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Así funcionaba la trama de ONG fantasmas que trabajaban para Catar y Marruecos desde Bruselas

La vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili, a 7 de diciembre de 2022.

Ludovic Lamant (Mediapart)

Desde que estalló el 9 de diciembre, el escándalo que sacude al Parlamento Europeo se asocia a una imagen sorprendente, publicada por primera vez por el diario belga Le Soir: una acumulación de fajos de billetes –en total, más de 1,5 millones de euros encontrados en efectivo– en bolsas pertenecientes a la eurodiputada griega Eva Kaili y al ex diputado italiano Pier Antonio Panzeri.

Pero el foco de la investigación de las autoridades belgas parece estar en otra parte: las transferencias de dinero entre las cuentas de una ONG, Fight Impunity, fundada por el mismo Panzeri, entre Bélgica, Marruecos y Catar. Las cuentas de las ONG "se utilizaban para mover dinero", declaró Francisco Giorgi, un asesor del Parlamento Europeo que también ha sido acusado, y amigo de Eva Kaili, cuando fue interrogado por la policía belga la semana pasada, según el informe del The Financial Times.

En el interior del Parlamento Europeo, las técnicas de influencia de las potencias extranjeras adoptan diversas formas. En ocasiones, son terceros países no pertenecientes a la UE que invitan a los eurodiputados a asistir a conferencias. El código de conducta de la institución no lo prohíbe; simplemente obliga al diputado a declarar públicamente esta invitación, a veces a todo lujo, en su página personal.

 

La semana pasada, The Guardian destacó el caso del conservador checo Tomas Zdechovsky, que no se molestó en declarar que había visitado Bahréin en abril de 2022 y se había reunido con el personal de la Cámara de Comercio de ese país. Desde entonces, el eurodiputado ha intentado arreglar el desaguisado presentando un texto alternativo para que una resolución, finalmente aprobada la semana pasada por el Parlamento, exprese su preocupación por la suerte de un opositor encarcelado en Bahréin y critique la situación de los derechos humanos.

Pero el actual escándalo sobre la presunta injerencia de Catar y Marruecos está arrojando luz sobre una práctica menos documentada, la de las ONG reales-falsas. Los investigadores belgas están indagando si podrían servir de canales de financiación alternativos para los grupos de presión de países autoritarios, que se mueven disfrazados.

Fight Impunity, la ONG en el centro del escándalo

Tras su derrota en las elecciones europeas de 2019, Pier Antonio Panzeri, elegido en varias listas de izquierda en Italia desde 2004, volvió a recuperarse creando una ONG llamada –con bastante cinismo, en retrospectiva– Fight Impunity (Lucha contra la Impunidad) y está utilizando la red de contactos que construyó mientras formaba parte de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento y presidía la Subcomisión de Derechos Humanos (2017-2019).

La ONG no figura en el registro de transparencia de la UE, lo que no impide que Panzeri, como ex eurodiputado, siga manteniendo el pase de acceso a los edificios del Parlamento. Según Politico, esta asociación sin ánimo de lucro (ASBL, el estatuto de las asociaciones en Bélgica) nunca ha declarado sus cuentas anuales, como obliga la ley belga.  

La experiencia de Panzeri en Bruselas, pero también el aspecto consensual de un proyecto destinado a "luchar contra la impunidad", han permitido constituir un colectivo de "miembros honorarios" que darán credibilidad a la ONG en el exterior. Entre ellos figuran el ex primer ministro francés Bernard Cazeneuve, la ex Jefa de la diplomacia de la UE Federica Mogherini, la ex ministra italiana de asuntos exteriores Emma Bonino y el ex comisario griego Dimitris Avramopoulos. Todos ellos han dimitido cuando al surgir el escándalo.

Avramopoulos ha explicado este lunes que cobró 60.000 euros por ese cargo entre febrero de 2021 y febrero de 2022, reconociendo que en ese tiempo no realizó "ninguna actividad ejecutiva o de gestión" en nombre de la ONG. Emma Bonino afirmó en un comunicado que este consejo asesor "nunca se había reunido".

Bernard Cazeneuve, por su parte, afirma que nunca ha recibido dinero alguno en relación con esa organización. "Se pusieron en contacto conmigo personas del Parlamento Europeo hace dos años y medio, (...) di mi acuerdo por teléfono, me invitaron después, por correo electrónico, a participar en una mesa redonda a la que no pude ir, eso es todo. Cuando se publicaron los primeros artículos sobre el escándalo, ya ni me acordaba de que era (miembro honorario del consejo de administración de esta ONG)", dice el ex Jefe de Gobierno, que se reserva el derecho de emprender acciones legales contra los responsables de Fight Impunity.

Como muchas otras ONG en Bruselas, Fight Impunity publica informes sobre el "estado del mundo" y organiza "eventos" en el Parlamento Europeo. Adopta posturas bastante consensuadas, contra el Egipto de Sissi tras el asesinato del estudiante italiano Giulio Regeni, o contra el deterioro de los derechos humanos en Arabia Saudí.

En junio de 2022, organizó dos días de debates, con un discurso inaugural de Panzeri, seguido de la participación del ex ministro británico David Miliband y del sindicalista italiano Luca Visentini, este último también detenido hace diez días, puesto en libertad condicional y que niega cualquier implicación en el caso. Son actividades bastante ordinarias, que sin duda han permitido a los sospechosos borrar sus huellas.

El caso se complica aún más por el hecho de que la dirección oficial de Fight Impunity, rue Ducale de Bruselas, es la misma que la de otras once ONG. Entre ellas, No Peace Without Justice, organización de lucha contra la impunidad fundada por... Emma Bonino, también está en el ojo de la justicia belga. Su secretario general, el italiano Niccolo Figa-Talamanca, fue detenido y ha sido puesto en libertad el miércoles con un brazalete electrónico.

La fundación del ex eurodiputado francés Pargneaux

En 2018, un primer caso –que no aparece, a priori, en la investigación en curso en Bruselas– ya relacionó la fundación de una ONG con las sospechas de influencia de Marruecos, implicando esta vez a un eurodiputado francés, Gilles Pargneaux. Este socialista, durante un tiempo cercano a Martine Aubry, que luego se uniría a La République en marche en 2018 (partido de Macron, ndt), ejerció dos mandatos en el Parlamento Europeo bajo la sigla del PS, de 2009 a 2019.

En el verano de 2018, fue co-fundador de la fundación EuroMedA, que, según su página web, "tiene como objetivo fortalecer y promover un espacio coherente Europa-Mediterráneo-África de prosperidad compartida y estable". En el momento de su creación, la fundación tenía como vicepresidente al ex ministro marroquí de asuntos exteriores y finanzas, Salaheddine Mezouar.

El mismo consejo incluye ahora a una ex diputada y secretaria de Estado marroquí, Mbarka Bouaida. La organización fue señalada poco después de su creación por la personalidad de su otro co-fundador, Alain Berger. Este lobista dirige la firma Hill+Knowlton Strategies, con sede en Bruselas, que en 2018 subarrendó parte de sus oficinas a la ONG, y que contaba con Marruecos entre sus clientes. En 2016, la estructura declaró en el registro de transparencia de la UE que había recibido entre 200.000 y 300.000 euros del reino alauita a lo largo del año.

Mientras la cuestión del Sáhara Occidental volvía a la agenda del Parlamento Europeo, tras las decisiones del Tribunal de Justicia de la UE en 2016 dictaminando que los acuerdos de libre comercio entre la UE y Marruecos no podían incluir el Sáhara Occidental un revés para Rabat, ese "acuerdo" había reavivado las sospechas sobre el alcance del lobby marroquí en la capital belga.

La web EUObserver, que investigó a esa ONG en 2018, también informó de que Gilles Pargneaux había invitado a varias conferencias en el Parlamento, a través de esa fundación, a representantes de un think tank, OCP Policy Center, creado por el grupo minero marroquí OCP, que es propiedad del Estado marroquí en un 95%, y que aboga por una alineación cada vez más estrecha de las políticas UE-Marruecos.

 

El principal agente de Marruecos no era Panzeri, sino Gilles Pargneaux

Ana Gomes — Ex eurodiputada socialista portuguesa

En su declaración de intereses ante el Parlamento Europeo, actualizada en noviembre de 2018 poco después de la creación de la ONG, Pargneaux aseguraba que esta actividad no era remunerada: "Soy el presidente fundador. Los miembros del consejo y los fundadores son voluntarios. La fundación, por sus estatutos, no tiene ánimo de lucro", reza el documento.

Desde que estalló el escándalo que implica a Catar y a Marruecos, el nombre de Gilles Pargneaux, que parece seguir presidiendo el grupo de amistad UE-Marruecos, ha salido a menudo en las conversaciones del Parlamento Europeo. En una investigación publicada en 2017, el diario marroquí Le Desk decía de él que su compromiso con Marruecos es "total" y que, a cambio, "el aliado francés es mimado por Marruecos, que le invita a todas sus grandes citas".

Contactada por Mediapart, la ex eurodiputada socialista portuguesa Ana Gomes, que le conocía y se disputó con él políticamente en el grupo socialdemócrata en aquella época, declaró: "El principal agente de Marruecos no era Panzeri, sino Gilles Pargneaux. Ni siquiera se avergonzaba de presentarse como consejero de su majestad el rey (...). Panzeri era más inteligente, daba argumentos de peso, era más cauto, más sofisticado, pretendía defender los derechos humanos mientras que Pargneaux se presentaba como un agente del gobierno marroquí.

Mediapart ha intentado contactar con él desde finales de la semana pasada pero Gilles Pargneaux no ha respondido. Había declarado a EUObserver en 2018 que ese proyecto de fundación no tenía "nada que ver con Marruecos". Desde la semana pasada, Doha niega por su parte cualquier intento de corrupción.

 

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Traducción de Miguel López

 

 

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