Un lápiz, dos lápices, mil lápices

Los lápices que ayer estaban intactos, hoy están rotos por el dolor, pero mañana se habrán recompuesto y multiplicado. Son lápices revolucionarios que piden libertad y lápices que en forma de duelo gritan que ellos también son Charlie Hebdo. Así han homenajeado las portadas de todo el mundo a las víctimas del ataque terrorista de ayer en París. Porque la sangre derramada no les impedirá hacer lo que mejor saben: seguir dibujando frente al terror.

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