Liberales y ultraconservadores se disputarán la Presidencia polaca en una reñida segunda vuelta

El alcalde de Varsovia y candidato de la Coalición Cívica (KO) para las elecciones presidenciales polacas, Rafal Trzaskowski, se reúne con residentes locales en Tarnobrzeg, Polonia.

El candidato liberal y actual alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, superó al ultraconservador Karol Nawrocki en los comicios polacos, que tendrán una segunda vuelta, confirmó este lunes la Comisión Electoral con el 100% del escrutinio completado y que recoge EFE.

El candidato liberal respaldado por el primer ministro polaco, Donald Tusk, consiguió el 31,36% de apoyos en los comicios presidenciales del domingo, mientras el aspirante nacionalista Karol Nawrocki, apoyado por la oposición ultraconservadora, se hizo con el 29,54% de los votos.

Los datos certifican, además, una alta participación ciudadana, del 69,71%, y se abre ahora el camino hacia la recta final que enfrentará en la segunda vuelta del 1 de junio al liberal y progubernamental Trzaskowski y al conservador Nawrocki, respaldado por el partido ultraconservador y nacionalista Ley y Justicia (PiS), que gobernó desde 2015 hasta 2023.

Los resultados de otros dos candidatos, Slawomir Mentzen, de la formación ultranacionalista Confederación (14,81%) y el antisistema Gregorz Braun, que logró un 6,34%, certifican el auge de las propuestas extremistas y suponen un claro aviso para la propuesta liberal y proeuropea de Tusk.

Esto, unido al escaso apoyo cosechado por los líderes de los partidos que gobiernan en coalición con Tusk, y que también se presentaron como candidatos (ninguna de ellos alcanzó el 5%), pone de manifiesto las limitaciones de la alianza que gobierna desde hace un año y medio y que, si finalmente no cuenta con un presidente afín, seguirá bloqueada y no podrá concretar muchas de sus iniciativas.

La campaña para la segunda vuelta ha comenzado ya, con llamamientos a "no dar ni un paso atrás" y presentar "una dura lucha por cada voto", como escribió en la plataforma X Donald Tusk al conocer los resultados preliminares.

Todo apunta a un escenario final parecido al de las elecciones presidenciales de 2020, cuando el presidente saliente, Andrzej Duda, se impuso a Trzaskowski por menos de dos puntos. 

Anoche, poco después de conocerse los sondeos, Trzaskowski, de 53 años, se mostró contento de "haber ganado la primera vuelta de las elecciones", aunque reconoció que "aún queda mucho trabajo por delante". "Se necesita una gran determinación, y este resultado muestra que debemos ser fuertes, que debemos mostrarnos decididos y refleja cuánto trabajo nos queda por delante para ganar las elecciones presidenciales", dijo el candidato de la Coalición Cívica encabezada por Tusk.

Por su parte, Nawrocki, de 41 años, prometió "ser muy pronto el presidente de los polacos y polacas y ser su voz en el Palacio Presidencial", pero calificó los comicios como "los menos justos de los últimos 35 años". El historiador nacionalista se quejó de "la cantidad de propaganda y mentiras financiadas por empresas y medios de comunicación del Estado, que fueron utilizados para luchar contra un candidato independiente".

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El presidente de Polonia, Andrzej Duda, que terminará en agosto su segundo mandato al frente de la Jefatura del Estado, pidió a los polacos que vuelvan dentro de dos semanas a las urnas para elegir al "presidente de una Polonia libre, soberana e independiente". "Una Polonia que será capaz de proteger a los débiles y no tendrá que temer a los fuertes, una Polonia en la que prevalecerá la honestidad, no el cinismo y la villanía", dijo Duda en una referencia indirecta a la coalición liberal de Tusk.

Las elecciones presidenciales en Polonia son claves, dado que el presidente tiene poderes limitados en comparación con otros países, pero tiene el derecho de veto sobre las iniciativas legislativas, aunque hayan sido aprobadas por el Parlamento (Sejm). Duda ha utilizado esa prerrogativa con frecuencia.

Por su parte, la coalición de Tusk, que llegó al poder en 2023, no cuenta con una mayoría parlamentaria suficiente para anular el veto presidencial. Así, una victoria de Trzaskowski podría acelerar la agenda progresista y proeuropea del Gobierno, que incluye las reformas judiciales, los derechos de la comunidad LGBTQ+ y el acceso al aborto, en tanto que un triunfo de Nawrocki podría prolongar la difícil cohabitación que ha tenido lugar entre Tusk y Duda en el último año. 

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