VIOLENCIA DE GÉNERO

Vivir sin una madre por culpa de la violencia: el machismo dejó 82 personas huérfanas en 2024

Un niño en una manifestación convocada por la Comisión 8M.

Un total de 82 personas tuvieron que aprender a encajar el año pasado el peor de los golpes: el asesinato de su madre como consecuencia de la violencia machista. Los datos, recopilados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en un informe publicado este lunes y correspondientes al año 2024, cincelan las dimensiones de la violencia de género más allá de las propias víctimas mortales y ponen cifras a los otros grandes afectados: sus hijos e hijas

A Gracia la asesinó su expareja en marzo del año pasado, en plena calle. La víctima iba acompañada de su hija de dieciséis años en el momento del crimen. Fue precisamente la adolescente quien pidió auxilio, instantes después de que el agresor le disparase tres veces. Ella y su hermano, siete años mayor, forman parte del listado de huérfanos por la violencia machista.

También tuvieron que aprender a vivir sin su madre los hijos de Soledad. La mujer fue asesinada y decapitada por su marido, un policía local jubilado, en junio del año pasado. Una de sus tres hijas dio el aviso tras llevar varios días sin tener noticia de su madre. A Carmen le asesinó su expareja en octubre, a pesar de las denuncias previas. Ella tenía 39 años y su asesinato dejó a dos hermanos, ambos mayores de edad, huérfanos.

Víctimas que eran madres

Poniendo el foco en los menores de edad, la estadística cuantifica un total de 40 menores huérfanos el año pasado, casi la mitad del total. Y de ellos, 27 eran hijos de los agresores que terminaron con la vida de sus madres.

Desde que en el año 2003 se comenzó a trabajar sobre un registro oficial, el número de menores huérfanos asciende a 1.005. Las madres ocupan una parte importante de la estadística: el 47,4% de las víctimas mortales desde entonces tenía hijos menores. Pero el CGPJ ha querido, en su análisis anual, ampliar el objeto de estudio y poner la lupa sobre todos los hijos e hijas, con independencia de su edad. Desde esa perspectiva, el número de huérfanos asciende a 82 y las madres, ahora sí, son la inmensa mayoría: el 83,3% de las víctimas lo era.

Nueve menores asesinados

El estudio se hace eco, además, del número de menores asesinados en lo que se conoce como violencia vicaria. El año pasado, nueve menores fueron asesinados como consecuencia de la violencia machista, siete de ellos a manos de sus padres biológicos. La cifra asciende a 62 desde el año 2013, momento en que se incluye a los hijos menores de edad en una estadística específica. La mayoría también fueron asesinados por hombres que eran sus padres y el 74,2% tenía menos de diez años.

La denuncia, en los casos de violencia vicaria, es superior a la media. El año pasado, casi todos los agresores vicarios habían sido denunciados previamente por sus parejas o exparejas, salvo uno. En la serie histórica, la denuncia en estos casos asciende al 35,4%, nueve puntos por encima de la media registrada en los feminicidios íntimos. Es decir, las madres tienden a denunciar con mayor frecuencia cuando perciben que la vida de sus hijos está en riesgo.

Los datos sobre violencia vicaria llegan en un momento especialmente delicado, tras el debate en torno al crimen machista cometido por José Bretón contra sus dos hijos, hace ahora once años y recuperado por el autor Luisgé Martínn en su libro El odio. El Ministerio de Igualdad anunció precisamente la semana pasada su intención de reformar el Código Penal para impedir que los agresores machistas puedan compartir detalles de sus crímenes a terceros. La intención pasa por evitar que los maltratadores lesionen de esta manera a sus víctimas, como ha ocurrido con Ruth Ortiz, la madre de las criaturas asesinadas en 2011.

Una mujer asesinada cada semana

Los datos del CGPJ relativos al año pasado arrojan un dato contundente: cada semana un varón arrebató la vida a una mujer con la que mantenía una relación de pareja o expareja.

Los datos recopilados, obtenidos a partir de los expedientes judiciales, permiten además trazar un perfil de las víctimas y de los agresores. La media de edad de las víctimas mortales fue de 44 años, mientras que la de sus agresores ascendió a los 49 años. La más joven de las mujeres asesinadas tenía 15 años. La más mayor, 66. 

Igualdad plantea una reforma del Código Penal tras la polémica del libro sobre Bretón

Igualdad plantea una reforma del Código Penal tras la polémica del libro sobre Bretón

Sólo 15 de las 48 víctimas dio el paso de dar la voz de alarma e interponer una denuncia contra su agresor, el 31,3%. Ocho de ellas, todavía convivían con sus maltratadores en el momento del crimen y en cinco de los casos existía una medida de alejamiento en vigor. En estos últimos casos, las herramientas pensadas para su protección fracasaron.

Precisamente por este motivo el Ministerio de Igualdad quiere desarrollar instrumentos capaces de arropar a las víctimas, más allá de las comisarías y los juzgados. Este lunes, el departamento de Ana Redondo convocó un comité de crisis para analizar, junto a comunidades autónomas y poder judicial, la acumulación de casos registrados en el pasado mes de marzo. Y ha puesto el acento ese asunto: la creación de espacios preparados para escuchar a las víctimas

"A veces son los hijos de las víctimas los que levantan la voz para denunciar la situación", ha enfatizado la ministra, por lo que "las escuelas son un lugar en el que podemos detectar que esa situación de maltrato se está produciendo cuando no hay denuncias". En el extremo opuesto, ha señalado,  las víctimas mayores "difícilmente" van a "denunciar la situación, pero sí lo pueden hacer ante el médico de familia". No es un objetivo nuevo: hace cuatro años, el Consejo de Ministros aprobó un catálogo con seis ejes de actuación contra la violencia machista. Entre las medidas planteadas, se encontraba el desarrollo de instrumentos de detección temprana en los centros de salud.

Más sobre este tema
stats