Morsi, arrestado por el gobierno golpista

Las autoridades egipcias han ordenado la detención del expresidente Mohamed Morsi por un periodo de quince días, acusado de cargos de espionaje para el movimiento palestino Hamás, según ha informado la agencia estatal de noticias MENA.

Más concretamente, Morsi ha sido inculpado de la muerte de presos y policías y del secuestro de soldados, así como de haber conspirado en 2011 con Hamás en relación con una fuga carcelaria. Los fiscales ya le han interrogado para "confrontar con él las pruebas", ha añadido la agencia. Esta detención empeora las ya tensas relaciones entre el Gobierno golpista y los Hermanos Musulmanes y sus simpatizantes, a quienes el Ejército dio el pasado jueves un plazo de 48 horas para que cesen en sus protestas en un comunicado con el elocuente título de "La última oportunidad".

El Ejército afirma que no serán "los primeros en actuar", pero no obstante resalta que "sin duda reaccionaremos con contundencia a los llamamientos en favor de la violencia o el terrorismo pronunciados por los líderes de los Hermanos o sus simpatizantes". "Inmediatamente después del termino de las manifestaciones de este viernes, cambiaremos nuestra estrategia en el trato con la violencia", señalan en el comunicado. No obstante, más tarde el Ejército ha intentado suavizar estas declaraciones y se ha comprometido a "proteger" a todos los "manifestantes pacíficos, independientemente de su ideología", aunque ha adelantado actuaciones "contra la violencia oscura y el terrorismo, que no tienen ni religión ni nacionalidad".

El jefe de las Fuerzas Armadas, Abdelfatá al Sisi, llamó el miércoles a la población a manifestarse para respaldar la acción militar y policial contra la "violencia" y el "terrorismo". La Presidencia interina también ha respaldado el llamamiento de Al Sisi, criticado por las principales organizaciones islamistas, incluidos Hermanos Musulmanes.