Por qué Israel ha convertido a la UNRWA en el enemigo a batir: "Significa mantener viva la memoria palestina"

Palestinos desplazados esperan para recibir alimentos en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.

El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, fue claro este domingo. Toda la financiación que recibe la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) "podría llegar a los terroristas de Hamás en vez de a la gente de Gaza". Añadió que han presentado pruebas de la implicación y la incitación al terrorismo de la UNRWA al secretario general de la ONU, António Guterres, "durante años", pero sigue aun así sin haber "una investigación en profundidad para localizar a todos los terroristas de Hamás que hay" dentro del organismo. "Cualquier país que siga financiando a la UNRWA antes de que haya una investigación en profundidad debe saber que su dinero podría utilizarse con fines terroristas", advirtió. Y así consiguió que más de una decena de países cortaran el grifo a la agencia.

Este lunes se sumaron a la lista Austria y Rumanía, pero previamente ya habían anunciado que dejarían de enviar fondos a la UNRWA Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Finlandia, Australia y Japón. Lo hicieron después de que la propia agencia anunciara que había expulsado y abierto una investigación a varios integrantes de su organismo después de que las autoridades israelíes les alertaran de su supuesta participación en los ataques de las milicias palestinas a Israel el 7 de octubre. Fue su comisionado general, Philippe Lazzarini, quien lo anunció. "Cualquier empleado de la UNRWA involucrado en actos de terrorismo será hecho responsable de los mismos incluso a través de una imputación criminal", dijo. Poco después, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que se llevaría a cabo un "examen urgente e integral" sobre lo ocurrido. Y pidió expresamente que no se retirara la financiación.

España ha asegurado que no lo hará. Según anunció este mismo lunes el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, el Gobierno seguirá "de cerca la investigación", pero por ahora no se sumará a la lista. Precisamente porque aún no hay pruebas fehacientes sobre esa supuesta implicación. Sin embargo, a muchos les ha servido con el hecho de que Benjamin Netanyahu les señale. ¿Por qué?

"Cuando hablamos de Israel hablamos de todo Occidente como concepto ideológico. El apoyo incondicional hacia ese país está muy ligado a la visión colonialista del mundo que seguimos teniendo. Vemos a Israel como un miembro más de nuestro mundo, así que le dotamos de total impunidad", explica a infoLibre la periodista y escritora Teresa Aranguren. Pero hay otra razón: "Existe una mala conciencia de Occidente por el nazismo. Cualquier crítica a Israel se asocia al antisemitismo, y ese es un argumento muy poderoso. ¿Qué es peor de una acusación de ello?", se pregunta esta experta en información internacional sobre el mundo árabe y zonas en conflicto.

Por eso, continúa la experta, no importa si hay o no pruebas. Se da por hecho que Israel dice la verdad. Y eso que, según critica, no es "una fuente fiable". "Puede que la versión sea válida, pero hay que cogerla con cuidado y precaución. Es terrible que más de una decena de países hayan tomado al decisión sin esperar a la investigación", lamenta.

Coincide con ella Isaías Barreñada, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. Más que nada, señala, porque los señalamientos hacia la UNRWA por parte de Israel no son nuevos. "Desde hace mucho tiempo, Israel ha mantenido el discurso de que la agencia es un nido de extremistas y el caldo de cultivo de Hamás. Esta última denuncia sobre sus trabajadores va en esa misma línea", critica. "Lo que estamos viviendo es un paso más en la estrategia de Israel de identificar a la UNRWA como un actor al que hay que eliminar", añade el coordinador del Instituto de Estudios Sobre Conflictos y Acción Humanitaria, Jesús Núñez.

Ejemplos hay varios. Aranguren recuerda uno del año 2002. "Israel sacó como prueba de la implicación de la UNRWA con el terrorismo unas imágenes de dos personas portando lo que dijeron que era un misil. Corrieron como la pólvora. Luego se supo que se trataba de dos enfermeros sacando una camilla, pero para entonces el escándalo ya se había formado", lamenta.

Destruir "el testimonio vivo de que hubo una limpieza étnica"

Pero, ¿por qué ocurre esto? No son actuaciones banales. Según los expertos consultados, responde a una táctica que persigue un objetivo muy concreto: acabar con la "memoria palestina" que "mantiene viva" la mera existencia de la agencia.

Para entenderlo, hay que conocer bien su dimensión. En primer lugar, y como recuerda Núñez, es importante recordar que la UNRWA "no es una ONG, sino una agencia de la ONU". Actualmente, y según los datos de su propia página web, atienden a más de un millón y medio de refugiados dentro de la Franja de Gaza, donde la población asciende hasta los dos millones de personas. Tienen ocho campamentos, 276 escuelas a las que acuden 290.290 menores, dos centros de formación profesional y 22 de atención primaria.

Se financian, explica Barreñada, "mediante contribuciones voluntarias" de los estados, no con fondos directos de la ONU. En 2023, por ejemplo, fue Estados Unidos, el primer país en anunciar la retirada de su financiación ahora, su principal donante. España, por su parte, destinó 18,5 millones de euros, incluidos los 10 aprobados el pasado mes de diciembre, tras la decisión de triplicar la ayuda de cooperación y humanitaria a Palestina. A pesar de ello, su situación es crítica. Y así lo han alertado en varias ocasiones. "A comienzos de 2014, el déficit la Agencia se situó en 65 millones de dólares. En general, los fondos no se mantienen al ritmo de las crecientes necesidades de los refugiados. Esto ha llevado a una preocupante erosión en la calidad de los servicios prestados por UNRWA", señalan ellos mismos en su web.

Y su objetivo ya es claro en su propio nombre: agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos. "La UNRWA es el elemento fundamental para la subsistencia de los refugiados. Se creó de hecho después de la expulsión de la población palestina en 1948", cuando se constituyó el Estado de Israel, recuerda Aranguren. El organismo debía velar por el cumplimiento de la resolución 194 de la ONU, que estableció que los palestinos que fueron expulsados de sus territorios en aquel año tenían —y todavía hoy tienen— el derecho a regresar a sus hogares y ser indemnizados.

Pero eso es lo que no tolera Israel. "Su estrategia, para la que cuenta con la colaboración de Estados Unidos, consiste en redefinir el concepto de refugiado", explica Núñez. En concreto, lo que el Gobierno de Netanyahu pretende es que sólo se reconozca como tales a quienes, en 1948, fueron expulsados. Es decir, a quienes sigan vivos de los 700.000 que sufrieron esa ocupación, no a los seis millones de personas que actualmente son atendidos por la UNRWA.

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Mantener su existencia, por tanto, se interpone en ese objetivo: tendrían el derecho a regresar seis millones de personas. "Israel siempre hizo lo posible para que nadie pudiera volver, entre otras cosas destruir las aldeas. Es lo que están haciendo ahora en Gaza, donde ya no queda lugar para vivir. Es la misma limpieza étnica que tuvo lugar en 1948, y la UNRWA es el testimonio vivo de ese crimen", señala Aranguren. "La agencia visibiliza la existencia de los refugiados, e Israel lo que quiere es la desaparición de esa realidad", lamenta Núñez. Para Israel es una "línea roja", dice, permitir ese regreso.

Por eso además de la estrategia de criminalización también dificulta sus tareas. Y no sólo las suyas. Según publicaba este lunes la Cadena Ser, un médico de la Media Luna Roja confirmó que el Ejército israelí dificulta la atención a los pacientes y refugiados en el hospital Al-Amal, a los que obliga a desplazar cada vez más hacia el oeste de la Franja. En paralelo, la ONU denunció que Israel tan sólo dejó pasar a ocho convoyes de ayuda humanitaria para el norte y el centro de la Franja de Gaza desde que comenzó 2024, aunque Naciones Unidas había planeado el envío de más de medio centenar.

Mientras tanto, las autoridades palestinas ya han cifrado en 26.400 el número de muertos en la Franja de Gaza por los ataques israelíes que se recrudecieron tras lo ocurrido el 7 de octubre. En Cisjordania y en Jerusalén Este ha habido ya, por su parte, 362 palestinos muertos por los ataques del ejército israelí y de colonos israelíes.

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