Naturgy, la multinacional española más perjudicada por el 'no' de la UE al gas ruso a partir de 2028

Este martes, la Comisión Europea dio los primeros pasos para prohibir el gas ruso dentro de la Unión Europea a partir de 2028. En principio, los consumidores no notarán la transición porque se espera que ese año haya suficiente volumen de gas en el mercado para que nuevos proveedores ocupen su espacio. Pero las compañías que ahora compran a Moscú su gas natural tendrán que reestructurar sus negocios para buscar nuevo combustible en otras partes del mundo, y seguro que será más caro. Las energéticas más expuestas de la Unión son la francesa TotalEnergies, la alemana SECE y la española Naturgy.
Las tres multinacionales, que son también unas de las gasistas más grandes del continente, tienen vigentes contratos a largo plazo para comprar gas a Rusia durante los próximos 15 años, pero tendrán que rescindir sus acuerdos antes de lo esperado. Según un análisis de Ignacio Urbasos, investigador energético del Real Instituto Elcano, la francesa es, de lejos, la más expuesta, con dos contratos a largo plazo que suman 7.000 millones de metros cúbicos en importaciones cada año. Uno termina en 2032 y otro en 2041.
TotalEnergies tiene además unos lazos muy estrechos con Rusia que superan la compra de gas. Es dueña del 20% del accionariado de Yamal LNG, la planta de gas licuado que surte a Europa con combustible extraído de Rusia, aunque este negocio quedaría al margen de la nueva legislación. El 51% de esa planta está en manos de Novatek, la segunda mayor gasista de Rusia. TotalEnergies tiene además un peso importante en el suministro en España: es la cuarta gasista más grande, con 904.000 clientes a cierre de 2024.
La española Naturgy también tiene en Rusia un negocio clave. En 2018 firmó un acuerdo con Yamal LNG para importar cada año 3.500 millones de metros cúbicos de gas hasta 2038, que tendrá que romper antes de tiempo si la propuesta de la Comisión sale adelante. Según adelantó este martes el comisario de Energía, Dan Jørgensen, Bruselas prepara un paquete normativo para garantizar que la ruptura de los contratos por parte de las compañías europeas no tenga coste alguno para estas. Podrán alegar motivos de fuerza mayor, aunque está por ver cuál es la fórmula legal que idea la Comisión de aquí a junio.
Dániel Stemler, reportero especializado en comercio de gas para Energy Intelligence, explica que tanto para Naturgy como para España será una medida difícil de encajar. El gas ruso representó el año pasado el 21,3% de la demanda total del país, según Enagás, y aunque no se conoce cuánto representa sobre el total del negocio de Naturgy, probablemente Rusia sea su segundo o tercer proveedor principal, junto a Argelia y Estados Unidos. La Unión Europea también importó un 18,9% de su gas desde Rusia el año pasado.
"No creo que Naturgy vaya a cubrir ese agujero que dejará Yamal LNG con otros proveedores a largo plazo. Ni Naturgy, ni Endesa, ni la mayoría de grandes gasistas de Europa quiere ya comprometerse a largo plazo a comprar gas a 20 años vista", explica el analista. "Probablemente sustituirá este contrato con compras en el mercado spot [acuerdos puntuales] con países como Estados Unidos o Qatar, que para 2028 ya tendrán lista una mayor capacidad de exportación", añade Stemler.
El paquete legislativo también prohibirá cualquier importación de petróleo, derivados del petróleo, uranio y uranio enriquecido, de manera que se cortará de raíz cualquier relación energética con Rusia a partir de 2028. Al tratarse de diferentes normativas europeas, tendrán que ser aprobadas por mayoría cualificada: 15 países de 27 que representen al menos el 65% de la población. Esto impedirá que uno o dos países puedan bloquear las negociaciones, y en Bruselas señalan a Hungría y Eslovaquia como los dos países más críticos con la propuesta.
La tercera compañía más expuesta al futuro veto es la filial alemana de Gazprom —la mayor gasista de Rusia—, que fue nacionalizada tras la invasión de Ucrania, y su nombre cambió a Security for Europe (SEFE). Pero conservó su acuerdo para importar gas ruso licuado a través de barcos, un contrato por valor de 4.200 millones de metros cúbicos de gas al año hasta 2038, que también tendrá que rescindirse antes de 2028.
Además de estas tres compañías europeas, la británica Shell y la suiza Gunvor tienen firmada la compra de gas a Novatek de 1.200 millones de metros cúbicos al año de gas hasta 2041, y de 700 millones hasta 2038, respectivamente. Aunque estas empresas no operen bajo la legislación europea, sí que reexportan parte del gas ruso que compran a energéticas de la Unión, y ese negocio también tendrá que rescindirse próximamente.
La Comisión Europea también quiere acabar este mismo año, antes del 1 de enero de 2026, con la compra de gas ruso mediante los contratos a corto plazo, o spot, un mercado que al no estar supeditado a acuerdos a futuro puede terminarse en los próximos seis meses. A través de esta modalidad, Europa importa ahora un tercio del gas ruso, según la Comisión.
La Comisión Europea propone prohibir la compra de gas, petróleo y uranio a Rusia antes de 2028
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Pero los analistas creen que va a ser extremadamente difícil hacer cumplir esta normativa porque en este momento es imposible saber si un cargamento que compra, por ejemplo, una gasista española, a una francesa o de Luxemburgo, procede originalmente de Rusia, y ha pasado de mano en mano hasta un comerciante europeo.
"El mercado del gas natural licuado está completamente desregulado, y las empresas no tienen la obligación de reportar a quién compran combustible", dice Stemler. Además, muchas de las compras en spot son a empresas de Suiza, que antes han comprado a Rusia. "Pensar que las compañías suizas van a darte información sobre sus registros comerciales es naif, precisamente porque en este país lo que más se valora es la confidencialidad", añade el experto.
Para abordar este problema, la Comisión va a pedir a las gasistas europeas que en las próximas semanas aporten documentación sobre sus socios comerciales rusos y las cantidades que compran, una medida que trastocará por completo al sector. Andreas Guth, secretario general de la asociación industrial Eurogas, afirmó que las compañías de gas "por supuesto cumplirán", según cita el diario Financial Times.