Las iglesias ortodoxas rusa y ucraniana también están en guerra

Ceremonia en Iglesia Ortodoxa de Ucrania.

Laurent Geslin (Mediapart)

El arcipreste Mikolai Danilevych, jefe adjunto del departamento de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, espiritualmente vinculada al Patriarcado de Moscú, elige cuidadosamente sus palabras. “Formamos parte del pueblo ucraniano y rechazamos las acusaciones de traición que se nos hacen", afirma. El servicio secreto ucraniano (SBU) ha registrado nuestras iglesias y monasterios, pero ¿qué han encontrado? ¿Está prohibido leer libros escritos en ruso? Los ataques contra nosotros dividen a la sociedad y dan argumentos al presidente ruso para afirmar que defiende a los ortodoxos en Ucrania.”

Según el SBU, las "medidas de contraespionaje" del pasado 14 de diciembre tuvieron como objetivo 19 monasterios, catedrales e iglesias, durante las cuales se encontraron "pasaportes rusos, literatura propagandística y salvoconductos" expedidos por las autoridades de ocupación. "En estos documentos, los representantes rusos niegan la existencia del pueblo ucraniano, su lengua y cultura, y cuestionan el Estado ucraniano", dijo el SBU en un mensaje en Telegram. Ya se habían efectuado registros en noviembre en el famoso complejo monástico de las Cuevas de Kiev, corazón espiritual de la ortodoxia, aún adscrito al Patriarcado de Moscú.

También se han aplicado sanciones a una quincena de dignatarios de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana por su postura favorable al Kremlin o su presunta colaboración con las fuerzas de ocupación. "No hay más colaboradores en nuestra Iglesia que en el resto de la población, por no hablar de la administración y los servicios secretos. La responsabilidad debe ser individual, y si algunos de los miembros de nuestra comunidad son culpables, deben ser condenados por la justicia y no por decretos de las autoridades. Es imposible querer proteger la libertad de conciencia y al mismo tiempo castigar a toda una comunidad", se defiende Mikolai Danilevych.

Guerra de iglesias

La Iglesia Ortodoxa Ucraniana, adscrita al Patriarcado de Moscú, es la mayor comunidad religiosa del país, con más de 10.000 iglesias -que acogen a 2 millones de fieles cada domingo-, 250 monasterios y 5.000 monjes. Sin embargo, la guerra que asola el país desde el 24 de febrero está modificando el equilibrio religioso. Desde que Ucrania obtuvo la independencia en 1991, la autoridad de Moscú fue desafiada por dos iglesias disidentes, que se unificaron en diciembre de 2018 bajo el nombre de Iglesia Ortodoxa Ucraniana, reconocida como autocéfala, es decir, plenamente independiente, por un tomos, un decreto, promulgado el 5 de enero de 2019 por el patriarca Bartolomé I de Constantinopla. Este patriarca goza de primacía honorífica dentro de la Ortodoxia, pero Moscú considera que se excedió en sus atribuciones al tomar esta decisión.

En Ucrania hay dos iglesias: la iglesia espiritualmente unida al Patriarcado de Moscú y dirigida por el metropolita Onufrii, y la iglesia autocéfala, dirigida por el metropolita Epifanio de Kiev y de toda Ucrania. ¿Quién conseguirá reunir el mayor número de creyentes y controlar la mayoría de los edificios religiosos del país? Según una ley aprobada por el Parlamento ucraniano el 17 de enero de 2019, la afiliación de las comunidades religiosas puede cambiarse si "dos tercios" de sus miembros se declaran a favor del cambio. Es decir, es probable que todas las iglesias y monasterios de Ucrania, sean propiedad del Estado ucraniano, de los municipios o de las comunidades religiosas, pasen de una iglesia a otra, aunque no queda claramente establecido por ley quién puede votar. Esta situación abre la puerta a la manipulación por una u otra parte.

"En muchos pueblos, la gente ni siquiera sabe si su iglesia depende del Patriarcado de Moscú o del de Kiev, sólo escuchan lo que dicen los curas", afirma Dmytro Horyevoy, periodista especializado en temas religiosos. "¿Quiénes son los miembros de las comunidades religiosas a los que se refiere la ley? ¿Todos los habitantes del municipio donde se encuentra la iglesia? ¿Los fieles que asisten regularmente a misa? ¿Los que sólo asisten a las celebraciones más importantes? ¿Los que hacen donativos?” Según los datos recopilados por este periodista, ya se habían unido a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana 500 templos antes de la invasión del 24 de febrero, y 600 más desde entonces. Antes del comienzo de la invasión rusa, los obispos leales a Moscú habían denunciado casos de traslados forzosos, sobre todo en las regiones de Chernivtsi y Zhitomir.

¿Cómo cambiar las iglesias?

En el pueblo de Zazymie, situado en los bosques que bordean las últimas zonas industriales de las afueras del noreste de Kiev, el padre Anatole se alegra de poder abrir de nuevo la puerta de la iglesia de la Resurrección, construida en 1865. Durante todo el verano, rezábamos fuera del edificio", recuerda. “El 17 de julio, 780 de los 800 fieles de nuestra comunidad votaron a favor de unirse al Patriarcado de Kiev, pero otro sacerdote había sido nombrado en mi lugar en primavera y había confiscado las llaves. El 17 de septiembre recibimos toda la documentación necesaria y la policía dispersó a los manifestantes que querían bloquearnos el paso. Sólo eran unos 50, y algunos procedían de los pueblos de los alrededores.”

 

En las primeras semanas de guerra, el padre Anatole explica que "ayudaba a los refugiados que llegaban de la ciudad de Chernihiv", cuando las tropas rusas estaban a sólo 7 kilómetros de Zazymie. "Tras la marcha de los soldados del Kremlin, los fieles se acercaron a mí y me preguntaron por qué seguía vinculado al Patriarcado de Moscú. Así que, junto a otros 400 sacerdotes, incluidos algunos de las regiones ocupadas, firmé una petición solicitando la creación de un tribunal eclesiástico para juzgar al Patriarca Kiriil (Cirilo de Moscú, jefe de la iglesia ortodoxa rusa, ndt). Pero nuestros superiores en Ucrania no nos escucharon. Así que decidí que había llegado el momento de unirme al Patriarcado de Kiev.”

Al comienzo de la guerra en Ucrania, el Patriarca Kirill apoyó la "operación militar especial" lanzada por el Kremlin, refiriéndose a las "fuerzas del mal" que querían "destruir la unidad" entre Ucrania y Rusia. El domingo 6 de marzo, en una homilía en la catedral moscovita de Cristo Salvador, llegó a pedir "acabar con los designios de los paganos extranjeros que quieren la guerra y están reuniendo tropas contra la Santa Rusia". Esa postura fue rechazada por la Iglesia ucraniana, que seguía bajo la jurisdicción de Moscú. El metropolita Onufrii pidió el cese inmediato de "esta guerra fratricida" y afirmó que defendería "la soberanía y la integridad de Ucrania". Como resultado, el 27 de mayo, la Iglesia ucraniana se reunió en concilio y afirmó su plena autonomía, conservando únicamente un vínculo espiritual con Moscú.

"La Iglesia Ortodoxa de Moscú está directamente relacionada con los servicios secretos rusos", afirma el obispo Alexander Drabynko, de la Iglesia Ortodoxa rival. "Vladimir Putin utiliza la religión como agente de influencia, por lo que es lógico que los ortodoxos de nuestro país se independicen de Moscú, es una cuestión de seguridad nacional. La generación más joven está expresando por todas partes la voluntad de separarse de la Iglesia del Patriarcado de Moscú y debemos acompañar ese movimiento. Espero, no obstante, que los metropolitas de las dos iglesias de Ucrania dejen a un lado sus intereses personales y acaben uniéndose bajo la autoridad del Patriarcado de Kiev.”

Una cuestión política 

¿Logrará la Iglesia ortodoxa ucraniana, espiritualmente unida al Patriarcado de Moscú, reinventarse y proclamar su independencia con suficiente fuerza para sobrevivir a la guerra? El 1 de diciembre, el presidente Zelensky anunció que "el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa (había) dado instrucciones al gobierno para que propusiera al Parlamento un proyecto de ley que impidiera las actividades en Ucrania de organizaciones religiosas afiliadas a centros de influencia en Rusia". Una amenaza estruendosa, pero que puede ser muy difícil de llevar a la práctica.

"Para suprimir la Iglesia vinculada al Patriarcado de Moscú, sería necesario cerrar cada uno de sus 10.000 templos, ya que pertenecen a comunidades locales", señala el periodista Yevhen Savisko. La Iglesia en sí no constituye una entidad jurídica que pueda disolverse. "¿Cómo entender las declaraciones del Presidente? Creo que Zelensky quiere enviar un mensaje de firmeza al Kremlin, y también es un gesto hacia los votantes ucranianos por si se celebran elecciones el año que viene. Existe el riesgo de que los creyentes ortodoxos ucranianos que luchan contra el ejército ruso, pero que siguen manteniendo unl vínculo espiritual con Moscú, se sientan traicionados.”

En la localidad de Motyzhyn, a 40 kilómetros al oeste de Kiev, donde las tropas del Kremlin ejecutaron fríamente a una docena de personas a finales de marzo, los fieles se negaron a celebrar la Pascua en la iglesia afiliada al Patriarcado de Moscú. "Pedimos a nuestro sacerdote que se uniera a la iglesia afiliada al Patriarcado de Kiev, pero guardó silencio. Así que dejamos de venir a las liturgias, y un día huyó con el dinero de la parroquia", cuenta Vera Bilyk, la alcaldesa de ese pueblo, elegida tras la muerte de su predecesor a manos de los rusos. "Nos parecía imposible encender velas por los caídos en la guerra en una iglesia bajo la protección espiritual del Patriarca Kiriil. Así que el 14 de mayo, 100 personas votaron a favor de unirse al Patriarcado de Kiev y nos llegó un nuevo sacerdote, para nuestra alegría".

El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa afirma que el feminismo va en contra de los valores familiares

El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa afirma que el feminismo va en contra de los valores familiares

 

Traducción de Miguel López

 Aquí puedes leer el texto original en francés:

Más sobre este tema
stats