Pervez Musharraf, expresidente pakistaní, ha llegado esta mañana al Aeropuerto Internacional de Karachi procedente de Dubai decidiendo poner fin a su exilio de cuatro años, autoimpuesto, a pesar de estar amenazado de muerte por los talibán paquistaníes.
Lo ha hecho acompañado de su esposa, periodistas y 200 simpatizantes. Su objetivo es presentarse a las elecciones legislativas de mayo como candidato y líder del partido Liga Musulmana de Todo Pakistán (LMTP), a pesar de estar en libertad condicional tras ser condenado por obstaculizar la investigación del asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto.
Musharraf ha asegurado “no estar nervioso” y ha declarado que le preocupa lo desconocido puesto que hay muchos factores d terrorismo y extremismo, desconocidos legalmente, así como “factores desconocidos sobre” lo que podrá “conseguir” en las elecciones.
A pesar de que tenía previsto ofrecer una rueda de prensa, finalmente no ha compadecido ante los medios ni hablará con sus seguidores congregados en el aeropuerto. Musharraf ha ido informando de su viaje a través de su cuenta de Twitter. Además, tenía previsto celebrar un mitin en el mausoleo de Mohammad Alí Jonnah, que ha sido suspendido por las autoridades por motivos de seguridad.
Pervez Musharraf, expresidente pakistaní, ha llegado esta mañana al Aeropuerto Internacional de Karachi procedente de Dubai decidiendo poner fin a su exilio de cuatro años, autoimpuesto, a pesar de estar amenazado de muerte por los talibán paquistaníes.