Un tribunal condena a seis y siete años de cárcel a las dos periodistas que contaron la muerte de Mahsa Amini

Manifestación pro Palestina en el centro de Teherán, Irán

Un tribunal iraní ha condenado en principio a seis y siete años de cárcel a las periodistas Elahe Mohamadi y Niloofar Hamedi por informar de la muerte bajo custodia de la joven kurda-iraní Mahsa Amini en septiembre del año pasado, supuestamente por llevar mal puesto el velo islámico, en un incidente que desató la mayor ola de protestas populares de la historia reciente de la república islámica, informa Europa Press.

Las dos reporteras han sido condenadas por una variedad de delitos en un caso que todavía pueden presentar ante el Tribunal de Apelaciones. Sin embargo, si esta corte falla en su contra, deberán cumplir la pena de cárcel más larga de las varias a las que han sido condenadas, especifica el comunicado oficial de este domingo recogido por la agencia iraní Mizan.

Así las cosas, Mohamadi cumpliría la pena correspondiente al más severo de sus delitos: seis años de cárcel por "cooperar con el hostil Gobierno de Estados Unidos". La periodista no obstante también ha sido condenada por conspirar para delinquir contra la seguridad del Estado (cinco años de cárcel) y por propagar actividades contra la República Islámica de Irán (un año de cárcel).

Masha Amini, activistas proaborto y defensores de los Derechos Humanos, finalistas del premio Sajarov

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Niloofar Hamadi cumpliría siete años de cárcel por cooperación con EEUU, pero también ha sido declarada culpable de los otros dos mismos delitos que su colega: conspirar para delinquir contra la seguridad del Estado y por propagar actividades contra la República Islámica de Irán, según el dictamen del Tribunal Revolucionario de Teherán.

Hamedi fue la primera periodista en informar sobre el caso de Amini desde el hospital en el que permanecía en coma, difundiendo imágenes de la familia de la joven rodeando la cama del centro sanitario, según recoge el diario The Guardian.

Por su parte, Mohamadi escribió un reportaje sobre el funeral de la joven y ha sido acusada por el régimen de recibir entrenamiento como agente extranjero.

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