador para los y las potenciales consumidores del producto".
Entre el 29 de noviembre y el 31 de diciembre de 2024, el Observatorio de la Imagen de las Mujeres –apéndice del propio Instituto de las Mujeres– recibió un total de 334 quejas, señalando la promoción comercial de la gestación subrogada como una práctica prohibida por ley. El informe omite tres agencias –VittoriaVita, Success, Feskov Human Reproduction Group– sobre las que también constan quejas, pero cuya sede social se encuentra en el extrajero.
"Intentos ilimitados" y "reinicio" en caso de aborto
Todas las agencias citadas se sirven de artimañas publicitarias, como la difusión de vídeos, infografías y testimonios, aunque algunas cuentan con un perfil bajo en redes sociales. Gestación Subrogada Galicia, por ejemplo, sólo tiene presencia en Linkedin, mientras que LifeBridge Agency no tiene página web y sus cuentas en redes sociales están inactivas, si bien los contenidos que orbitan a su alrededor serían, por su carácter publicitario, "susceptibles de solicitud de cese y retirada".
El resto de agencias, concluye el documento jurídico, recurren a "las habituales estrategias de marketing, con un lenguaje y un tono claramente mercantil y con argumentos tanto emocionales como de carácter técnico-científico". Las compañías buscan transmitir "confianza a través de los mensajes e imágenes y favoreciendo la empatía hacia todo lo que rodea un mercado cuya práctica en principio podría generar desconfianza, puesto que es ilícita en España".
Algunos ejemplos. Los responsables de Gestlife apelan a los sueños y dicen estar dedicados "exclusivamente a hacer realidad el mayor sueño de tu vida: tener tu bebé". El equipo está formado por abogados, tal como subrayan en su página web, pertenecientes al grupo estadounidense Invest Medical. Gestlife pone todos sus esfuerzos en distinguirse de las agencias: "No somos una simple agencia de gestación subrogada. Para empezar, la figura jurídica de la agencia no existe ni está reconocida en nuestro ordenamiento jurídico", por lo que "no ofrecen garantía alguna". Su carta de presentación es la diferencia y por ello aseguran tener un código deontológico que les obliga a practicar la gestación subrogada evitando la "explotación de las madres subrogadas".
De "todo-incluido" y de "intentos ilimitados" habla Go4Baby. La compañía garantiza unos "costes cerrados y sin sorpresas" y se dirige a sus potenciales clientes: "Sabemos de la importancia que es para vosotros en lograr vuestros sueños con total seguridad". Interfertility, por su parte, presume de ser "la empresa española líder en gestación subrogada" llegando incluso a ofrecer "un paquete basado" en las "necesidades concretas" de cada familia. En mayúscula y negrita, su web resalta un elemento: "Derechos de las mujeres". La empresa asegura que el "respeto a los derechos de las mujeres que participan como donantes y gestantes" es clave en la técnica y asegura que la propia empresa "participa personalmente en los procesos de selección".
Surrobaby, que opera en países como Estados Unidos, Colombia, Georgia y Canadá –anteriormente, también en México y Ucrania–, dispone de "paquetes con intentos ilimitados hasta el nacimiento del bebé" y "reinicio del programa en caso de aborto". La empresa ofrece precios que oscilan entre los 80.000 y los 110.000 euros, aunque incluye complementos adicionales como "embarazo múltiple".
¿El fin de un negocio?
Tal y como adelantó infoLibre este martes, el Ministerio de Justicia prevé derogar las dos instrucciones que permiten a día de hoy la inscripción de bebés nacidos de vientres de alquiler en los registros españoles, uno de los más evidentes resquicios a nivel legal que impiden la prohibición total y efectiva de esta práctica.
El Gobierno prevé derogar las normas que permiten inscribir a bebés nacidos por vientre de alquiler
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La intención del Gobierno pasa por elaborar una nueva instrucción en la línea de lo expuesto en los últimos años por el Tribunal Supremo. Y en este punto se detiene también el informe del Instituto de las Mujeres, recogiendo no sólo el desarrollo normativo en torno a la técnica, sino la argumentación que emana de los tribunales.
"El Tribunal Supremo se ha manifestado en varias ocasiones en torno a la vulneración de los derechos fundamentales, tanto de la mujer gestante como del niño gestado, afirmando que la gestación subrogada es manifiestamente contraria a nuestro orden público", asiente el organismo. Ante la "publicidad ilícita que promueva las prácticas comerciales para la gestación por sustitución", el Instituto de las Mujeres "tiene la legitimación" para ejercer las acciones pertinentes.
Cabe recordar que en marzo de 2023 la Fiscalía cerró una investigación contra BioTexCom, una agencia de vientres de alquiler ucraniana, por no tener sede en España. La pasividad institucional ya fue deslizada por el Tribunal Supremo en una sentencia de 2022: los medios, describía el dictamen, tienden a hacerse eco de cómo personas de renombre "anuncian la traída a España de un hijo fruto de una gestación por sustitución, sin que las administraciones competentes para la protección del menor adopten iniciativa alguna para hacer efectiva esa protección". El turno de palabra lo tiene ahora la Abogacía del Estado.